El primer adios

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Desde el punto de vista de Dan:
Después de tanto tiempo, soportando lo mismo, por fin será el día en el que pueda ser independiente y estar en paz. Estaba tranquilo hasta que mi mamá decidió abrir la boca
-No seas así Dan, no te vayas a vivir solo. Que será de ti? Y... que será de mi.
Se le notaba la tristeza en la voz, pero no podía ceder.
-No puedo quedarme, ya no más... lo siento.
Dije intentando que me diera la razón, pero ella volvió a abrir la boca para darme donde más me dolía, hace años que no lo mencionaba.
-Prométeme que te cuidaras y me vendrás a visitar, tu hermano no lo prometió y nunca quiso regresar
Sus palabras solo provocaron en mi una mueca de dolor.
- No hables de mi hermano, tuvo sus razones!
-Solo quería dejarnos, sé que las cosas no eran y no son fáciles, pero solo huyó.
La rabia me inundaba y no quería lastimarla a ella, seguía siendo mi madre. La rabia que tenía salió en un golpe hacia la pared, solo empecé a sentir algo caliente chorreando de mi mano hacia el suelo.
-Que carajos sabes tú de el!, el se fue por ti, para que viviéramos mejor! Joder!
-Tu... mano.
Dijo mi madre señalando mi mano con unos ojos de asombro y temor.
Al voltear a ver mi mano, me encontré con un manto rojo cubriéndola, en el suelo de madera clara, destacaban las gotas de sangre derramadas.
-Ya me voy.
-Déjame al menos curar tu mano
Solo asentí.
Fue por unas vendas y alcohol a la cocina, me limpio la herida la cual era más grande de lo que yo imagine, el dolor del alcohol goteando por mi mano, no era nada comparando con el dolor que sentía. Finalmente solo vendo mi mano.
-Termine hijo.
-Bueno, ya me voy
Agarre mi maleta y salí, justo antes de cerrar la puerta, asome la cabeza para final mente decirle.
-Lo prometo
Tome el primer taxi que encontré, en el camino cheque mi celular el cual tenía dos mensajes de mis amigos.
Dev: El chico de mama por fin salió de casa, eso es chico, algún día tendrás que invitarme.
Dev, era la chica con la cual había salido meses atrás, nunca sentí nada por ella, al igual que por ninguna otra chica, quedamos como amigos.
Y el otro mensaje.
Alex: Amigo, felicidades, eres libre. Sabes, me enteré de que llega una chica nueva mañana y que está muy bien.
-Otra chica, igual a todas.
Lo pensé en voz alta, para mi sorpresa el taxista hablo.
-No todas son iguales chico, algún día encontrarás a una por la cual sentirás de todo, desde odio a los que la miren hasta amor a ti mismo porque gracias a como eres ella se te acercó.
Se ve que sabe de lo que habla pero las chicas, la verdad no me importa salir o no salir con una.
-Lo dudo.
Solo vi la sonrisa divertida del taxista por el espejo. Al cabo de unos minutos llegamos.
-Llegamos chico.
-Cuanto es?.
-No te preocupes, después me pagas.
-Gracias.
Baje mis maletas y entre a los departamentos, justo antes de que el elevador cerrará, puse el pie. Vi a una chica a la cual no le di importancia, bajo varios pisos antes que yo.
-Por fin en casa
Suspiré de alivio hasta que vi a Dev, Alex y a Scott.
-Hola chico
-Hola, que hacen aquí
-Queríamos darte la bienvenida
-Gracias chicos
Dije con una voz que parecía molesta e incómoda.
-Oye Dan, quieres venir con nosotros a una fiesta?
Dijo Dev con un tremendo entusiasmo y con una cara de buena chica.
-Está bien
Finalmente dije resignado.
-Ese es nuestro chico.
Solamente tomamos unos tragos, pero eso me bastó para ponerme borracho.
Llegue a mi casa tambaleándome junto con Dev.
-Dan, vamos a pasar la noche juntos
En su voz se le notaba la lujuria, pero yo no me quería dejar llevar
-Hoy no Dev, me siento cansado, aparte, somos amigos.
-Vas a terminar solo Dan, no aceptas a nadie joder.
Lo dijo con rabia y rencor.
-No me interesa, jamás me ha interesado.
- Joder Dan, no vez que me puedes tener a mi?
-No estoy interesado.
-Nunca te ha interesado nada, por eso tu hermano los dejo y tú no hiciste nada.
Que le pasa a esta cría que trata de lastimarme hablando de mi hermano, lo consigue con su tono de burla.
Solo agacho la cara con una sombría mirada en la cual se ve tristeza, dolor y rabia.
-Lárgate Devon
Lo dije lo más tranquilo que pude
-Que?
-Joder! Que te largues!
- Está bien Dan, te vas a arrepentir, jodete!
Finalmente esa chica, igual a todas, salió de mi casa y por fin dejara de molestarme.
Me fui arrastrando a mi cama a dormir, deseando despertar sin dolor de cabeza para llegar a clases.

Conociendo nuestras heridasWhere stories live. Discover now