Al llegar al palacio, pidieron permiso para poder acceder a el, esperaron la orden y luego entraron. Rain había intentando soltar a brave de las amarras pero uno de los duendes la golpeó advirtiendole que si lo volvía hacer la gopearia más fuerte. Una vez dentro del Palacio, el Rey dio la orden para entrarán en la sala.
-¡oh mi querido rey! He venido a traerle estas hadas que se encontraban infiltradas en el pueblo.
-¡señor debe escucharme!-gritó rain.
-¿cómo te atreves a hablarle así al Rey?- dijo otro duende golpeandola con el látigo.- pídele disculpas.
-ya es suficiente.-hablo al fin el Rey.-¿que es lo que hacían en mi pueblo, sabiendo que nuestro Dios lo prohíbe?
-Owen nos ha Enviado mi señor.- dijo brave.- el desea que rain llegue hasta el pueblo de nieve lado oscuro para hablar conmigo.
-¿Owen?-dijo entre riéndose.- nadie jamás ha visto a Owen ¿por qué habría de creerte?
-por que es la verdad mi señor.
-encierrenlos.Dijo a los duendes mientras que rain y brave intentaban aún explicarle al rey, pero este no voltio ni siquiera a ver como se los llevaban. Llegaron a las mazamorras y los lanzaron dentro de esta. Comenzaron a pasear de un lado a otro pensando en que hacer. Miraron por todos lados y al fin pudieron ver un agujero por una parte alta de la jaula.
-bien, subiré ahí y luego te ayudo.
Le dijo a rain mientras apuntaba el agujero, se encontraba bastante alto y no había de donde agarrarse más que un fierro que de seguro rain no alcanzaria, pero brave si. Escaló y subió hasta llegar al agujero, se acomodó y luego miró hacia abajo.
-ahora lanzame el cáliz.
Le dijo estirando la mano. Rain aseguró el bolso para el cáliz no resbalará y luego se lo lanzó.
-ahora yo.-dijo rain.
-no, ahora yo seré el hada más poderosa de este mundo y tu te quedarás aquí.
-¿qué?
-así es querida, todo este tiempo lo único que he querido es el cáliz ¿o Creiste que te quería a ti?
-confíe en ti, creí que...- dijo con lágrimas en los ojos.
-¿qué sentía algo por ti?- dijo burlesco- claro que sentía algo por ti ¿quieres saber lo que era? Pena, eso sentía por ti.
-¡callate! No quiero escucharte.
-pobrecita, la pequeña se enamoró. Que tengas un lindo encierro amorcito.Fue lo último que dijo y desapareció del agujero. Rain se tiro al piso llorando, ya no sabía que creer, ni en quien confiar y lo peor de todo era que la persona a quien le había entregado toda la confianza, la había destrozado por completo. Se quedó tendida en el piso, hasta que simplemente se durmió.