5-Cap/ ¿donde estas?

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*narra Cloe*

- ¡Oh demonios! ¡Maldito amanecer! Pense cuando escuche mi despertador sonar a las 6:00 AM como siempre, me levante con un gran esfuerzo y me senté en la cama, pensé en Thomas que debía estar dormido aún. -'Es lógico Cloe, son las 6am'- dijo mi subconsciente, bufé como respuesta y me dirigí a la ducha, fui directo al lavado a lavar mis dientes, cuando termine me dirigí a la ducha para tomar una larga y relajante ducha para quitar el mal genio que traía la mañana , después de la ducha baje a la cocina hacer algo liviano para desayunar, después de haber hecho el desayuno que eran solo unas tostadas, huevo y tocino acompañado con jugo de naranja. Vi la hora y eran las 7:15 Am, muy temprano para despertar a Thomas, serví mi comida ya que era imposible íbamos a desayunar juntos. Luego de comer, serví su comida y la deje en el microondas, deje una nota pegada en la heladera explicando donde estaba la comida, tome mi mochila con los libros y me dirigí a la universidad.

-o-o-o-o-o-o-

Tome el autobús, hoy no quería usar mi motocicleta, ¡Oh si! Lo olvidaba, tengo una motocicleta, regalo de papá a los 18. Minutos después llegue a la horrible cárcel, ¡Ups! Perdonen, a la universidad, camine hacia la entrada y me encontré a Melissa, mi mejor amiga y única amiga desde que tengo memoria, ella era alta, su cabello era rojiso, usaba gafas, tenia una nariz pequeña poblada de pecas, y su tez era algo pálida, detrás de esas gafas tenías unos hermosos ojos azules y era la típica chica sabelotodo, con pocos amigos, con un gran físico aunque no le importase, ella solo le gustaba estudiar. Me dirigí hacia ella y la abrace como de costumbre.

-Hey Mel, te tengo que contar algo-le dije después del abrazo.

-Vale, cuéntame, ¿Por fin estuviste con un chico?- dijo ella juguetona.

-no bromees Mel- dije frunciendo el seño 

-vale, escupelo, amargada- respondió sonriendo. Bufé y doble los ojos

-anoche un extraño entro a mi casa- le dije con un tono tranquilo.

-¿que? ¿Te hizo algo? ¿Llamaste a la policía?- pregunto ella histérica 

-no, calmate, era un chico, lo deje quedarse en mi casa anoche, es agradable, me contó su historia y como había llegado ahí, se llama Thomas -Ella me miro con una cara de sorpresa- vale no me mires así, solo fue por hoy, mañana se ira.

-Deberías dejar de ser tan buena con la gente, ese chico te podía hacer daño.

-No creo, se nota que es buena persona- Respondí.

Ella no dijo nada, solo me miro con mala cara y luego suspiro, ella era así, tan desconfiada y yo era la chica que a todos ayudaba, aunque parecía una chica mala y de carácter fuerte. Sonó el timbre para entrar a clases y entramos en ellas.

-o-o-o-o-o-o-

Salí de la última clase y me dirigí a casa, al llegar note todo igual, nada extraño, me imagine que Thomas estaba en su habitación viendo tv, me dirigí a la cocina y note que la nota y la comida estaban donde las deje, pensé que un dormía, aunque era extraño, eran las 4pm. Fui directo a su habitacion, toque la puerta esperando que abriera, no oí nada y me asuste un poco, me tome el atrevimiento de abrír la puerta, cuando entre la habitación estaba en orden, me dirigí a la cama  y había una papel sobre ella, tome el trozo de papel y me dispuse a leer

"Vale Cloe, primero te agradezco por lo que has hecho por mi, nadie se había preocupado así por mi, nadie me había tratado tan bien como tu después de la muerte de Olga (ya sabrás quien es)  pero lamentablemente he tomado la decisión de irme, no me lo tomes a mal, pero me has dado a entender que debo salir de este hoyo, espero que al volvernos a ver no sea que yo este intentando robar comida en tu casa, eres genial, quiero que sepas que no es un adiós, es un hasta pronto, prometo devolver lo que haz hecho por mi.

Gracias, Thomas Wislie."

Admito que no entendía nada, leí de nuevo el trozo de papel con descorcierto, me sentí extraña pero evite el sentimiento, no podía sentirme mal, si el quería irse era por algo, de todas formas el se iría mañana como le había dicho a mi mejor amiga, me dije que estaba bien, me fuera gustado que no se fuera despedido por una carta, aunque me alegre por algo en ella “pero me has dado a entender que debo salir de este hoyo”, ¡Vaya! Lo había hecho recapacitar, le di un pequeño empujón para que buscará un futuro mejor, con esto estaba más que satisfecha. Solo espero que cumpl todo lo que se proponga, y también poder volver a ver algún día al intruso castaño

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