El me esta mirando. ¿Será la primera vez? Tal vez... No podría ser que no me hubiera dado cuenta antes si me miraba, su mirada es tan poderosa que siento que me penetra la piel. Baje la mirada queriendo ignorar el hecho pero seguía sintiendo su mira...
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TRES MESES DESPUÉS.
—Kook, sabes que te adoro pero también sabes que detesto tener holgazanes en la casa, ¿puedes si quiera buscar un trabajo ya que no estas estudiando? —Me dijo mi madre sentándose a mi lado.
Estaba tirado en el sofá viendo televisión, la misma rutina los últimos tres meses después de la salir de la escuela.
Había intentado salir en varias ocasiones pero con la universidad nadie podía, a pesar de que nuestra relación entre Hoseok y yo había mejorado habíamos salido dos veces después de aquello. Él había entrado a la universidad de artes escénicas, Suga a música, Taehyung a diseño de modas, Nam Joon a negocios, Jin a gastronomía, escuche que Jessica decidió irse por el lado famoso, mientras que Jimin por el área de los deportes y yo, yo me había quedado estancado sin saber nada de mi vida ni mucho menos de mi futuro, no sabía nada de MinJi tampoco. En mi mente ella está estudiando artes, pero solo son sucesos que mi mente creaba.
La verdad es que no pensaba desobedecer a mi madre, no es que no quisiera, la verdad era que me comenzaba a cansar de estar sentado sin hacer nada. Hoseok hace unos días había comentado que había encontrado a alguien, después ya no dijo nada. Hubo una fiesta un día antes de que las clases en la universidad empezaran, fueron al karaoke; solo los chicos donde según habían invitado a Min Ji. Acepte ir sin embargo me quede en caso no queriéndome sentir patético por ser el único que no iba a ir a la universidad porque no sabía que estudiar todavía. Me encontraba en el punto medio de estudiar derecho y música.
—¿Qué quieres que haga? —Le pregunte a mi madre.
—Que hagas algo con tu vida. —Me dio un golpe detrás de la cabeza logrando una mueca de mi parte— ayer pase por el centro y vi que varios locales buscaban empleados, talvez puedas ir a echar un vistazo y probar suerte.
—A veces me siento avergonzado cuando intentas hablar como si fueras mi amiga. —Me sacudí espantando el pensamiento mientras me ponía de pie dirigiéndome a mi habitación.
Tan solo me aliste colocándome unos jeans y una camiseta intentando no lucir demasiado desarreglado salí de la habitación encontrándome con mi madre.
—¿A dónde vas?
—Me dijiste que pidiera trabajo.
Note su rostro sorprendido. Talvez no pensaba que convencer a su hijo sería tan fácil, salí de casa dándole una última sonrisa. Salí con los bolsillos vacíos tan solo con unas pocas monedas para el transporte. Me subí al autobús una vez que llego después de esperar diez minutos. Todo se sentía diferente, talvez solo por el hecho de que ahora me sentía más solo que antes. Hice la parada en el centro de la ciudad, la verdad no sabía a que parte mi madre se refería, me detuve en aquella calle empedrada donde los autos no son permitidos y la gente siempre estaba paseando en las tiendas de por aquí, algunas bebiendo en los bares que se abrían por la noche y algunas simplemente comprando en las tiendas, tomando café, andando con sus parejas. Era una de las calles más concurridas del país.
