Athena |CAMREN|

Capítulo 1

Los rayos de sol colándose por las cortinas de la ventana y el estrepitoso sonido de la alarma de su móvil daban inicio a un nuevo día.

Gruñendo, Lauren sacó su brazo por debajo de las sábanas que la tenían cubierta de pies a cabeza, con su mano, a tientas comenzó a buscar su celular en la mesita de noche donde lo había dejado cargando y en un movimiento en falso este cayó al suelo.

― ¡Mierda!

Lauren, sin levantarse del todo, se destapó y con medio cuerpo fuera de la cama se inclinó rápidamente para recogerlo. Una vez que por fin logró apagar la alarma para que el molesto ruido se acabara, se cercioró de que su celular se encontraba bien pero con un pequeño detalle, el signo de la batería se hallaba de color rojo marcando, a penas, un 4% de carga, con el ceño fruncido, sus ojos siguieron al cable que estaba conectado a su móvil para darse cuenta que el cargador no estaba completamente enchufado al tomacorriente.

­— Fantástico. ­—mencionó con sarcasmo tirándose boca arriba en el colchón, hundiendo su cabeza en la almohada y cubriendo sus ojos con su antebrazo derecho.

Estaba a punto de quedarse dormida nuevamente cuando el sonido de la puerta abriéndose violentamente hizo que gruñera.

— ¡Arriba, perezosa!­ —dijo alegremente Clara Jauregui, cruzando la habitación y abriendo las cortinas de par en par que adornaban la ventana para permitir, finalmente, que el sol iluminara toda la recamara.

— ¡Mamá! —reprochó Lauren tapándose la cara con una almohada— Déjame dormir cinco minutos más.

— Que cinco minutos ni que nada. Levántate ya, que tienes que ir al instituto, prepararé el desayuno mientras te arreglas, ¿sí?

— Está bien. —dijo descubriéndose el rosto para mirar a su madre— Pero...

—Pero...

— ¿Harías panqueques? —rogó la adolescente haciendo un puchero con sus labios— Por favorcito.

— Mmmmm...—la mayor puso dos dedos en barbilla como si estuviera pensando— Si estás lista en treinta minutos habrá panqueques esperándote en el comedor, ¿qué te parece?

—Trato hecho. —dijo con una alegre sonrisa estirando su mano para que Clara cerrará el trato, riendo su mamá la estrechó.

—Entonces iré a despertar a tus hermanos, te espero abajo, cielo. —se despidió dándole un beso en la frente y salió de la habitación.

Lauren se estiró en su cama, conectó correctamente el cargador del celular para revisar sus mensajes y se dispuso a alistarse lo más rápido posible.

...


Michael Jauregui entró a la cocina elegantemente vestido con un traje negro y una corbata azul sin hacer en el cuello cuando vio a su esposa de espalda a él partiendo huevos sobre un recipiente para preparar una mezcla, sonrió y se dirigió silenciosamente a ella.

— ¡Booh! —gritó Mike cerca del oído de la mujer.

— ¡Aaaaah! —chilló Clara y rápidamente tomó un cucharon, dándose media vuelta lo golpeó en el hombro con él.

— ¡Hey, auch!—expresó el hombre sobándose la parte dañada y comenzó a reír abrazándose a la cintura de su pareja.

— Imbécil, pude haberte matado.

— ¿Con un cucharon? ¿En serio?—carcajeó— Habría valido la pena.

— Tonto. —soltó con una alegre sonrisa y empezó a atar la corbata de su marido, al terminar colocó sus brazos alrededor de su cuello— Casi veinte años de casados y aun sigues viniendo a mí para que te ponga la corbata.

—Lo que pasa es que me gusta como tú la dejas. —concluyó dándole un cálido beso en los labios.

— Ay, que lindos. —chilló Taylor entrando en la cocina seguida por sus hermanos mayores.