Esta historia solo tiene una parte porque es una que hice para clase, espero que os guste xx :)
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Por fin llego el día, me mudaba a Londres con mis padres y al fin llegó el último curso de la universidad. Siempre quise irme a vivir a Londres, pero nunca me pare a pensar en lo difícil que sería dejar a mis amigos, mejor dicho a mi única amiga ya que solo tenía una. Sí, yo era la típica marginada del curso que se pasaba la vida en la biblioteca o tocando su guitarra mientras componía canciones.
No tenía ni idea de que en Londres pudiera encontrara a alguien que me quisiera tal y como soy, pero lo encontré y por culpa de un mensaje lo perdí…
Primer día de clase, me levante de la cama y fui a darme una ducha, baje las escaleras y mis padres no estaban- que raro- pensé. Mis padres viajan mucho por trabajo y aveces parecia que vivia sola, pero ya estoy más que acostumbrada pues llevo así desde los diez años.
Cogí mi mochila y me subí a mi coche, la universidad no estaba muy lejos de mi casa, en quince minutos me encontraba aparcando al lado de la universidad. Me baje del coche y me dirigí a mi primera clase, biología. Llegue al aula y el profesor no había llegado, los alumnos estaban subidos por las mesas y tirando bolas de papel a excepción de un grupo de chicas que se estaban maquillando. Me dirigí al asiento del fondo y me quede sentada. Pocos minutos después entro el profesor en el aula. Era alto, delgado, canoso y tendría unos cincuenta años más o menos. Se puso a sacar las cosas de su maletín y llamaron a la puerta. Era un chico alto, rubio de ojos azules y guapo, muy guapo.
- Señorito Tomlinson, llega tarde- dijo el profesor
- Lo sé profesor, pero ya sabe usted, colocarse este pelo lleva su tiempo- dijo el chico tocándose el pelo y sonriendo.
- Venga y siéntese al lado de la señorita Gómez y que no se vuelva a repetir.- añadió el profesor
El chico rubio se acercó a mi sitio y se sentó a mi lado, me sonrió y yo le devolví una sonrisa. Entonces el profesor me llamo, claro, ahora tendría que presentarme ante toda la clase.
- Bueno señorita Gómez, preséntese.
- Me llamo Ana, soy de España y vivo con mis padre- dije algo nerviosa y el profesor me miro como diciéndome “di algo mas”- Me gusta tocar la guitarra y componer música y mi asignatura favorita es matemáticas- el profesor asintió y yo me fui a mi asiento mientras tenía los ojos de los compañeros clavados en mí, odiaba que la gente me mirase tan indiscretamente.
La clase se me paso rápido y cuando salía por la puerta un compañero me llamo y estuve hablando con él. Luego fui a mi taquilla y para mi suerte me choque con algo, mejor dicho con alguien y mis libros cayeron al suelo.
- Perdón- dije agachándome para coger los libros
- ¡Pero tú eres tonta niña! ¡Mira por dónde vas!
- Y-yo lo-lo siento – dije entre cortada y subiendo la cabeza para ver quién era. Cuando subí la cabeza vi al chico de la clase anterior, el rubio de ojos azules. Parecía majo, pero ya veo que me equivoque.
Cogí mis cosas y me fui a mi siguiente clase. La mañana se pasó rápido aunque con algún que otro insulto por parte del grupito de pijas. A la hora de irme me volví a cruzar con el chico rubio y se acercó a mí.
- ¡Ana!- me llamo pero le ignore y seguí mi camino- ¡Ana espera!- volvió a gritar y me pare
- Que quieres- le dije seca y de mala manera.