¿Tu eres nuestro padre?

Cápitulo 1

Era imprecionante como la vida de una persona podia desaparecer en solo un segundo.
En un momento podrias estar hablando animadamente con ese ser amado y a los pocos minutos te podria haber dejado para siempre.

Sus lagrimas caian libremente de su rostro palido, sus mejillas estaban encedidas cual cerezas y su cuerpo temblaba a causa de la rabia que sentia en ese momento, sus manos enguantadas cerradas en un puño en un intento vano de calmarse, más aun así se podia apreciar con claridad su dolor, ni aquel velo negro podia ocultar una milesima de su dolor. Tenia que ser fuerte por su hermano menor, pero no podia, simplemente no podia evitar que sus lagrimas escaparan de sus orbes carmesi. Aun no podia creer que uno de los dos hylians que más amaba en todo el mundo le habia sido arrebatado antes de tiempo, todo por su culpa.

-Regresemos a casa Violeta -La voz levemente aguda de su hermano menor la saco de sus pensamientos, solo pudo levantar levemente su mirada para ver a su gemelo observandola con dolor en su mirada hielo.

La joven de alma lastimada solo pudo asentir como respuesta antes de volver a bajar su mirada rubi al suelo de piedra de aquel cementerio. Ya habia pasado dos días desde la muerte de su amada madre, de su unica familia, pero aun rezaba de que solo fuera un mal sueño y que pronto despertaria.

Su hermano menor tomo su mano con suavidad como si se fuera a romper para empezar a caminar a lo que quedaba de su hogar.

No podian creer que deberian de empacar las pocas cosas que tenian para ir a ese horrible orfanato, simplemente se quedian quedar en su casa, con las pocas cosas que aun conservaban, conseguir un trabajo de medio tiempo y salir adelante. Era un plan muy simple de hacer y de pensar, pero imposible de realizar.

Ella siguio caminando metida en sus pensamientos hasta que sintio como su hermano menor se detenia por completo causando que ella tambien se detuviera.

-¿Qué sucede Night? -Fue la unica pregunta que logro articular antes de dirigir su vista rubi a la dirección a la que veia su hermano menor. Sus ojos se abrierón al ver al frente de la puerta de su casa a un joven adulto hylian de cabellos purpuras finamente peinados y de traje negro, en compañia de una mujer joven de cabellos zafiros vestida de traje detras de él con una tableta entre manos- Oh diablos...

Ambos hermanos decidierón dar la vuelta para irse de ahi sin ser descubiertos por esos dos hylians que pensaban que venian del orfanarto a recogerlos, despues del todo no era la primera vez que intentaban escapar de estos. Con paso calmado pero rapido empezarón a caminar, hasta que cada uno sintio una mano sobre su hombro deteniendolos por completo.

-¿A donde creen qué van pequeños diablillos? -Esa voz, tan fria y profunda a la vez, la conocian a la perfección. Despues de todo era la voz de aquella trabajadora de servicios infantiles.

Sin duda alguna esta vez ya no podrian escapar.

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Ambos gemelos habian sido llevados en contra de su voluntad a unas de las oficinas centrales de aquella empresa gubernamental encargada de cuidar a los niños que no tienen familia, ni siquiera los mismo trabajadores de ese lugar se creian esa mentira.

Ambos hermanos estaban sentados, cada uno en su silla levemente acojinada y de madera, al frente de aquel escritorio de roble oscuro, esperando con cierto nerviosismo a esa mujer que los mandaria directamente al orfanarto de la ciudad sin compasión alguna, sin importarle si los separaban de su hermano gemelo, la unica familia que les quedaba en el mundo.

-Pase por favor señor, lamento la espera, ¿una taza de cafe? -Volvierón a escuchar la voz tan caracteristica de esa mujer que era tan fria como el hielo acercarse, pero tal pareciera que ella estuviera antes un rey o alguien de una posición alta a causa del tono tan servicial que estaba empleando- ¿un vaso de agua?

-Estoy bien así, gracias -De acuerdo, esa voz tan profunda y autoritaria no la conocian en adsoluto

Una mirada rapida llena de duda fue dirigida a su gemelo en busca de una respuesta de lo que estaba sucediendo. Sin duda, no les esperaba nada bueno a ese par.

La puerta de madera se abrio asiendo un leve rechinido, siendo acompañado del sonido de los pasos de tres personas, estaban muy nerviosos para tan siquiera voltear para de quienes de trataban, si pudieran saltar por la ventana lo hubieran hecho como la ultima vez que estuvierón ahi, pero esta vez las ventanas estaban cerradas y se encontraban hubicados en el sexto piso.

Observarón en silencio como aquella señora de cabellos castaños encargada de su caso se sento detras de su escritorio sin borrar esa sonrisa de complasencia de su rostro, lo cual aterraba en cierta medida a los gemelos.

-Niños, han de estar alegres, por fin les encontramos un familiar que esta más que encantado por cuidarlos -La duda estaba dibujada en el rostro de ambos pequeños, pues su madre siempre les habia dicho que no tenian familia.

-¿Son ellos? -De nuevo hacia presencia esa voz tan profunda a sus espaldas, logrando que ambos gemelos dieran un leve salto por lo cerca que se escuchaba de ellos, especificamente a su espalda. Solo se encogierón de hombros en un intento de hacerse invisibles, ni siquiera tenian el valor para voltear.

-Si señor Fuzen, son ellos -Confirmo la mujer con una sonrisa levantandose de su asiento- ¿Verdad qué son una monada?

De acuerdo, ahora los gemelos sabian que estaban en peligro, cualquiera que asia que literalmente esa mujer se comportara tan sumisa como si fuera una exclava sin valor significaba que era alguien importante y con poder, ya que ni ella misma respetaba a su propio jefe.

Un giro de ciento ochenta grados a sus sillas fue suficiente para poder ver de nuevo al mismo purplette de traje negro y cobarta que habia estado al frente de su casa esta mañana.

-Valla, si que han crecido mucho desde la ultima vez -Una pequeña sonrisa florecio en el rostro de aquel hylian mayor de tez aperlada y cabello exotico, su voz seguia igual de autoritaria pero con un toque de alegria. Se quito los lentes oscuros de traia puesto dejando expuestos un par de rubis sangre rasgados, casi parecian de un felino, ¿o tal vez de un reptil?- No puedo creer que los alla encontrado por fin mis pequeños

-¿Eh? -Fue lo unico que pronuncio la rubia en desconcierto y con cierta ira. Nadie más que su madre les podia decir pequeños

El pequeño purplette al ver la mirada de su hermana mayor sabia que no tardaria en lanzarse contra aquel hombre para golpearlo, asi que decidio tomar la palabra antes de que una tragedia sucediera.

-¿Quien es usted? -Pregunto con un tono de voz bajo y algo tembloroso, despues de todo el era muy timido, y si le era posible no hablar era mejor para él.

-Niños, les presento a su padre biologico, el señor Fuzen

-¿¡Padre!?

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Espero que les álla gustado ^^
¿Si aparece la portada :'v?
Fue hecha por la fantastica de VioletaLink ^^

Bye bye~