"Mira quién es" dice Liam, señalando con su barbilla hacia la puerta.
Es uno de sus clientes habituales con ojos azules y sonrisa bonita. Louis.
Harry pasa una mano por su cabello, revisando su reflejo en el aluminio brillante de la máquina de espresso antes de levantar la vista para mirarlo más a fondo.
Louis camina hacia la caja registradora con confianza. Lleva una camiseta de color marrón que muestra sus clavículas y la parte superior de lo que a Harry le parece un pecho precioso. Harry deja que sus ojos se queden observando por un momento. Si le preguntan siempre puede decir que estaba tratando de averiguar que pone en el tatuaje.
Sin embargo, no cree que tenga que explicarse. Louis tiene muñecas delicadas y un signo igual de color azul pegado en su cartera, así que Harry piensa que puede, ya sabes, gustarle la atención.
Él también pidió 'de broma' el número de Harry las tres últimas veces que ha estado.
"¡Hazza!" exclama Louis.
"Mi nombre es 'Harry.' ¿Por qué no puedes recordar eso? Yo me acuerdo del tuyo, Louis." Harry dice, sonriendo.
"Harold, ¿verdad?" Pregunta Louis sacando una tarjeta de Starbucks de su maltratada cartera marrón.
"Lee la etiqueta" Harry le dice, señalando su pecho.
Louis se inclina y coloca su dedo justo al lado del de Harry. Está lo suficientemente cerca como para que Harry huela su colonia picante, o al menos, Harry piensa que es colonia. Olió un montón de desodorantes la semana pasada en la farmacia en busca del olor en vano.
"He olvidado cómo leer" dice Louis, mirando a Harry a los ojos y sacudiendo la cabeza.
Harry cruza los brazos sobre su pecho. "No lo has hecho."
"¡Que sí! Tienes que ayudarme, Harriet. ¿Qué bebida debo pedir? No puedo leer lo que está en especial" Louis insiste.
Harry se muerde el labio. Tiene una. "Pumpkin Spice Latte."
"No" dice Louis antes de que Harry pueda terminar de hablar.
"Vamos" dice Harry. "Tienes que pobrarlo. Lo prometiste."
El hombre que está haciendo cola detrás de Louis aclara su garganta. Harry quiere creer que está de acuerdo con él: Louis necesita probar esta bebida de temporada. Sin embargo, está probablemente impaciente por su dosis de cafeína mañanera.
"Lo compro para ti" dice Harry. "Junto con lo que realmente quieras." Él puede renunciar a su café sólo esta vez, para demostrar un punto.
"No puedo tomar tanta cafeína. Mi jefe me mataría" le dice Louis.
"Entonces déjame que te compre el latte" responde Harry, ya introduciendo su código.
Louis dobla las manos detrás de la cabeza, examinando de nuevo el menú, y su camisa se levanta ligeramente sobre su estómago. "Está bien" finalmente acepta.
Sin embargo, Louis vuelve a abrir su billetera.
"Déjame comprártelo. Ni siquiera sabes si te va a gustar." Harry presiona el botón de venta. No puede tomar el dinero de Louis, ahora. "Ya lo tengo. Retira tu dinero."
Louis inclina la cabeza mientras saca diez libras de su billetera y las deja caer en el frasco de propinas.
"No tienes que hacer eso" dice Harry, marcando el nombre de Louis en una taza. "Ya te he dicho que yo te lo compraba."
"Pero quiero" Louis guiña un ojo y el corazón de Harry revolotea.
Esto no son sólo bromas entre amigos. Por lo general, hay menos contacto y risitas. Además, a Louis casi seguro le gustan los chicos. Y Harry es un chico.
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A Cuppa Courage
FanfictionLiam patea la espinilla de Harry, cogiendo otra taza para llenarla. "Parece un buen partido, si te gustaran los chicos, quiero decir." Me gustan los chicos, Harry no dice, a pesar de que le gustaría gritarlo con todas sus fuerzas. ME GUSTAN LOS CHIC...