La puerta esta abierta, a través de ella solo puedo apreciar la oscuridad, pero algo me atrae hacia esa incertidumbre, no sé si se pueda definir como el deseo a lo desconocido, pero me parece excitante el entrar.
Todos esos pensamientos desaparecieron y como si esa bruma oscura fuera un imán y yo un conjunto de fierros viejos, entré derecho y rápido. Miré a mi alrededor, todo lo empañaba esa seda negra pero podía darme cuenta que estoy en esa casa vieja.Empiezo a correr. Rápido. Derecho y sin saber a dónde me dirijo, subo las escaleras y la madera vieja cruje a mi paso, siento como me voy rompiendo, pero corro, aun corro. Voy por un largo pasillo lleno de ventanas abiertas y no sé si es el frio intenso o el calor rompe con mi piel, en este momento solo soy consciente de mis piernas y del saber que tengo que escapar. Me detengo.
Una niña esta al final del pasillo, me mira fijamente, afligida y yo quiero gritar, me parece imposible alcanzarla. En sus ojos puedo ver mi reflejo. Ella llora.—No me mires — susurro.
Todo se volvió blanco.
Jasper apareció frente a mi. Estaba preocupado, lo sentí.
—Alice...¿Qué viste?.
—Una niña Jasper, mire a un niña ¡Era tan pequeña y frágil! Era una muñequita. — estaba desconsolada.
Al ver crecer a Renesmee fui envidiando mucho mas a Bella y Edward, era maravilloso tener a mi sobrina, pero no era nuestra. Durante tantos años no comprendí lo que Rosalie estaba sintiendo. Para ella por supuesto Renesmee cambio su mundo, era como su segunda madre y satisfacio su deseo maternal.
Por mi parte miraba desde lejos con recelo las dulces escenas, me dolia recordar la primera vez que mire en una visión a Cinthya, como pude ver como mi madre la acunaba en su regazo. Defender hasta el ultimo momento a mi madre fue lo que me llevo a esta realidad, Ella me defendió hasta la muestre, yo quiero ese amor.Ya hacia un año que le platique mi deseó a Jasper, al principio se mostro inseguro, pero al cabo de unos meses me dio su aprobación, desde entonces mi cabeza y por lo tanto mi don, me ha hecho ver miles de situaciones en la que niños en su ultimo grito de espeanza piden a alguien que les de una mejor vida. Este año a sido malo, he recorrido el mundo en busca de un pequeño que salvar de las manos de la mala vida, pero siempre llego demasiado tarde.
La ultima fue en Italia. Un niño, Mario. Trabajaba en las calles, su madre había muerto, era un dia lluvioso. Ya lo había visto días antes. Jasper y yo viajamos lo mas rápido que pudimos para llegar en el momento exacto.
Al llegar Mario estaba muerto. Frio...y sin sangre.
Eso me había dejado bastante claro que todos los intentos no habían sido fallidos, habían sido intencionalmente estropeados.
Algo cambio en mi.
Habian pasado ya 3 meses desde ese ultimo intento. Y ver a esta niña después de 3 meses donde no mire a nadie me dio una esperanza.
Jasper me abrazaba. Me aparte y lo mire fijamente.—Es muy pronto, Alice. —suspiró — No quiero verte tan mal otra vez, cariño. Quiza la forma en que debemos protegerla es alejándonos de ella, aun no descubro quien es el que frustra nuestra búsqueda. no quiero arriesgarte.
El sabia que quería ir a buscarla, sabia que si me decía que sí me iria con el cambio de ropa que trajera puesto. Me sumergí en su pecho.
—Hablare con Eleazar y Carlise por la tarde ¿Bien?
ESTÁS LEYENDO
Memorias perdidas.
FanfictionDespues del nacimiento de Renesmee cada Cullen procuro seguir con su rutina sin imaginar lo que se aproximaba. Alice tiene un deseo y luchara hasta conseguirlo.