¡Hey tú!

Desde el comienzo

Mi nombre es Molly West, tengo 17 años y vivo en New York o bueno vivía, eso es lo preciso que necesitan para entender la historia, y bueno.

Aquí vamos.

Todo empezó hace 4 años, cuando aun seguía siendo una feliz y divertida niña de 14 años, rodeada de buenos amigos, y bastante popular en su circulo escolar, casi dos semanas antes de terminar mi segundo año de secundaria, recuerdo que estaba muy emocionada de dejar de madrugar y por fin poder quedarme en mi casa para ayudar a mi mamá y en lo que ella necesitara. Hace un mes le habían diagnosticado cáncer a los pulmones, siempre le preguntaba a mi padre como estaba ella, pero siempre cambiaba de tema, y me preguntaba como iba en la escuela o casas así, creía que yo no me daba cuenta de que lo en realidad sucedía con mi mamá, pero sabía perfectamente lo que pasaba. No le quedaba mucho tiempo, lo notaba en su mirada cada vez que veía algunas fotos nuestras de cuando yo era un bebé, lo único que transmita al ver aquellas fotos era nada más que tristeza, sabia que no quería dejarme en este mundo, sabia que yo aun no estaba preparada.

Siempre recordare su larga cabellera castaña idéntica a la mía, pero que con el pasar de la enfermedad no dejo ni rastro de aquellos mechones alocados, sus ojos cafés cada día se iban a apagando cada vez más, su esbelta figura ya no estaba, lo único que siempre se quedo en ella fue su hermosa sonrisa, que siempre te dirá que todo esta bien.

Recuerdo que todo paso muy rápido, eran las 4:25 de la mañana, y era un mañana fría y lluviosa, estaba durmiendo tranquilamente, hasta que escuche un grito proveniente de la habitación de mi padres, me levante y fui rápidamente hasta allí. Me arrepentí de inmediato, cuanto hubiese dado por no haber entrado, cuanto hubiese dado por no ver el cuerpo inerte de mi madre sobre la cama, cuanto hubiese dado por no oír el desgarrador llanto de mi padre mi padre, cuanto hubiese dado para que ella no muriera.

No fui al velatorio ni al entierro, no quise asistir, no quise llorar enfrente de todos, no quise despedirme de ella. A las semanas después mi padre decidió enviarme a New York para vivir con su hermana, ya que el no podía soportar el gran parecido que tenia con mi madre, entiendo que le duela, pero no era justo que me alejará de él de esa manera, no le dirigí la palabra en el resto de días que me quedaban en california. Tomé un vuelo hacia mi nuevo destino y dije adios a mi antiguo hogar.

Mi tía Annie y su diablillo de 9 años llamado Matt, me recibierón con todo el amor posible, las vacaciones junto a ellos se pasaron realmente muy rapido, en un abrir y cerrar de ojos ya estaba a dias de entrar a mi nueva escuela ¨Routher High School¨, aunque no tenía el más minimo interés en agradarles a mi nuevos compañeros, ya no me importaba nada, a la nueva Molly no le interesaba.

El gran dia llegó y junto a el mi nuevo comienzó. Dejé de ser la Molly agradable y divertida, esas cualidades se desvanecieron en el momeno que mi madre murió, ahora soy alguien fría y molesta, pensé que así nadien querriá estar conmigo, que no tendría que tomarle cariño o apreció, ya que si en algún momento se tienen que ir, no me doleriá en lo más minimo.

Y aqui estoy ahora, a meses de cumplir 18, y en estos 4 años siendo ignorada por mi padre, sin ninguna llamada o mensaje de su parte, no es como si me importara mucho. En estos momentos siendo la más respetada en toda mi escuela, tenía casi una biblia de anotaciones sobre mi conducta, aunque me hubiese convertidó en una ¨chica mala¨ seguía en pie mi manera de ser , la fria y sarcastica Molly West, .

Era mi ultimo dia de clases, solo me quedaba un año más para salir de la carcel que llaman escuela, aunque lo crean no porque hallá cambiado mi actitud quiere decir que he dejado de lado mi responsabilidades. Iba a unas cuantas cuadras de la casa de mi tia Annie, pero logre ver un auto bastante elegante, lo unico que paso por mi mente fue que podia ser alguna de sus citas diarias, ya que hace varias semanas estaba llegando bastante tarde a casa, y aunque lo negará sabia que salia a divertirse con alguién, y esta bien, aun es joven y hermosa que lo disfrute ,yo siempre estoy distupuesta a cuidar del puberto Matt.

Cuando llegue a casa, deje mi bolso en la entrada y fui a la sala, alli estaba Matt jugando video juegos, me sente a su lado.

- Hola feto.-lo salude con un gran beso en la mejilla. Como siempre se lo limpio con la manga de su sudadera. Sonrei en cuanto vi su mueca de asco.

-Hola puberta.-me sonrió aun mirando la televisión.

-¿Donde esta tu mama?-le pregunte.

-Esta en la cocina hablando con un señor-lo mire curiosa.

-¿un señor?- prengunte y asintió.

-Estaba buscandote a tí, lucía realmente nervioso-me respondio.

Me levante y fui directamente a la cocina, ahí estaba Annie con los ojos enrojecidos hablando con un señor que me daba la espalda. En cuanto ella me vio abrio los ojos como platos.

-¿Molly que estás haciendo aqui?, deberias estar en la escuela jovencita-sonrei en el momento que me reprocho, pero mi sonrisa se quitó rapidamente en el momento en que sus ojos empezaron a llenarse de lagrimas.

-Recuerda que hoy empiezan mis vacaciones tia,¿Porqué lloras?¿El te hizó algo?-Recien me habia dado cuenta que le hombre alto no se había volteado y parecía bastante tenso.

-No para nada, cariño es solo que...-dejo la respuesta en el aire, ya que aquel hombre la interrumpio.

-Hola pequeña.-En el momento en que se voltio, me tense.

Aunque estaba bastante cambiado, lo reconoceria en cualquier parte. Cabello negro, ojos identicos a los mios, alto, Mi padre. Aquel hombre que estuvo ausente la mayoria de mi adolescencia estaba en frente de mi, analizandome completamente con los ojos como platos, si estaba bastante cambiada, mi cabello castaño identico al de mi madre estaba hasta mi cintura, habían crecido bastante algunas partes de mi cuerpo y habia crecido un poco.

Se acerco rapidamente para poder abrazarme, y me tense en cuanto me tuvo entre sus brazos, no se lo respondí, en cambio lo aleje de mi.

-¡¿LLEGAS DESPUES DE 4 AÑOS CON UN ¨HOLA CARIÑO¨ Y CON UN TIERNO ABRAZO DE BUEN PADRE?!-le grito furiosa en su cara.

-Y-yo lo siento mucho hija, no fueron buenos años para mi quise aleja...-lo interrumpo.

-¡¿PIENSAS QUE PARA MI NO LO FUERON?! ME APARTASTE DE TU LADO, NO RECIBI NINGUNA LLAMADA O MENSAJE DE TU PARTE, TE NECESITE MUCHO, NO SABES CUANTO DYLAN.-lo llame por su nombre.

-Lose, pero quiero remendar mis errores Molly, quiero estar contigo, tuvé que darme cuenta despues de 4 años, que no debí haberte alejado, a tu madre no le hubiese gustado, no le hubiese gustado que te dejara sola-sollozo.

-No estuve sola nunca, tia Annie y Matt siempre estubieron ahi para mi, y no me vengas con arrepentimientos ahora, ¿a que viniste?-le pregunte.

La tia Annie se mantenia en silencio, pero al escuchar mi pregunta se tenso de inmediato.

-Volveras a California Molly-me dijo mi padre. Me tense de inmediato, no puede ser posible, mire a Annie pero ella bajo la mirada.

-¿Es verdad?- le pregunte a mi tia Annie, ella asintio llorando en silencio.

-No puedes. ¡NO PUEDES MALDICIÓN!-dije al borde de las lagrimas.

-Si quiero empezar bien denuevo, necesito que sea a tu lado hija, se que aqui ya tienes tu vida hecha aqui pero, te lo pido porfavor Molly-me suplico con lagrimas en sus ojos.

Fui corriendo hasta mi habitacion, cerré la puerta de un portazo y me tiré a mi cama a llorar. No lloraba desde que mi mamá habia muerto, no puedo dejar a Matt y a mi tía solos, quien cuidara a Matt despues de la escuela, quien cocinará con Annie, lloraba de rabia, el no puede venir y alejarme de aquí, pero es mi padre y aunque me hallá ignorado durante 4 años, lo amo y no lo puedo dejar de lado, dice que quiere comenzar de nuevo, dice que ahora quiere hacer las cosas bien, nose si creerle o no, pero no me puedo quedar estancada en New Yok para siempre, no puedo evitar el lugar en donde viví los momentos más hermosos con mi mamá, no puedo hacerle a mi papá lo mismo que hizó el conmigo, no puedo hacerle esto a mi mamá.

Despues de procesar todo tome una desición.

Adios New York.