Innocence »Shawn Mendes

05. "Inconformidad"

Hoy había tenido una estúpida discusión con mi madre, ella me decía que debía dejar a Shawn, siempre me lo recordaba, y nunca podía parar de preguntarme ¿para qué me citaba a verla? ¿para seguir criticando mi forma de vivir y seguirme alejando de lo que me gusta y hace feliz? Oh no, no lo permitiría.

Por más que la quisiera y todo lo demás, no podía permitir que me hiciera esto, no a mí, no lo merezco.

Ella dice que debo dejar a Shawn porque ya ha llegado el año en el que se irá de gira, según ella me dejará o se olvidará de mí con el pasar del tiempo y luego, cuando vuelva de su tour, va a llegarme con una gran disculpa y un "terminamos", para luego marcharse y dejarme echa un mar de lágrimas.

Pero yo sabía que Shawn no era de esos, yo sentía que él no iba a hacerme eso. El problema era que yo sí confiaba en él, pero mi madre no, y eso me hacía querer gritar de rabia.

Además, se pasaba la mitad de la conversación criticando cada error que veía en mí, incluso, decía que me estaba viendo más gorda, que debía bajar de peso o iba a rodar. Jamás dejaba de mirar con desagrado el pequeño rollito que se me nota cuando encorvo un poco la espalda.

Azoté la puerta cuando llegué al departamento y dejé mi bolso en una de las sillas de la cocina, arrojándome al sofá de brazos cruzados, mientras me repetía que no debía pensar mucho en lo que me dijese mi madre. A veces es tu punto de vista el que está bien, lo que digan los demás puede sobrar.

Me coloqué los auriculares y puse a reproducir Act like you love me de Shawn. Al instante cerré los ojos disfrutando de la melodía y la tranquilidad que me brindaba su voz, sumiéndome en un oscuro lugar donde sólo podía oír su voz, oírlo a él cantar y liberar sus sentimientos a través de una canción. Era increíble como podía lograr que mi mal humor se esfumara en cuestión de minutos.

De un momento a otro, sentí como apartaban un auricular de mi oído y un lado del sofá se hundía, haciéndome abrir los ojos, encontrándome a Shawn a mi lado con un auricular puesto.

—¿Estabas dormida? —cuestionó mirándome con una sonrisita tierna, sus mejillas estaban rojas como siempre y un pequeño rayo de sol del atardecer alumbraba justamente en sus ojos, haciéndolo ver aún más lindo.

—No —negué besando su mejilla—. ¿Qué hiciste hoy?

—Un live en instagram, cantar un poco más solo y pues... más nada —contó rodando los ojos—. ¿Y tú?  ¿cómo te fue con tu madre?

Suspiré dejándome caer en el sofá. —Mal, pésimo, horrible.

—¿Por qué?

—Dice que estoy gorda —Shawn resopló—. Y que me vas a dejar cuando te vayas al tour, porque quizá te olvides de mí al dejar de verme todos los días, que quizás puedes ver chicas mejores en otros países...

—Sabes que no es así —me detuvo entrelazando nuestros dedos, never be alone comenzó a sonar—. Sabes que no hay nada ni nadie que pueda remplazarte, Kyara. Confía en mí, jamás te haría daño.

—Lo sé. Confío en ti —. Dije ahora mirándolo, su rostro lucía preocupado; por supuesto que no le agradaba la idea de que mi madre no parara de dudar de él por ser un chico famoso y joven, sentía que en algún momento me obligaría a dejarlo y él, obviamente, no quería eso, y yo menos.

—Yo haré lo posible por venir a verte en alguno de mis descansos, haré lo posible porque tu madre confíe en mí —comenzó a decir—. Te extrañaré demasiado y quiero que ella note lo importante que eres para mí.

Sentí un revoltijo de sentimientos revolotear como mariposas en mi estómago, sentí un calor recorrer mis mejillas cuando estuvo hablando. ¿Cómo es que alguien podía ser tan tierno?

—No, no —negué repetitivas veces—. Yo trataré de ir a verte, tú descansa, lo vas a necesitar mucho más que yo.

—Te pagaré los pasajes.

—Shawn...

—Por favor —rogó dejando un beso en la punta de mi nariz, provocando que la arrugara un poco y riera bajito—. Quiero demostrarle a tu madre que puedo ser mejor, ¿sí?

—Está bien —me rendí—. Pero tendré que compensártelo luego.

—Con que me hagas pasar buenas tardes está bien —sonrió besando cortamente mis labios—. Y sabes con qué me refiero a buenas tardes.

Reí y él me besó de nuevo, su voz de fondo, él aquí conmigo. Todo era perfecto.