Parte única.

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Boom Boom está sonando fuerte en el departamento y supone que es TaeHyung, quién nuevamente se habría emocionado con el grupo de chicos más numeroso de Pledis. Su música le gusta, pero cuando escucha sus letras románticas con ritmos demasiado alegres para ser sanos, su cabeza comienza a doler porque un pensamiento le ha estado taladrando la mente. Suspira pesadamente cuando decide que irá a apagar la dichosa música. Se dirige a la sala y encuentra al mayor saltando sobre el sofá acompañado de un alegre NamJoon. V se voltea y lo mira fijamente.

— ¡You got me like boom boom! — exclama mientras le guiña un ojo. JungKook no puede evitar reír. Ha visto la coreografía y sabe que no se parece en nada a lo que esos dos están haciendo.

Un gruñido hace que todo el ambiente alegre se apague de golpe. Un escalofrío recorre su espalda cuando da un respingo, porque sabe que YoonGi ha llegado de estar trabajando, como siempre lo hacía. NamJoon casi rompe el control remoto cuando intenta apagar la música, el líder del grupo sabe que hay momentos para bromear y momentos en los que hay que mantenerse serios. Él era una persona trabajadora, así que comprendía la molestia que era no haber dormido en un par de días y que todo el mundo esté gritando a tu alrededor.

JungKook frunce el ceño, porque siempre hacen eso. Entonces tira el control de la mano de su hyung y le pone play nuevamente al video, incluso se atreve a subirle el volumen. YoonGi detiene su marcha fúnebre a su habitación. Todo el mundo parece detenerse. Su nombre dicho en un tono de reprocho por NamJoon queda suspendido en el aire y la exclamación de asombro de TaeHyung también. El rapero de Daegu lo mira por sobre su hombro.

Usualmente las marcadas ojeras sobre la pálida piel le removerían el estómago y harían que sus instintos protectores saltaran a la luz. Esos instintos jamás serían correspondidos, porque su hyung era muy arisco cuando se lo proponía. JungKook se encogió de hombros y pasó por al lado del mayor. Tal vez creerían que se trataba de una especie de etapa rebelde, pero sus actos estaban sumamente justificados. Sintió sus dedos fríos agarrarse de su brazo, el menor le devolvió la mirada gélida antes de tomar su cuerpo y arrastrarlo a la habitación.

TaeHyung observó como la puerta era azotada violentamente. NamJoon miró la escena con preocupación, pero creía que entendía un poco las razones del miembro más joven del grupo. Entonces le hizo una seña al otro joven para que se quedara tranquilo y no interviniera.

YoonGi lo miró como si tuviera monos en la cara. JungKook se volteó y respiró profundamente. Estaba intentando calmarse porque no sabía si partirle la cara de un puñetazo o con un beso. Cuando volvió a dirigir su mirada sobre el pelinegro, éste seguiría observándolo del mismo modo, casi ofendido por su actitud. De pronto, se sentó en el borde de la cama, desparramándose con una sonrisa cínica en el rostro.

— Bien, mocoso, ¿ahora que te está pasando? Porque estoy seguro que tienes algo para decirme o no habría montado todo éste show de colegiala enojada — comentó, con su voz casi rota por el acotamiento.

— Bien — repitió el tono con el que el otro había hablado — Tú siempre estás trabajando, componiendo y haciendo todos esos mixtapes por los que el mundo te felicita — YoonGi se sorprendió por la repentina ausencia de honoríficos, pero no dijo nada — llegas aquí cansado, prácticamente le ladras a quién te cruzas y aunque nosotros siempre te estamos cuidando, aún así dijiste que no valemos una mierda en tus canciones. Uh, Min YoonGi, eres un desalmado.

— ¿Estás enojado porque no hablé de los muchachos o porque no hablé de ti?

La pregunta hizo que su repentina seguridad se desvaneciera, el alma le cayó a los pies. Realmente YoonGi era afilado. Tampoco parecía haberle importado visiblemente lo que le dijo. Su expresión sarcástica se suavizó mientras se deslizaba hasta pasar sus manos y entrelazar sus dedos sobre la nuca del maknae. Desde allí abajo, lo miró con un gesto indescifrable.

— JungKook-ah, ¿estabas esperando que dijera que estaba localmente enamorado de ti? ¿Aún esperas un trato preferencial sólo porque te dejé rondar a mi alrededor? — sus manos frías se deslizaron hasta acariciar sus mejillas, a modo de vago consuelo para las lágrimas rebeldes que escapaban de sus ojos — Te lo dije, JungKookie, yo no puedo amar a nadie; así como tampoco nadie puede amarme. Sólo amas que yo no pueda hacerlo, adoras tener el corazón a punto de romperse constantemente. Y a mí, a mí me gusta tenerte.

JungKook apoyó su frente sobre la del mayor, YoonGi jamás entendería que alguna vez lo había amado sanamente. A él, a sus sonrisas de bebé, a sus ojos opacos. Con el paso del tiempo, esos buenos sentimientos que albergaba en su interior le dejaron paso a una versión distorsionada de estos. Esto había ocurrido cuando ellos entraron en contacto con YoonGi. Quizá lo peor de todo era que tenía razón, amaba el modo en que él lo rechazaba en la cercanía.

love, love, love // sukookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora