—Si Matt, ya estoy en camino... —resoplé acomodando mejor la caja que sostenía para con una mano, tomar el teléfono—...¡Que si! Si traigo todo... Oh ¿Que? Lo siento, la señal... No se... Que... —colgando metí el teléfono en mi bolsillo del pantalón riendo por lo bajo por lo que acababa de hacer.
Cuando Matt se proponía ser muy insistente, en verdad se lo proponía.
Sostuve mejor la caja con varias cosas que Matt me había pedido que trajera de su oficina, ya que su auto aun no estaba reparado.
Las puertas del elevador se abrieron dejándome salir de este. Saliendo del edificio donde trabajaba Matt, me encaminé hacia la banqueta para así llegar a mi auto.
Reí divertido al sentir mi teléfono vibrar en mi bolsillo sabiendo ya que un Matt irritable llamaba. Iba a tomarlo pero un golpe me llegó de imprevisto haciendo que todo lo que la caja tenía, estuvieran ahora esparcidas en el asfalto.
—Oh Dios, yo en verdad lo lamento... —una chica castaña en frente de mi se disculpaba al momento en que se hincaba para empezar a recoger las cosas y ponerlas de vuelta en la caja al igual que ella recogía lo poco que había salido de su bolsa—... Iba muy apurada, lo lamento tanto.
Me puse al mismo nivel que ella para comenzar a recoger—. Tranquila, no pasa nada.
—Lo siento en verdad —ella siguió disculpándose. La miré ahora estando cercas. Aquel flequillo tapaba parte de sus ojos, pero aun asi no impedía que no notase aquel color café en sus ojos, sus mejillas un tanto rosadas se hacían notar al momento en que inflaba un poco de ellas para hacer un resoplido. Era linda.
Alzó la vista dándose cuenta de que la miraba. Bajé la vista metiendo todo lo más rápido posible. Tomé un teléfono que estaba entre las cosas, la pantalla se encontraba rota.
—Oh no —murmuró ella mirándolo para luego tomarlo—. Mi teléfono—suspiró para luego meterlo en su bolsa. Con todo ya en la caja me puse de pie al igual que ella no dándome el tiempo de ayudarla.
—Bueno, disculpa en verdad esto, y si te retrasé —dijo ajustándose aquella bolsa.
—No importa, pero, espera —me miró—. Tu teléfono, lo siento en verdad.
Ella negó—. No te preocupes solo es algo material.
—Pero lo siento, puedo pagarte por ello.
—Como dije, no te preocupes yo tengo que...
—En verdad —dije insistente. Me sentía mal de alguna forma. Había estropeado su teléfono, hoy en día era lo que más se utilizaba—. No tengo tiempo de ir a por otro pero, al menos ten mi número para pagarte por ello—hizo una mueca para comenzar a insistir pero la interrumpí—. Insisto.
—Bien —murmuró—. No tengo donde anotar.
Mire entre las cosas que había en la caja. Tomé un lápiz que había ahí para luego tomar un pedazo de papel de las carpetas de Matt.
—Toma —le entregué aquel papelito con el numero. Me miró y asintió guardándolo.
—Gracias y en verdad disculpa de nuevo —Y sin más se alejó apresurada para alzando el brazo, llamó a detener un taxi y subió en este alejándose.
—Ten un buen día también —respondí sarcástico.
Caminé de nuevo con la caja en brazos acercándome al auto. Quitándole el seguro subí en este dejando la caja en el asiento del copiloto.
Saqué el teléfono de mi bolsillo al momento en que comenzaba a vibrar de nuevo.
—¡Ya voy! —grité encendiendo el auto—. Enserio Matt, eres peor que una chica cuando está en sus días —y peleando con Matt por teléfono, comencé a manejar.
(...)
—Aquí están —deje las cosas en la mesa que permanecía en medio de su sala. Me senté en el sillón recargando mi cabeza en el respaldo.
—Gracias Dylan, en verdad lo necesitaba para terminar el trabajo —contestó sacando varias carpetas de la caja.
Me volví a acomodar mejor en el sillón cuando mi teléfono comenzaba a sonar.
—Alguien te llama —dijo sacando otras carpetas.
Resoplé—. ¿Enserio? No me había dado cuenta —lo miré mal y divertido a la vez para luego contestar—. ¿Hola?
—Oh, gracias a Dios, creí que no contestaría.
—¿Que? —fruncí el ceño—. ¿Quien habla?
—¡Joven! Lo lamento, estoy muy nerviosa y apurada. Llamé a su esposa pero no contestó, así que decidí llamarlo a usted ya que venía aquí su numero también —¿Esposa? Pero que es esto.
—Esque...
—No habíamos tenido la oportunidad de hablar joven, soy la niñera de su hijo... Bueno apenas llevo un día pero... Como sea, el asunto es que me salió una emergencia y tuve que traer al bebé conmigo.
¿Hijo? ¿Bebé?
—¿Mi hijo? —pregunte confuso llamando la atención de Matt—. Pero esque no se...
—¡Cierto! —gritó haciéndome saltar llamando aun más la atención de Matt—. En unos minutos le envio la dirección de mi casa para que venga por el pequeño.
—No no...
—Nos vemos en unos minutos —y sin más colgó.
¿Pero que rayos había sido todo eso?
—Dylan ¿Que pasa? —preguntó Matt mientras yo seguía mirando aquel teléfono en mi mano.
El teléfono sonó avisando la llegada de un mensaje.
Con terror, porque la verdad es que tenía un poco de miedo, abrí el mensaje.
Una dirección con un "su hijo y yo lo esperamos" aparecían en la pantalla.
—Que pasa —preguntó Matt acercándose para mirar el teléfono. Levantó su vista de golpe al ver lo que decía.
—Ahh... Yo, creo que tengo que ir por mi hijo —dije haciéndolo sonar más como una pregunta, mi voz se escuchaba entrecortada.
Comencé a reír tal y como lo hacía cuando me ponía muy nervioso para luego solo escuchar el grito de Matt llamándome y mi vista comenzara a nublarse.
N/a: ¡Hola! Bueno, aquí hay otra historia que tenía en mente, como ven es con Dylan O'brien, no me pude resistir. Aun no estoy muy segura de esta, asi que será como un borrador esta historia. Será, espero la mayoría, de humor. Asi que, a quienes lleguen a leerla espero sus comentarios, muchas gracias, all the love-. Bebsy
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Papá por Accidente » Dylan O'Brien
HumorÉl creía ya saberlo todo. Él no estaba preparado para ello. Él nunca pensó que ser papá fuera tan difícil.