Si él tubiera que describir lo que pasó ese día, diría que fué una de esas casualidades raras que te hacen sentir que sos parte de una historia, o de varias historias, o mas bien de una película de esas que pasan cosas que decis- Eso es imposible que pase-.
Pero lo que más le daba vueltas en la cabeza era la cantidad de posibilidades que había de que ese encuentro no se hubiera dado. Por qué justo ahí, por qué justo a esa hora, por qué fué él quien atendió a esa pareja. Por qué estaban ahí, en ese momento y en ese lugar.
Que dios te bendiga- le dijeron. Y aunque pensó que ese encuentro podía ser artimaña del destino, prefirió simplemete pensar que el mundo es un pañuelo.
