Dos semanas después del examen de admisión soloquedaba ira a registrarme como alumno universitario, sacar mi constancia deingreso y mi horario al qué asistir, así que fui temprano a realizar el trámite,llegue a las 9:00 am y había una cola larga de ingresantes que así como yo comobuen latino espero hasta último momento para realizar el trámite, ni modo aesperar en la cola.
Ya era las 12 medio día y había avanzado solo la mitad, iba a ser un largo y duradero día, para variar solo atendían hasta la 1:00 pm y como buenos trabajadores, los administrativos descansan hora exacta, y así fue llego la hora y no logre entran a recoger mi ingreso, a volver en la tarde.
Volví antes de que habrán la puertas para ingresar rápido, según yo, pero no era el único con tal brillante idea, cuando llegue ya había la misma cantidad de gente; y así el tiempo avanzó; en la cola se hacían amigos por aquí, por allá, los ánimos cambiaron porque no solo era recojo de constancias de ingreso y matricula de ingresantes sino de todos los estudiantes de la carrera, y habían conocidos entre ellos en la cola, y sin saber cómo, ya era parte de uno de esos grupos y se escuchaban historias por aquí y por allá, es ahí donde escuche el curso de taller de diseño, querido por unos, odiado por otros; oí cosas como:
- "Ese arquitecto me volvió a desaprobar diseño"
- "que tal arquitecto no me cae porque le gusta la función"
- "me amanecí una semana para que pase arañando"
- "un día de estos le bajare el neumático al arquitecto por malo"
- "ojala se acabe algún día esta tortura"- y demás cosas.
Así que esas ideas se me iban quedando inconscientemente, y me decía-"tan duro será ese curso?, y si yo también me desapruebo?, y si no puedo?, enserio tendré que amanecerme una semana?, qué es eso de forma y función?- pero era en vano hacerse esas preguntas sin antes haberlas experimentado yo mismo, así que dejé esos miedos para más adelante.
Cayó la tarde y solo atendían hasta las 6:00 y aun quedábamos muchos, el tiempo no iba a alcanzar para todos; los más mayores comenzaron a quejarse de la atención e idearon un plan para que nos puedan atender a todos, utilizando el apoyo de todos para que se queden hasta un poco más tarde, claro que al principio se negaron pero "la voz del pueblo es la voz de Dios", exigimos que se atienda hasta más tarde por ser ultimo día, felizmente los administrativos decidieron apoyarnos en ese sentido y se sacrificaron. Cayó la noche y aun nada de llegar a la meta y para variar me fui "sexi", polo corto y pantalones deportivos, fatal error mío, lo bueno fue que dentro del grupo improvisado del que era parte, uno de ellos se apiado de mi pobre alma y me emprestó su chaleco y eso evito que me congelara de frío. Finalmente llegue al "paraíso", a esas horas el personal asignado se convirtió en una especie de superhéroe, la espera valió la pena; 8:30 pm Salí contento con la constancia, la matricula en manos y el horario de clases, observe el tan deseado curso: taller de diseño, dos días a la semana, dos docentes, nueve horas pedagógicas que cumplir, y aquel que tenía más créditos dentro de las asignaturas a llevar, y note lo que ya había visto también, el curso de expresión gráfica y me dije: "bueno al menos dibujare o pintare algo, algo es algo".
A esas horas ya no importaba el frío, oficialmente era universitario y mi aventura con la Arquitectura empezaría.
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HUELLAS DE ARQUITECTURA... y más.
RandomHistorias del mundo de la arquitectura, sueños, anécdotas y demás.