Era demasiado perfecto para ser verdad

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Ya hacia un tiempo después del dichoso acontecimiento que marco la vida histórica y social del reino Arendelle gobernado por una joven monarca, Elsa, ese era el nombre de la susodicha, mejor conocida como la Reina de la nieves.

Como muchos sabrán, ella y su leal hermana menor, fueron atentadas por el Príncipe Hans de las Islas del Sur, gran título para una patraña como él, o al menos eso decía su ex prometida Anna.

Tras varias solicitudes y suplicas por parte del reino sureño, la bondadosa soberana decidió darle una segunda oportunidad al que alguna vez intento matarla y de pronto se volvió en el amor se su vida. En cierta parte fue un grave error volver a confiar en alguien que a kilómetros se notaba que no era de fiar. Pero como todo ser humano, se llegan a cometer errores y tomar malas desiciones que al fin y al cabo siempre traen consigo una enseñansa ya sea para bien o para mal.

Elsa y Hans después de lo ocurrido en Arendelle empezaron a tener un lindo romance el cual a Anna no le terminaba de cuadrar pero lo aceptaba por ver feliz a su hermana mayor. Como comúnmente dicen "Era demasiado perfecto para ser verdad" o al menos eso parecía. La relación entre ellos era hermosa, preciosa, divina, bastante buena para ser exactos, a decir verdad estaban a un mes de contraer matrimonio pues nunca discutían, parecería que serían felices para siempre como un cuento de hadas, pero como todo lo bueno empieza, también llega a su final, y al respecto esta no fue la excepción.

Habían pasado ya varios meses desde la coronación de Elsa y como anteriormente fue mencionado, Hans tuvo que quedarse un par de años en Arendelle por los crímenes que cometió y tenía que pagar su condena así que se volvió el asistente personal de la reina, con el tiempo empezó a tomarle mucho cariño y afecto, de igual manera ella a él, un criminal, un asesino; pero ese no fue ningún impedimento para que un sentimiento muy fuerte naciera en su helado corazón invernal.

Un día común y corriente salieron a cabalgar y se pasaron toda la tarde fuera del castillo, ya había anochecido para entonces.

-Hans ya es tarde, mejor hay que regresar- propuso la albina algo preocupada por la hora en la que se encontraban y el sitio.

-Está bien cariño, pero antes necesito decirte algo muy importante- mencionó un poco nervioso, esperaba una buena reacción por parte de su nueva prometida.

-Claro, ¿qué sucede amor?- contestó con dulzura.

-Me temo que tendré que irme por un tiempo a las Islas del Sur, pero hay un problema- anunció lamentandose por su inesperada partida.

-¿De qué problema hablas? ¿Cuántos días?- cuestionó muy desconcertada por la imprescindible noticia.

-Querida perdón pero me temo que no serán días, sino semanas, ¿crees que podamos retrasar la boda 3 meses más?- dijo dudoso por cierta petición imprevista.

-¿Qué?- dijo la ojiazul al borde de enfadarse. En ese momento sintió un gran bajón emocional, no sabía como reaccionar, prácticamente le estaba diciendo su futuro esposo que no se podía casar con ella hasta dentro de 3 meses. ¿Era en serio?, no podía creer cierto acontecimiento.

-Amor, por favor comprendeme, necesito salir de Arendelle, son cosas muy complicadas, mi reino esta a punto de caer en bancarrota y me tengo que ir pasado mañana- exclamó el pelirrojo tratando de tranqulizarse, su paciencia se estaba agotando.

Elsa intentaba regalarse para no estallar y que todo se complicará más de lo que ahora se encontraba -¿Al menos puedo acompañarte?- fue lo último que cuestiono la albina.

-Qué más quisiera yo, es un asunto muy delicado, no quiero arriesgarte- lamento de nuevo el sureño.

-Bien- concluyó seria retomando su tono autoritario.

Helsa- One Shot "Era demasiado perfecto para ser verdad"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora