Capítulo 24.

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Después de recibir tremenda reprendida por parte de Michael, Lisa se ve rendida y ofendida ante la situación. Parece que su plan no ha sido del todo bien o como ella lo había pensando. Ya no sabía que más hacer, su soberbia y maldad se le acababa de a poco.

Así pasó una semana, María, quién tras de haber leído la carta que le mandó Michael, tomó la decisión definitiva de arreglar las maletas para irse de vuelta a California; donde su querido amado, la esperaba. Él convencido, de que esto jamás pasaría, ahogado en su pena, su hermana con ganas de soltarle la sopa y decirle que seguro María volverá en cualquier momento. Su amiga Sofía le daba mucha fuerza de voluntad para seguir adelante con su plan de recuperar todo el tiempo que perdido a causa de las macabras cosas de Lisa y el carácter de Joe.

Obviamente, ella iría directo a la casa de Encino, donde los padres de Michael se ubican, para poder enfrentar el problema... Luego de ahí, iría a Neverland, sin importar lo que sucediese.

Con maletas ya hechas y ella arreglada con uno de sus mejores vestidos, se recogió el cabello en una coleta, se maquilló un poco y se dirigió al aeropuerto en compañía de su mejor amiga, Sofía. ¡Aquí vamos! 

—¿Estás nerviosa? —Preguntó su amiga, observando a María algo temblorosa.

—Un poco —La miró y sonrió levemente mientras sacaba de los bolsillos de su vestido aquel dije que le había obsequiado a Michael antes para colgárselo en el cuello— Creo que esto ayudará un poco.

—Seguro que sí —Sofía posó una mano sobre el hombro de su amiga, dándole un par de palmaditas para tranquilizarla.

Recorrieron todo New York. Su amiga, agacha un poco la cabeza en señal de que extrañará mucho aquella ciudad que la vio trabajar duro y con sacrificio, pero María la convenció en ir con ella, para que su lucha no se viera tan solitaria. Al fin de cuentas era una lucha de ella y su corazón. Sin embargo quería que su amiga, fuera testigo de todo eso.

~***~

Santa Bárbara, California. Neverland

Por otro lado, Michael se metió algo furioso al cuarto por aquel reclamo que le hizo Lisa al regresar de paseo con Liz. Liz fue detrás de él, pero claro, después de haber reprendido a Lisa. Liz paró en la puerta y escuchó una algarabía en el cuarto de Michael, ella tocó con sus nudillos la puerta un par de veces y Michael, miró rápidamente a la puerta.

—¡Déjame en paz! —Exclamó furioso, siguiendo tirando cosas por todo el cuarto, revolcando la cama y quebrando cosas.

—Michael, no puedo dejarte así. Sal de ahí —Inquirió Liz, quién tenía algo de miedo de entrar al cuarto.

—¡No saldré, no quiero!

—Michael, por favor —Liz, insistió una vez más— Hablemos.

—¡Qué no! —Grita y se siente como se descarga en la cama a sollozar. Liz no le quedó más remedio que suspirar y dejarlo tranquilo. Menuda noche la que le espera a Michael.

Liz tomó un papel y un bolígrafo, allí le escribió las buenas noches a Michael y se lo lanzó por debajo de la puerta. Se retiró y se fue a dormir, algo preocupada, se podía decir. Pasó así toda la semana, no salía del cuarto y tampoco probaba comida.

-***-

Hasta que por fin, llegó el día esperado, del cual, Michael no estaba enterado. Michael no salía del cuarto, no desayunaba, ni nada por el estilo. Janet, fue a visitar y sólo se encontró a Liz en la mesa.

—Hola Liz —Saludó Janet.

—Hola querida —Respondió con desanimo.

—¿Pasa algo? ¿Michael dónde está? —Preguntó angustiada y mirando por todos lados de la sala.

Casados a la fuerza © [TERMINADA] #Sakura2019Donde viven las historias. Descúbrelo ahora