DARK HEAVEN ~ChanBaek~

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La puerta se abrió de golpe y Baekhyun dio un respingo en su cama.

Eran las tres con cuatro.

Baekhyun se giró de cara a la pared, metió su móvil bajo la almohada y fingió dormir en cuanto notó que los pasos de su compañero se arrastraban en su dirección.

Sabía lo que venía.

Chanyeol se metió en su cama, le pasó un brazo sobre la cintura, juntó sus cuerpos y le rozó el cuello con sus labios, erizándole la piel.

Baekhyun suspiró, odiando su propia debilidad.

Chanyeol se pegó más a su espalda.

—Bebé... —lo llamó con voz seductora.

Baekhyun apretó sus labios y cerró sus ojos con fuerza.

—Te necesito —Chanyeol ronroneó sobre su oído.

Baekhyun reprimió un sollozo, pero no pudo evitar que una lágrima silenciosa bajara por su mejilla en cuanto abrió sus ojos. Ya no quería hacerlo.

—Baekkie —insistió Chanyeol.

Y Baekhyun se giró para encararlo.

Su aliento y su camisa olían a tabaco y a alcohol, pero aún siendo así, Baekhyun se acercó más y presionó sus labios sobre los alcoholizados de su compañero. Cerró sus ojos de nuevo y  bloqueó todo lo demás. Sacó de su mente la realidad y se entregó al beso, que no por su sabor etílico dejaba de ser delicioso, porque en el fondo, estaba el sabor natural de Chanyeol, muy en el fondo sabía a él, al hombre que Baekhyun amaba en secreto.

Lentamente, Chanyeol fue despojando a Baekhyun de su ropa para cubrirle la piel con suaves mordidas y roces estremecedores creados con su habilidosa lengua.

Baekhyun cerró los ojos con más fuerza y sus dedos se aferraron al cabello y a los hombros de Chanyeol. Deseaba poder resistirse a él, deseaba que sus atenciones no fueran tan placenteras y que no lo llevaran al borde con tanta facilidad, pero era una causa perdida. Los múltiples gemidos, que delataban su excitación, escaparon de su boca y se perdieron en la oscuridad.

Chanyeol se desvistió a tirones con la ayuda de Baekhyun y las prendas fueron a parar sobre la pila de libros en el escritorio que dividía ambas camas. Unos cuantos lápices cayeron al suelo, perturbando el repentino silencio con su tintineo, pero no importó, porque en ese momento sus pieles desnudas se rozaban, sus rostros estaban a la misma altura y sus labios a nada de distancia.

Sus labios se encontraron y Baekhyun tembló, siempre temblaba cuando Chanyeol acariciaba sus labios, cuando se los mordía con suavidad, cuando se los lamía, cuando se los chupaba y cuando tiraba de ellos.

Chanyeol no tenía prisa, quería darle lo mejor de él, quería deleitarse con sus sabor, quería hacerlo suyo completamente y no solo vaciarse en él, Chanyeol quería que Baekhyun lo disfrutara, quería que Baekhyun lo amara. Ansiaba poder gritarle al mundo que el más bello estudiante de arquitectura era suyo y no de otro, quería contarle a todos que se habían entregado uno al otro incontables veces en ese dormitorio del campus.

Baekhyun lo miró a los ojos con tanto deseo que, aún en la oscuridad, Chanyeol pudo ver en esos ojos de cachorro el mismo brillo lujurioso que sus propios ojos reflejaban, por lo que siguió besando cada rincón de ese delgado cuerpo de proporciones perfectas, hasta que Baekhyun se convirtió en un desastre de gemidos que suplicaban porque su cuerpo fuera llenado.

Cuando Chanyeol finalmente lo llenó, Baekhyun no tardó en aferrarse a él con brazos y piernas. No pasó mucho tiempo para que de su boca escaparan balbuceos que suplicaban por <<Más>>.

Chanyeol aprisionó uno de los brazos de Baekhyun contra el colchón y lo recorrió hasta alcanzar su mano. Entrelazó sus dedos; tener su mano así, entrelazada a la de Baekhyun, lo hacía sentir completo.

Chanyeol empezó a susurrar confesiones al oído de Baekhyun, quien se apresuró a besarlo para obligarlo a callar; odiaba tanto sus palabras como las ansiaba.

¿Por qué no las decía frente a Sehun? ¿Por qué no las decía a la luz del día? O mejor aún, ¿Por qué no las decía estando sobrio?  

Baekhyun apretó sus ojos, conteniendo su frustración, y lo besó con tanta fuerza que le rasgó el labio inferior. Idiota, eso no se hacía, nunca se dejaban marcas, no se dejaba evidencia de lo que ocurría a luces apagadas. No quería causarle problemas con su novia cuando esta viniera a buscarlo por la mañana.

Chanyeol se relamió la sangre del labio.

—Me gustó —confesó con voz rasposa y se lanzó sobre los labios de Baekhyun. Internó la lengua dentro de su boca, le tomó las caderas y lo embistió con fuerza. La cama golpeó la pared y su miembro golpeó la próstata de Baekhyun.

—¡Ahí! —Baekhyun exclamó arqueando la espalda.

—¿Ahí? —Chanyeol preguntó, golpeando el mismo lugar.

—Sí, ahí —Baekhyun confirmó—. Sigue, no te detengas.

Y Chanyeol no se detuvo; golpeó una y otra vez en el mismo lugar, sintiéndose poderoso por tener a su bello compañero cubierto de sudor, atrapado bajo su cuerpo, con la mirada desenfocada y en los labios una mueca de satisfacción. Era tan excitante que en poco tiempo ambos encontraron su clímax.

Cuando sus cuerpos dejaron de temblar y sus respiraciones se regularon, Baekhyun se removió. Su amante lo comprendió, se separó de su cuerpo y salió de la cama.

No hubieron más palabras.

Baekhyun se arropó de nuevo y se giró hacia la pared para intentar dormir.

Chanyeol arrastró sus pies hasta su propia cama y se metió bajo sus sábanas, acostándose de cara a la pared al igual que Baekhyun. 

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