Fea

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Notas importantes:
Los personajes no me pertenecen, son propiedad de Scott Cawton. La trama sí.
Personajes principales: Chica, Toy Chica (Tochi) y Puppet.
Espero que lo disfruten como yo disfrute hacerlo.

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—¡Ey! ¡Bety la fea!

—¿Es... mujer? Creí que era hombre.

—Definitivamente salió a su padre, no me creo que sea tu hija.

Su respiración era agitada, se apretujo en ese pequeño cubículo en el que se escondía mientras planeaba como escapar de aquellos bravucones, pero la tarea era imposible. Ella es una simple mocosa débil y pequeña, una pequeña pollita a la vista de los coyotes. Se exaltó cuando escuchó su celular y contestó en susurros.

—¿Tochi?

—Sí, soy yo... ¿No me digas que te están molestando? Le diré a alguien que vaya a ayudarte no te preocupes. —Le dijo con molestia, odiaba que molestaran a su hermana mayor.

—No te preocupes, estaré bien... creo —respondió soltando un suspiro y levantándose, se supone que va bien en educación física así que no tenía que preocuparse. Ella, una rubia de cabello corto y algo quebrado, ojos morados y grandes, piel amarillenta aunque no era por enfermedad, así era la genética familiar, con unas cejas pobladas las cuales no la hacían ver mejor y algo rellenita, comía muy bien la pequeña. Se acercó a un espejo del baño y se vio.

Sus torturas diarias no mentían, pensaba, parecía hombre y uno muy feo. Soltando un suspiro abrió un poco la puerta y miró que los tipos esos estaban al fondo del pasillo, se dio ánimos y abrió de golpe, echándose a correr.

—¡Oye, monstruito, vuelve! —Escuchó el grito, no miró atrás porque sabía que se tropezaría y quedaría a su merced. Como pudo salió corriendo de la escuela con ellos pisándole los talones. Finalmente llego a su barrio agradeciendo por haberlos perdido y cuando estuvo frente a la puerta de su casa se alivió, paró de correr y se adentró a su hogar.

—¡Chica! —chilló su hermanita corriendo a abrazarla, la pequeña se veía de cuatro años.

—Hola, ¿ya comiste? —preguntó a su hermana con una sonrisa, era sólo unos cuantos centímetros más alta, aparte de fea y parecer hombre era enana, que rollo.

—¿No te hicieron nada? —murmuró preocupada, la mayor negó sonriendo tiernamente.

—Soy rápida —celebró. Su hermana dio un par de aplausos alegre.

—¡No he comido, vamos quiero comer con mi hermanita! —exclamó jalándola del brazo, la pequeña era rubia como su hermana pero con unos ojos azules brillantes y lindos, de nariz y boca pequeñas, con cejas menos pobladas, un rubor natural en el rostro, de piel blanca. Aparte, era más alta que las de su edad lo cual ya era un buen indicio.

Todo lo contrario al "Patito feo"

. . . 

Tochi estaba esperando en la sala junto a su madre, una mujer hermosa, rubia como sus hijas con ojos azules, de complexión delgada y piel amarillenta, un rubor natural en el rostro con una nariz y boca pequeñas, cejas pobladas pero bien arregladas con delineador.

—Llegue —avisó Chica dirigiéndose a su cuarto a paso apresurado.

—Ven aquí —dijo su madre sin verla, ocupada en una revista, a la mayor de las hermanas se le tenso el cuerpo, se dio media vuelta y se acercó a su progenitora con la vista baja—. Mírame a los ojos —ordenó poniéndola más nerviosa.

Un Cambio [FNAF]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora