Habían alrededor de tres furgonetas dispersadas por todo el lugar esperando a la señal para hacer la emboscada. Tres camionetas llenas de agentes que tenían como prioridad arrestar al jefe de la Zona Muerta y proteger a Lexa, aunque esta última estaba en segundo plano y la menor lo sabía, quizás esa fuera la razón por la que no se sentía tan segura.
Iba con los ánimos a rastras, llevándolos como si de un saco pesado lleno de piedras se tratase. No podía quitar de su mente la imagen de Clarke besándose con un tipo y a escasas ropas. La carcomía no saber qué habría pasado con ellos y de dónde había salido dicho sujeto. ¿Sería Bellamy? Lexa lamentó no haberse fijado mejor, pero de seguro hubiera vomitado si se hubiera quedado un minuto más ahí.
No era nada bueno para la misión estar tan desconcentrada como lo estaba. Tenía que enfocarse en llevar a cabo su tarea y salirse de una buena vez por todas de ese mundo. Quería ser libre, tanto de la atadura de la policía como el de la mafia extraña que controlaba Nia Cold.
Esa era la noche en la que tenía que acabarse todo. Niylah y Octavia le habían informado que Nia estaría ahí, que ya solo era cuestión de hacerla confesar y que entraran los agentes para llevársela detenida. Lexa se jugaba la vida en esto, eso era más que obvio, pero las demás opciones eran igual de pesimistas. Ya estaba hundida hasta el cuello en el asunto; o lo terminaba, o se moría. Era su deber y tenía que cumplirlo, fin.
- Mira quién está aquí -escucho la voz de Murphy y se giró para verlo de frente. Parecía estar borracho, al igual que Jasper que estaba detrás de él-. Lexa, Lexa, Heda.
- Hey, chicos -los saludó con la mejor sonrisa que pudo forzar-. ¿Qué hacen por aquí?
- No eres la única que viene a estos lugares, Heda. Ya sabemos lo que has estado haciendo este tiempo -su amigo de ojos azules cambió su semblante por completo, tornándose más agresivo-. Andas vendiendo maldita droga, metiéndote buena plata, ¿y no nos has dicho nada?
- Qué egoísta eres, Lexa -la desprestigió Jasper en apoyo a Murphy.
Lexa pestañeó sin poder creerse esa escenita. Ellos no tenían por qué reclamarle nada.
- Consíguenos un poco y te perdonamos -Murphy le sonrió encantadoramente, poniendo ojitos y jurando que eso funcionaría con Lexa.
- Olvídalo, Murphy -los esquivó, continuando su camino hasta dónde estaría Nia. Tenía los nervios a flor de piel y no quería que se le notara-. Tengo que irme. Nos vemos luego.
- No vas a ningún lado -Jasper la retuvo por el brazo y Lexa le dio una mirada de advertencia. Le arrancaría la mano si no se la quitaba ya de encima.
No podían venir a joderla justo en ese momento, no cuando acababa de ver a su ángel a punto de revolcarse con otro, no cuando se jugaba la vida por colaborar con la policía, no cuando iba camino a hundir a Nia Cold.
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Ángel | La amiga de mi hermana (Clexa)
FanfictionLa mayoría de las veces, el proceso para descubrir tu sexualidad "diferente" a lo que la sociedad considera "normal" puede ser lioso, sobre todo cuando te enamoras de la persona más errónea en la faz de la tierra. Y no me refiero al sexo, eso es sol...