María, una joven quien no podía avanzar sin inculcarle sabiduría a los niños de su establecimiento, ella cada día por más de 10 meses, se encontraba estudiando y completando carpetas para nunca terminar un tema.
Un viernes 18 de octubre de 2007 último día semanal, se encontraba explicando historia cuando una niña llamada marlen eleva su mano.
-Señorita. Si tenemos que poner en juego nuestros pensamientos, ¿como pondría los suyos?.
Ella después de tomarse unos minutos respondió...
-Creo que lo podríamos discutir otro día, continuemos con la clase.
Luego de varias semanas. Ya estaban concluyendo las clases y los niños comenzarían sus vacaciones, ella feliz de que tendría un descanso, empaco sus maletas y se dirigió a Berlín.
Feliz de su viaje, conoció y disfruto.
Al volver en el aeropuerto se encontró con Marlen, quien estaba apunto de viajar al mismo destino que su maestra.
Se saludan y la señorita le pregunta
-¿Que te llevo a querer conocer este hermoso lugar?
e inteligentemente ella responde
-Eso te lo podría contar en otro momento, ahora debo partir.