Recuerdo mirarte cada día cuando estábamos en el salón de clases, me parecía perfecta la manera en la que permanecías mirando a un punto fijo, sumergido en tus pensamientos, los cuales siempre quise conocer, a los cuales siempre quise pertenecer, pero nunca pude... Recuerdo oírte al exponer, y tu voz me parecía la más preciosa de todas sólo porque te pertenecía a ti y es que cuando se trataba de ti la palabra perfección instantáneamente llegaba y tú lo sabías, y yo lo sabía y todos en esa área lo sabíamos.
Las mañanas se volvieron especiales para mí, porque significaba que te vería, cada amanecer significaba que podría ser llenada con tu sonrisa y ésta era sencillamente hermosa... tu risa solía ser tan dulce y contagiosa que trataba de hacerte reír para yo poder ser feliz, porque me hacías feliz aunque no lo supieras, aunque no lo imaginaras me hacías completamente feliz y te lo agradezco tanto, porque en ese momento sentí haber conocido una porción de lo que el amor era.
Pero que rudo es amar a escondidas, que rudo es saber que nunca podrás gritar a todo dar tu amor porque sabes que la persona no te corresponderá nunca, o quizás estamos bloqueados y es lo que creemos, y es lo que yo solía creer, que nunca me aceptarías, que me rechazarías, que al enterarte de mi amor por ti simplemente querrías hasta eliminar la pequeña amistad que manteníamos y admito que temía por eso, ya que cada día fuiste creciendo dentro de mí como un sentimiento al que no podía decirle que no, un sentimiento que se hacía cada vez más fuerte, intenso, un sentimiento que me hizo ciega, ciega de amor, durante dos años. Y nada duele más que el que un amor no sea correspondido, un amor por la mitad. Pero qué irónico saber que yo tenía el suficiente amor para estar completos, para que me amaras con locura...
Un amor que ésta noche no conozco, un amor que desapareció...
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Sentimientos ocultos...
Short StoryPero que rudo es amar a escondidas, que rudo es saber que nunca podrás gritar a todo dar tu amor...