Capítulo 02: Soluciones

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"La mejor manera de solucionar cualquier problema es eliminar su causa"

—Déjame estar un tiempo con mi padre y yo veré que es lo que hago para ir a la ciudad — dije rindiéndome después de tantas escusas que le puse a Korbie.

—Está bien, gracias ... Te quiero — dijo Korbie y supongo que, con una enorme sonrisa, ya que ella salió ganando.

—No hagas ninguna locura hasta que este allá, por favor —dije poniendo mi mano derecha en mi frente.

—No te preocupes, estaré bien —respondió Korbie riendo.

—Vale... Adiós, te quiero —dije sonriendo.

—Adiós — dijo Korbie alargando la "O" y colgué.

Me fijé en la hora, las 2:00 de la tarde. Cogí mi maletín y lo puse en la cama. Recorrí mi habitación y encontré mi libro del verano pasado. Empecé a leerlo y poco después caí en un profundo sueño.
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Ahí estaba yo hundida en la oscuridad, sin temor a nada solo a alguien que podría hacer mucho daño "Damián". Él era alto más o menos 1.80, tenía los ojos color marrón y su piel en era blanca. Voltee hacia mi izquierda y esta Korbie atada a una silla, entonces intente moverme, pero yo también estaba atada a la silla.

—¡Ahora mismo me dirán donde esta lo que me pertenece! — gritó Damián

—No lo sabemos, solo hicimos lo que nos pediste ¡Por favor no nos hagas nada! — gritó Korbie llorando... Admito que nunca vi llorar a Korbie tanto y menos suplicar.

—¡Y tú que me miras! habla antes de que te vuele la cabeza — dijo Damián apuntándome con una pistola de fuego. Yo lo miraba directamente a sus ojos marrones, me mantuve muy firme, sin derramar ninguna lágrima.

—Hazlo si tienes huevos —dije retándolo. El apretó el gatillo para disparar.

—¡No! ¿Qué te pasa Tiffany? Damián no lo hagas, por favor, te daremos lo que quieres, pero no le hagas daño —suplicó Korbie.

—¡Cállate! — gritó Damián.

—¡Tiffany no por favor!... ¡Tiffany! ¡Tiffany hija despierta! — la voz de mi amiga fue confundía por la de mi padre que intentaba despertarme de mi terrible sueño.

—¡Korbie! —grité despertando.

—Tranquila solo fue un mal sueño, ya estoy aquí princesa —dijo mi padre acariciándome el cabello, mientras yo lo abrazaba muy fuerte.

—Papá, gracias por estar aquí —dije separándome de él.

—Siempre estaré aquí para ti princesa —dijo mi padre sonriendo.

—Bien... ¿Qué preparaste? huele demasiado delicioso —dije sonriendo.

—Pues comida, si quieres saberlo tendrás que averiguarlo por ti misma señorita —dijo mi padre yéndose por la puerta.

Yo reí. Me di cuenta que ya estaba atardeciendo. Fui detrás de él, baje las escaleras y me dirigí a la cocina.
Tendría que decirle lo de Korbie, ya inventaría algo para convencerlo.

—¿Preparaste pizza? —dije viendo como mi padre sacaba la enorme pizza del horno.

—Sí ¿Porque? ¿No te gusta? Podría hacer otra cosa— dijo mi padre poniendo la pizza en una porta pizza de madera.

Mi padre siempre era tan amable, tratando de complacer a las demás personas y sobre todo a mí, a su "princesa".

—No papá me encanta... déjame ayudarte —dije tomando el mazo de la porta pizza de madera.

En busca de lo prohibidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora