Capitulo 3: Situaciones inesperadas

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Estamos en otoño así que las hojas caen acompañadas de una leve brisa, cada vez el frió se siente mayor de esos que hacen temblar tus huesos, estoy acostado y no pensaba moverme en un buen rato sin embargo escuche que actualizaron mi juego favorito de dungeon dragons, me levante de la cama y pase directo a mi computadora; la nueva actualización solo resuelve algunos problemas e introduce nuevos diálogos, no está nada mal y las opciones de multijugador se ven bien después hablare de esto con Sam y tal vez completemos la misión con... alto... QUEEEE?? TRES JUGADORES MINIMO??? Pero si solo a Sam le gusta jugar esto a quien más le pediré el favor? , pase alrededor de tres horas en la computadora pensando en alguien para que me acompañara en las misiones además de Sam pero nadie se me vino a la mente, decido salir de mi cuarto e ir al lago quizás algo se me ocurra; al salir de mi habitación y cruzar en la sala veo a Demetrius moviendo algunos componentes electrónicos, de seguro trabaja en alguno de sus proyectos científicos. Lo salude con la mano y el me devolvió el saludo no tenía muchas ganas de detenerme a hablar, rápidamente cruzo a la puerta cuando de repente.

-A dónde vas Sebastián?- dijo mama con una ceja levantada.

-Yo estem... voy a... casa de Abigail a preguntarle algo- dije con sonrisa semidibujada

Por un momento existió un silencio muerto mientras mama abría los ojos como platos, se acercó a mí y me sujeto de los hombros, pude notar como sus ojos se iluminaban.

-Acaso te gusta la chica nueva?- dijo con una cara expectante

-Qué? Yo?? Noo- dije con cara nerviosa

-Bueno pero necesitas saber dos cosas, como primera hoy tienes una consulta con el Dr. Harvey, es un chequeo normal nada de qué preocuparse y como segunda no quiero nietos aun- dijo con los dedos levantados.

-va...vale mama- dije mientras fingía una sonrisa.

-espérame voy contigo, hoy tengo turno como asistente de laboratorio en la clínica- dijo Maru mientras llegaba con un vestido de enfermera. He de admitir que se veía bastante bien.

Ambos nos despedimos de mama y nos dirigimos a la clínica, Maru y yo jamás hablamos demasiado e incluso llegue a pensar que ella me detestaba aunque de pequeños no era así, antes éramos muy unidos pero después... digamos que las cosas se volvieron raras, justo en ese momento pasábamos por el parque y recordé todos esos momentos en los cuales Maru y yo jugábamos, cuando ella se lastimaba y empezaba a llorar y solo se sentía mejor cuando yo le daba un abrazo o parte de mi helado, Tras un rato caminando Maru rompió el silencio y me saco de mis pensamientos.

-Es cierto?- dijo Maru con la cabeza agachada.

-el que? Le pregunte con intriga.

-el que... te gusta... la chica nueva? Dijo con la voz temblorosa

Me detuve unos momentos para poder ver mejor a Maru, estaba mirando al piso y notaba como sus manos estaban apretadas y formaban dos puños en su falda, acerque mi mano para tocar esos puños y estaban sumamente fríos, lentamente subí mi mano por su brazo tan solo tocándola con mi dedo hasta rozar su cuello, pude sentir como ella se estremecía un poco, subí mas para sujetar su mentón y hacer que me mirara, al levantar su cabeza podía notar claramente lo nerviosa que estaba, era difícil de no verlo pues entre su ropa blanca relucía esta linda cara sonrojada, con sus labios brillantes y ojos llorosos.

-Maru...- le dije mientras acariciaba su cabeza

-s...si?- respondió casi en un gemido

-ya llegamos a la clínica- dije con una sonrisa mientras entraba a la clínica matando de forma fulminante el momento.

Entre a la clínica y aquí no se encontraba nadie, así que me senté en la sala de espera, unos momentos después entro Maru la cual parecía que ya se había calmado, en ese momento le guiñe el ojo y se volvió a sonrojar, hey no me juzguen incluso a mí me tomo por sorpresa, Maru me indico que el doctor llegaría en un momento que pasara al consultorio y me desvistiera, me tentó un poco que ella lo dijera con una sonrisa mientras se mordía el labio inferior, rápidamente entre al consultorio mientras pensaba en que pasaría si Maru entra, nononon que pensaría mama si se entera, en ese momento sentí que la puerta se abría.

-INVITAME A CENAR PRIMERO- dije mientras miraba a la puerta pero para mi sorpresa era el doctor Harvey.

-mmm ok, que tal hoy a las 10?- dijo el Dr. algo extrañado

En ese momento sentí como la vergüenza me invadía, pero se acabó tan pronto el Dr. Harvey empezó a reír, tras algunos chequeos de rutina me dijo que buscaría algunos aparatos que había dejado en la parte de arriba y que no me vistiera aun, salió de la habitación y me quede en la camilla mirando un poster que tenía sobre la gripe.

-Oh vaya 9 de cada 10 médicos creen que la cebolla causa parálisis de glúteo- dije con un tono serio.

Mientras reía por mis propias estupideces noto que la puerta se abre, pero para mi sorpresa no era el Dr. Harvey... ni tampoco Maru... era Abigail.

-Dr. Harvey vengo a...- se paró en seco mientras me veía

- ¿Que estás haciendo aquí? Podría haber estado desnudo!- le dije de forma tajante.

-LO SIENTO- grito mientras cerraba la puerta de un portazo.

Mi vida no podría ser más rara, dios que te hice?. Aaa cierto ya recordé. 

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