Red

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Hoy es un día cualquiera en Samezuka, no ha pasado nada novedoso, no he hecho nada malo, y aún así siento algo extraño en el ambiente. Ah, ahí está Rin. Me está mirando con una expresión rara, casi incómoda.

Me paso la mano por la cabeza, a lo mejor es que estoy despeinado. Camino y llego al borde de la piscina, donde él está sentado.

-Hey

-Ah... Hola, Sousuke. -Está hablando medio entrecortadamente, como nervioso.

-¿Está todo bien?

-Sí, sí. Todo perfecto. ¿Dónde te metiste? Estábamos esperándote para practicar el relevo.

-Es que después de clase me entró hambre.

-Bueno, no importa... ¿Pero qué esperas? Acaba de entrar.

Me meto en el agua y lo miro, pero evita mis ojos. ¿Qué le pasa?

-Rin... ¿seguro que todo está bien?

-Ya te dije que sí.

-Oye... -Estoy convencido de que algo va mal.

-Sousuke... ¡A nadar! Vaya, pero qué vago estás hoy...

Ni modo, pues a nadar. Entrenamos durante casi tres horas, y cuando terminamos estábamos exhaustos. Después de bañarme salí a dar una vuelta por los jardines de la escuela, a veces me hace falta un cambio de aire.

Estoy realmente preocupado. Nunca me ha importado mucho que los demás se molesten conmigo, no soy de esos que le dan mil vueltas a cada pequeño error que cometan, y para ser honesto, no es que me tome muy en serio la impresión que le cause al resto del mundo. Pero existe una única excepción, y ese es Rin.

Vaya que soy obsesivo con hacerlo todo correctamente frente a él, con ser perfecto por fuera y por dentro, pero aparentemente mis esfuerzos no son suficientes.

Me muero de la preocupación. Siempre me pasa lo mismo. Cada vez que Rin muestra un ápice de enfado, o si tan siquiera cambia repentinamente de humor, ya me estoy rompiendo la cabeza, intentando recordar qué fue lo que hice mal.

Y esta vez no es diferente. Ahora mismo, con el frío viento nocturno chocando contra mi cara y agitando mi cabello, con las hojas de los árboles alborotándose a mi alrededor, con los faroles del jardín proyectando una tenue luz sobre el suelo, con la soledad y el cielo inundado de estrellas, no puedo dejar de sentir que en algún momento de este día que acaba de pasar cometí un error garrafal, irreversible, fatal, horrendo... y ni siquiera se me ocurre una pista de cuál es.

-Sousuke... -Su voz, que a mis oídos resulta dulce y viril a la vez, me devuelve a la realidad.- ¿Qué haces?

-Ah... Nada, sólo tomaba un poco de aire fresco. -Se sienta en el banco, junto a mí.

Nos quedamos un largo rato en silencio. No sé por dónde empezar, no tengo la menor idea de por qué debería disculparme, así que simplemente voy a dejar que él hable primero.

-Hey... -Me estremezco un poco. No sé qué esperar, a lo mejor un reproche, una recriminación, tal vez terminemos discutiendo. Aah... ¡que hable ya!- Em... ¿Cuál es tu color favorito?

-Eh? -No puedo evitar sorprenderme por la pregunta tan totalmente inesperada que acaba de hacerme.

-T-Tu color favorito... Sólo responde, ¿quieres? -Mira fijamente al suelo, y con la oscuridad y sus múltiples cabellos cubriéndolo, no puedo ver su cara. Aún no entiendo a qué viene la pregunta, pero qué más da, no cuesta nada responder.

Red (Sousuke x Rin)Where stories live. Discover now