Despertar

Capítulo 1

"Estás son las mañanitas que cantaba para mi, hoy que es mi cumpleaños que me la pase feliz"

Sí, ese soy yo en mi cumpleaños número dieciocho, sé que no somos pocos los que pasamos ese día en soledad, pero qué puedo decir, uno esperaría que por ser dieciocho al menos las pocas personas que quedan a tu alrededor se esforzarán un poco por verte.

Y digo pocas personas porque de un par de años a hoy solo tengo a mis tres mejores amigos a mi lado, ni siquiera cuento mucho con mi abuela con quien supuestamente estoy viviendo, mis padres murieron dos años atrás casi por esta fecha, lo que hizo que me mudara a casa de mi abuela Paterna, quien hasta donde tenía entendido, era el único pariente que me quedaba.

La casa es como una mansión enorme de piedra que solo logra causarme escalofríos, usualmente me encuentro solo en ella puesto que desde ya hace un año mi abuela viaja mucho a trabar a la Ciudad de México por un nuevo negocio que la requiere de tiempo completo allá, yo no quería dejar mi escuela y ella al pensar que quizá sea lo mejor no alejarme de mis amigos accedió a dejarme, pero llama todos los días para asegurarse que no he muerto en un incendio, al menos es lo que me da a entender, mi familia siempre ha tenido un cierto miedo al fuego que yo creía irrazonable hasta lo que sucedió con mis padres, desde entonces el fuego se volvió también uno de mis temores. 

Tampoco digo que sea una terrible abuela, me envía dinero y se asegura de venir al menos cada fin de semana, antes de ir a Veracruz a cerrar el trato ya se había asegurado que supiera hacerme mi propia comida, la limpieza de la casa y el lavado de la ropa, también me consiguió empleo en un cibercafé por lo que sumado al tiempo que paso en la escuela no estoy completamente solo en casa mucho tiempo.

Andrea me llamó justo a las doce en punto, somos amigos desde primer semestre de preparatoria y en estos tres años ha sido siempre la primera en felicitarme, tuvimos mucha cercanía en un principio e iniciamos una relación amorosa que por ciertas razones terminó pronto, aunque pasar por eso nos hizo tener una amistad más cercana y puedo considerarla mi mejor amiga, debo admitir que recibir su llamada mejoró un poco mi animo.

El fin de semana hubo puente vacacional por lo que pensé festejarme hoy cuatro de mayo debido a que mañana estaríamos en la escuela y después tendría que ir al trabajo, pero los tres salieron de la ciudad con sus familias y no me quedó opción más que comprar un pastel pequeño y quedarme viendo películas, el país ha estado con problemas por una epidemia que apenas está disminuyendo y no habíamos podido salir mucho por lo que la primer oportunidad en semanas de hacer algo fuera de la misma ciudad era digna de aprovecharse, la abuela tampoco vino el fin de semana por la misma razón, las cosas en la ciudad son un poco más graves que en Guadalajara por lo que tienen recomendado salir lo menos posible.

Caro y Víctor solo enviaron un mensaje más temprano para avisar que habían regresado con bien, a ellos los conocí  hace poco menos de un año, Víctor y yo tuvimos un conocido en común del cual hemos perdido pista pero que hizo un grupo de messenger a mediados del año pasado incluyéndonos a ambos,  comenzamos a platicar y resultó que estábamos en la misma preparatoria solo que él recién había ingresado, conocí a Caro quien puedo decir que aunque no de la misma sangre, es su hermana mayor y ellos conocieron a Andrea, desde entonces somos los cuatro, a veces creo que les causo más problemas del apoyo que puedo llegar a dar, pero siempre están ahí y eso me hace sentir menos solo en este mundo.

Hartó de la soledad de la enorme casa me levanto de la mesa y me dispongo a salir a caminar un poco, usualmente no saldría a las doce de la noche a caminar por las calles pero en ese momento en lo único que pensaba era que quería alejarme de ahí, así que solo caminé, caminé sin saber por cuánto tiempo lo hice y sin prestar atención a la distancia que estaba recorriendo quizá la abuela llamaría para felicitar pero ya argumentaría después que me había quedado profundamente dormido y no había escuchado sonar el teléfono.