❤Especial - Yoongi❤

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Invierno - 22 de Diciembre de 2016.

Yoongi y yo estamos tumbados en cama. Mis padres no están en casa. Lo único que suena en la habitación es una melodía suave de piano que Yoongi ha querido poner de fondo, desde el tocador de discos antiguo que aún conservan mis padres. La ventana está entreabierta, dejando paso al aire con ese olor característico que deja la lluvia una vez que ha parado, aunque también frío. Desde mi posición soy capaz de ver un poco las estrellas y las luces de los edificios. Recorro con mi vista el paisaje que puedo ver, me encantan las escenas nocturnas.

El pequeño chico que tengo a mi lado se mueve ligeramente cambiándose de posición, soltando uno de sus característicos gruñidos.

—¿Qué haces...? —me pregunta vagamente, mientras intenta abrir sus pequeños ojos.

—Observar el cielo. —le contesto, rodando los míos.

—Mírame a mí. —ordena mientras me clava sus oscuros ojos.

Yo sonrío y le pongo la mano en la cara, impidiendo que me siga observando con esa mirada tan penetrante.

Él vuelve a gruñir, mientras se incorpora.

—¿Tan bonito es? —refunfuña mientras dirige su vista hacia la ventana.

El silencio se vuelve a apoderar de la habitación. De nuevo, lo único que se escucha es el débil sonido del piano entonando una melodía suave. Las estrellas brillan, jugando con nosotros y nuestros pensamientos. La calma nos arropa de repente, y Yoongi parece haber cambiado su expresión a una menos gruñona.

—Me gusta estar así contigo. —soy yo la que rompo el silencio y la tranquilidad del ambiente, para decirle una vez más a la persona que más quiero en mi vida lo importante que es para mí.

—A mi también. —responde, sin poder evitar que esa sonrisa de dientes pequeños y encías rosadas aparezca en su blanco y delicado rostro.

Noto como su cabeza se gira en mi dirección, clavándome la mirada. Yo le miro de vuelta, y no puedo evitar que mi corazón se salte un latido al ver la intensidad con la que me mira.

—Te quiero. —me dice, serio y decidido.

—Yo también, Yoongi. —sonrío y dejo escapar un tímida risita, no es fácil para él decir estas cosas, sin embargo sé que por mí diría hasta la cosa más cursi y empalagosa del mundo. Al igual que yo sería capaz de maldecir todas las veces que hiciera falta si él me lo pidiese.

Somos tan opuestos y a la vez tan iguales...

Levanto lentamente mi mano izquierda y la poso con cuidado sobre su pelo. Acaricio este tranquilamente, notando como Yoongi se relaja al instante y cierra los ojos por el placer que le causan mis caricias.

Su mano se posa sobre mi mejilla, acariciando a su par esta con sus dedos grandes y largos. En pocos minutos esta baja hasta mi cuello, provocando que eche la cabeza hacia atrás por el placer y me dé contra la cabecera de mi cama, provocando una carcajada en él.

—Mira que eres torpe... —sigue riéndo.

Yo hago un puchero, mientras refunfuño por lo bajo.

—Por lo menos yo sé cocinar un huevo frito. —me defiendo con una voz más aguda y cruzando mis brazos, a modo de indignamiento. Aún recuerdo aquel día que tuvimos la maravillosa idea de cocinar juntos, y cuando le dejé a cargo de freír un huevo, manchó toda la cocina sin siquiera haberlo puesto en la sartén.

Paró de reír y frunció su ceño, fulminándome con la mirada.

Se incorporó y se colocó encima de mí, arrinconándome contra el colchón.

Subí una ceja.

—¿Me vas a castigar? —mi tono era burlón, esbozando una sonrisa ladina cuando acabé de decir la frase.

Este rió roncamente.

—Como me conoces, bebé. —dijo para depositar un beso sobre mis labios. Estos estaban un poco ásperos al estar cortados por el frío, pero cualquier cosa que implicara a Min Yoongi no me podía molestar en lo absoluto.

Mi cuerpo se comenzó a calentar tal como la primera vez que lo hicimos. Tal como aquella maravillosa tarde en el salón de su casa, donde la inocente velada de ver una película juntos terminó por unirnos más que nunca y hacer aquel día inolvidable para mí.

Todo sería inolvidable y lo guardaría como oro en paño si se tratase de Yoongi.

Coloqué mis manos en su pequeña y delgada cintura, me gustaba ver cuanto podían abarcar a su vez mis pequeñas y delicadas manos.

Cada vez que gruñía era música para mis oídos, más incluso que la que seguía sonando en el tocador. Jugaba con los pendientes que tenía en las orejas, y me podría entretener horas tan solo con ese simple acto. Admirar sus gatunos y rasgados ojos, la profundidad de estos y como el deseo provoca en él que sus pupilas se ensachen, sus labios ligeramente rojos de tanto mordérselos o de tanto mordérselos yo; su, para mis ojos, perfecta nariz, sus delicadas y blancas piernas, sus largos brazos, su torso blanco... Todo para mí era perfecto en Min Yoongi.

Cuando acabó su "castigo" ambos nos dejamos caer en la cama, exhaustos.

—Deberíamos repetirlo mañana, aún no has tenido suficiente. —una sonrisa burlona apareció en su rostro. Su voz sonaba agitada, intentando recuperar el aire y regular su respiración.

—Estoy de acuerdo, pero ahora te haré sufrir yo a tí. —fruncí mi ceño, mientras le daba un ligero golpe en su desnudo hombro.

—¿Segura? No lo conseguirás. —rió.

—Te haré suplicarme, Yoongi. —me giré en la cama para quedarme de cara a él. Este imitó mi acto.

—Esperaré con ansias, entonces. —ambos volvimos a reír.

Esta vez fue él el que acarició mi cabeza lentamente, provocándome que el cansancio que tenía por haber jugado con él se multiplicara, dándome ganas de dormir.

—Duerme, Haneul. —susurró en mi oído.

Abrí los ojos y ví que él ya los tenía cerrados.

—Solo si tú también lo haces conmigo. —una sonrisa se volvió a apreciar en su rostro.

Pasó su mano por mi cara, obligándome a cerrar mis ojos.

—Eso siempre, amor. —mi cuerpo se estremeció ante sus palabras de cariño.

Me acerqué a él para sentir el calor de su cuerpo contra el mío. Me sentía arropada y relajada por notar su tacto contra mi cuerpo. Su pelo caía ligeramente en mi frente, propinándome el olor de su champú. Esbocé una sonrisa, pero pronto iba cayendo más y más en el sueño.

La respiración de Yoongi chocaba contra la mía, y eso aún me hacía sentirme más confortada.

Solo fue cuestión de minutos que ambos cayéramos en los brazos de morfeo.

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¿Os ha gustado?

Un especial antes del siguiente capítulo❤

Prodigies. ➳Min Yoongi.Where stories live. Discover now