De boda. Nos vamos de boda. Bueno, más bien dicho, se vienen de boda. Un compañero del trabajo de mi tío Charlie se casa con su prometida y el ha cedido el terreno/granja de mis abuelos, donde yo vivo, unos días para que realicen esa boda.
¿Eso que significa? Desconocidos. Desconocidos que probablemente no respeten nada de lo que no es suyo, y que causaran problemas.
No me gusta nada esta idea, pero debo respetarla, ya que les han dicho a mis abuelos que les darán una buena cantidad de dinero, y la necesitan, un terreno como este y sus animales no se mantiene con dinero que cae de los arboles.
El tío Charlie me ha explicado más o menos como irá la cosa; el lunes, a primera hora de la mañana llegará una parte de la gente. Personas que trabajan con el y algunos amigos. Por lo que sé no será una boda muy grande, más bien algo intimo, por suerte no tendré que aguantar a mucha gente.
Primero se quedarán los novios, mi tío y unos compañeros del trabajo y amigos los dos primeros días. El día de la boda llegaran todas las personas invitadas y cuando acabe el banquete y la fiesta se largarán para siempre y dejarán de molestar. ¿El problema? Bueno, pues que Charlie se quedará en la granja un par de semanas más, y con el un grupo de amigos de su trabajo.
Charlie es guardaespaldas, así que lo que espero es tener a un montón de gorilas paseándose y tomando proteínas alrededor mio.
Acerca de mí... No sé si por suerte o desgracia yo no llegaré a la granja hasta la noche antes del día de la boda, ya que estoy pasando unos días con mi novio Marcos. A parte, he aprovechado el viaje a la ciudad para llevar mi coche al taller y que me lo arreglen, ya que se le pinchó una rueda.
"En casa de Marcos":
Estoy sentada en el sofá, si se le puede llamar así, en casa de Marcos. Esperando a que llegue mañana e irme a casa otra vez. Hace bastante poco que estamos saliendo, en realidad solo un par de meses, y me ha pedido que me quede un par de días en su casa, ya que sus padres se han ido de viaje por trabajo y debe cuidar a su hermana, pero como no quiere hacerse cargo de ella, aparte de que no sabe cuidarla, prefiere que esté yo aquí y que trate con ella cuando se pone insoportable. En realidad no me importa, me gustan los niños.
Ahora mismo estamos Lucía y yo tiradas en este sillón mientras vemos una peli de Disney, La Sirenita. Cuando me doy cuenta ya están pasando los créditos y ni siquiera he prestado atención a la película. Miro a Lucía, hace rato que no se mueve ni hace ruido. Se ha dormido en mi regazo. Maldigo en mi adentros. Vale que es una niña pequeña, tiene 11 años, pero con suerte mido 1,65 y peso 50kg justos, así que mi fuerza es bastante limitada si se trata de levantar a alguien.
-Vamos Maya. -Me digo a misma- No puede ser tan complicado levantar a una niña de esta edad.
Me pongo manos a la obra.
No sé como hacerlo.
A ver, en primer lugar le paso un brazo por debajo las piernas y después paso mi brazo izquierdo por la parte baja de su espalda. Doblo mis rodillas para no joderme la espalda al subirla y todo el aire me abandona el cuerpo cuando hago fuerza para levantarla. Literalmente estoy aplicando toda mi fuerza para que la niña no se me caiga al suelo y para poder llegar a su pequeño cuarto sin partirme la espalda.
Una vez la dejo es su cama inspiro profundamente un par de veces, necesito recuperar el aire perdido. Le saco las zapatillas y la arropo bien con las mantas. Lo ultimo que necesito es que se ponga enferma para que Marcos me culpe de eso. Salgo de su cuarto arrastrando los pies y me dirijo a la cocina, no he ingerido nada desde la hora de comer, pero tampoco me pondré a cocinar ahora tan tarde.
Miro el reloj. Marca las 00.47h, Marcos todavía no ha llegado. Me ha dicho que saldría con unos amigos después de comer y no ha dado ni una señal de vida, no contesta mis llamadas ni a mis mensajes, así que me las he tenido que apañar sola toda la tarde con su hermana para que no se aburriera ni preguntara mucho por el. Abro la nevera y saco el cartón de leche. Cojo un vaso y lo dejo en la encimera para poder servirme la leche sin que se me caiga todo.
Uff... Que bien me sienta, tenia hambre y sed. No es como si la leche me llenara mucho pero al menos me sacia un poco. Acto seguido me dispongo ha cerrar todas las luces para irme yo también a dormir, cuando a lo lejos veo como la pantalla de mi teléfono se ilumina. Me acerco a la mesita del comedor y lo cojo para poder leer lo que me ha llegado. Tengo dos mensajes.
El primero es de Marcos:
-Marcos: Llegaré tarde, no me esperes despierta y dale de comer a Lucía.
Que raro, que se note mi ironía. Ya sabía que no llegaría temprano.
Me pone de mal humor que haga estas cosas. Así que cierro su mensaje sin ninguna intención de contestarle y abro el siguiente que resulta ser de mi tío.
-Charlie: Al final mañana llegaremos un poco más pronto, no por la noche.
Estupendo, uno se atrasa más de lo debido y otros se adelantan a la hora establecida. Tengo mucha suerte.
Limpio lo que he ensuciado, apago las luces y me obligo a irme a dormir. Estoy muerta del cansancio y solo quiero descansar. Tal y como me tiro en la cama cierro los ojos y me dejo llevar por los brazos de Morfeo.