DESCENDIENTES DE LA OSCURIDAD [VIXX] ©

CAMINO A LA PERDICIÓN

Key rápidamente ayudó a Yeon a levantarse, incluso WonSik lo guió para acostarlo en una pequeña cama hecha de fierro y paja que estaba dentro de la celda.

R— Debemos ayudarlo — dijo asustado.

K— ¿Y si llamamos a alguien? — preguntó con los nervios a flote. 

R— ¡No es lo mejor Key! — exclamó — ¿Quieres que nos maten? —

K— Entonces nosotros tenemos que ser su apoyo ahora — se dio media vuelta y sostuvo la mano de HakYeon — Tienes que respirar HakYeon, así es esto — le dijo. 

N— Siento que no lo soportaré — lloró — me duele mucho —

WonSik también se acercó y quitó las prendas bajas de HakYeon, lo dejaron con una playera de manga larga de seda que le llegaba hasta los muslos, abrió las piernas del moreno y luego miró a Key. 

K— Necesito HakYeon... Que empujes — Yeon la miró asustado — ¡Hazlo! — el lobo obedeció, apretó la mano de Key con todas sus fuerzas y gritó por el dolor en su abdomen, volvió a hacerlo y cuando sintió que ya no podía más un lloriqueo inundó la celda. 

HakYeon cayó en su espalda respirando duramente. 

R— Por dios — susurró sosteniendo al pequeño bebé — Es un niño — Key le sonrió a WonSik, ambos deleitandose con el llanto del cachorro mitad vampiro. 

N— ¿Un n-niño? — preguntó.

K— Sí — le dijo feliz — ¿Cómo te sientes? —

N— Siento más dolor Key — jadeo.

R— ¿Más? — la lobo rápidamente volvió a sostener la mano de Yeon y las contracciones aparecieron de nueva cuenta, el moreno sentía que no soportaría, su vista se nubló y su llanto hizo eco por los pasillos de las celdas, hasta que finalmente, después de otro esfuerzo un segundo bebé apareció. — Es una niña — dijo, Yeon estaba agotado pero alegre de poder escuchar el llanto de ambos bebés, Key ayudó al lobo a sentarse con cuidado y después de envolver a los cachorros mitad vampiro con las pocas prendas que tenían se los dieron a su madre, los pequeños calmaron su llanto una vez olieron a mamá y escucharon su corazón. 

K— Son mellizos — sonrió, la pequeña niña había cerrado sus ojitos y sus puñitos, pero el niño miraba con sus tiernos y brillosos ojos a su madre. 

N— Hola cariño — saludó, el bebé solo lo miraba, luego cerró sus ojitos.
WonSik no podía dejar de ver la escena, estaba más convencido de lo que había estado para sacar a Yeon de ahí. 
Tan solo quince minutos habían pasado del nacimiento de los pequeños cuando el sonido de las puertas metálicas de la entrada se escucharon. Pasos seguros cada vez se acercaban haciendo que WonSik junto con Key se levantaran de donde estaban. 
Frente a la celda se detuvo uno de los lobos del consejo, iba acompañado con otros seis hombres, su mirada cayó en HakYeon y las tiernas criaturas en sus brazos.