Capitulo 5: Grietas Del Ayer

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Narra Sebastián

Es alucinante como pasaron tantas cosas en una sola mañana, esto ya se siente como una mala novela escrita por una niña hormonal, es aquí cuando empiezo a hablarles sobre lo asqueroso de mi vida? O unas escenas malas de sexo? Imagínatelo ya tengo el título, Sebastián y tú se llamara, entonces mi vida se remonta a cuando mis padres no me entendían.

-Estás listo para tu consulta galán- entro Maru en la habitación mientras aseguraba la puerta y se desabrochaba la ropa.

-Muy bien me como mis propias palabras- dije mientras Maru se acercaba

-Estás listo hermanito?- dijo Maru extendiendo sus manos hacia mi

-Aléjate de mí en este preciso instante- dijo con un tono fuerte y una mirada seria haciendo que Maru se parara en seco.

-Pe...pero qué coño? Acaso no quieres?- dijo ella mientras se volvía a poner su ropa.

-Aún recuerdo lo que me hiciste, te veo solo como mi hermana nada mas- dije mientras me levantaba de la camilla

-Pero de verdad lo lamento- dijo ella mientras unas lágrimas se le escapaban

-Pero de verdad... no me importa- dije mientras le daba la espalda a Maru

Me puse mi ropa mientras Maru balbuceaba cosas sin sentido, el cómo me quería o como yo era importante para ella, yo sé muy bien que todas estas son palabras muertas, antes hubieran tenido efecto pero ahora sencillamente no les prestó atención, ella estaba obstruyendo el paso hacia la puerta a sí que con un movimiento suave y con toda la frialdad del mundo me fui de ahí ignorándola totalmente, al cruzar la puerta pude sentir que ella me jalo de la manga de mi sudadera pero la aparte de mi enseguida, lo último que escuche de ella al salir fue ¨Sebastián espera¨, no podrían importarme menos sus palabras, al salir de la clínica el sol me golpeaba en la cara cegándome por un momento, podía sentir como el viento movía mi cabello y veía a los arboles como si de una danza de hojas se tratara, por un momento pensé en caminar sin rumbo fijo pero esto me pareció ridículo. Me senté en la pequeña plaza del pueblo para aclarar mis pensamientos, toda la situación es agobiante. Llame a Sam para saber si estaba desocupado y me dijo que lo buscara frente a su casa.

Al llegar vi a Sam tratando de hacer trucos en su patineta

-Acaso buscas matarte? Porque los seguros no cubren animales- dije en tono de broma mientras me le acercaba.

-Muy gracioso pero ya viste tu cara?- dijo el mientras recogía su patineta.

Pasamos alrededor de 15 minutos haciendo bromas sobre el aspecto de cada uno, después de un rato nos sentamos y nos quedamos viendo el pequeño rio que cruza delante de la casa de Sam.

-Oye Sam recuerdas lo que paso con Maru?- le dije sin dejar de mirar el rio

-Pues nunca me lo dijiste recuerdas- dijo Sam con media sonrisa.

-Bueno es justo que lo sepas... después de todo la carga de esto me está matando- se lo dije bajando la mirada y abrazando mis rodillas.

-Dime que sucede- dijo el mientras ponía una mano en mi espalda

-BUENOOO SI INSISTES- dije levantando la voz y con una sonrisa fingida

-Pero que carajos?- dijo Sam... Si solo dijo eso.

-Bien Sam te contare la trágica historia llamada EL DIA QUE SEBASTIAN MURIO le dije como si estuviera a punto de narrarle una historia infantil.

Hace mucho tiempo en este mismo pueblo vivía un chico, Sebastián era su nombre, la vida de Sebastián era común y tranquila, mama y papa lo querían y tenía amigos en la escuela, pero un día como pasa en todos los matrimonios felices mama y papa se separaron y el pequeño Sebastián se quedó sin una presencia paterna durante toda su infancia, no lo mal entiendas su papa hacia lo posible por estar ahí pero no lo hacía muy bien.

Su padre trataba de pasar tiempo con él aunque Sebastián lo sentía como un desconocido y no ayudaba mucho que él se perdiera cosas como, su graduación de primaria y muchas otras, un día mama se consiguió a un amigo nuevo llamado Demetrius que trajo con él a una niña llamada Maru, Sebastián y Maru se divertían mucho, pasaron los años y los chicos cada vez eran más unidos pues crecieron juntos, en cierto momento Sebastián noto que Maru le empezaba a gustar y a ella también se le notaba que le gustaba Sebastián, paso el tiempo y las demostraciones de amor aumentaban y aumentaban, Sebastián paso de sentir que le gustaba a sentirse enamorado, Maru siempre le decía a Sebastián cuanto lo quería y cuanto le gustaba y eso lo hacía sentir bien, un día armado de valor Sebastián le confeso su amor pero Maru le dijo que tenía novio, confundido Sebastián le pregunto la razón de porque ella siempre decía que le gustaba Sebastián antes, la chica sencillamente respondió que era divertido verlo enamorado, le gustaba verlo comiendo de la palma de su mano pues se sentía deseada, el destrozado Sebastián se escondió debajo de su sarcasmo y amargura y más nunca salió, fin.

-...maldita desgraciada- Se limitó a decir Sam

-Lo sé- dije con una sonrisa ahora solo la veo como una hermana y no quiero hablar más del tema.

Note como Sam dudo por un momento, se le notaba en la cara que quería hablar de eso, quería ayudarme pero respeto mi decisión, en ese momento sentí como me abrazaba y yo me recostaba en su pecho, podía escuchar sus latidos mientras él me reconfortaba.

-Awwww podría hacer un fanfic yaoi con ustedes dos- dijo Abigail mientras se acercaba.

Al notar lo raro de la situación lance a Sam lejos de mí.

-Y cómo te decía hermano esa fue la llave que le hice al cuello mientras le decía ¨no asaltaras a esta viejita en mi guardia basura¨ en ese momento llego la nieta que tenía el trasero más grande que jamás vi- dijo Sam para tratar de disimular

-Danm a si se hace hermano- dije siguiéndole el juego

Abigail empezó a reír muy fuerte por lo ridículo de la situación, al verla no contuve la risa y la seguí, Sam tampoco aguanto mucho y comenzó a reírse.

-Ustedes me caen bien apropósito como se llaman? Yo soy Abigail- dijo ella mientras se secaba las lágrimas por tanto reír

-Yo soy Sam es un gusto- dijo el con una sonrisa

-Un gusto conocerte Sam- dijo ella devolviéndole la sonrisa

-Y yo soy Sebastián- dije uniéndome

-Ohh pequeño pervertido así que te llamas Sebastián eso es interesante- dijo ella con una sonrisa y con un tono de intriga.

Me miraba de arriba abajo con una sonrisa, algo raro está pasando

-uuuy que pasa aquí, ustedes tienen mucho que contarme- interrumpió Sam con un tono de pervertido.

-Ya tendremos tiempo pero ahora quieren hacer algo?- dijo Abigail juntando sus manos

Hablamos durante horas descubriendo que teníamos muchas cosas en común, me siento muy cómodo hablando con esta chica incluso ya olvide porque vine a ver a Sam en un principio, vaya este día es como una montaña rusa de emociones.

Almas EstaticasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora