Lo mire mal al ver su rostro tan horrorizado, como si tuviera la peste.
- y....yo – tartamudeaba paseándose por toda la terraza.
- Thomas, cálmate – poniéndome de pie y tomando sus manos, sentí un pequeño estremecimiento que recorrió mi cuerpo, abrí un poco los ojos observándolo, sacudí la cabeza debe ser el fresco de la noche pensé - lo único que harás será mandarme mensajes a ciertas horas cuando este Rubén en casa, obviamente te avisaré discretamente cuando él esté, vendré a veces a tu apartamento a cenar contigo mientras Rubén piense que estoy con alguien que me está conquistando.
- Vaya ya te adueñaste de mi apartamento – murmuro con sarcasmo – había olvidado que eras tan mandona.
- Ay por Dios Thomas soy tu amiga por los buenos tiempos que vivimos en nuestra juventud – le dije haciéndole ojitos.
- Que yo recuerde Lina me tenía que correr con mis conquistas por que eras la mujer más malévola que existía así que estoy tratando de recordar esos buenos tiempos – poniendo el dedo índice en su cara como tratando de recordar.
Le di un puñetazo no tan suave lo supe por la mueca que hizo
- Auch! – sobándose el brazo – mujer nunca cambias.
- Te salve de muchas arpías Thomas así que me lo debes – sentándome.
Me observo y negó con la cabeza
- ¿Cuantos días en la semana te auto invitaras a mi apartamento?- suspirando resignado.
- Mmmm, ¿te parece 3 días a la semana o es muy poco?
Abrió los ojos como plato y antes que hablara lo interrumpí
- Tienes razón muy pocos días entonces serán 4 días que vendré a tu apartamento- dije palmeando mis manos.
Thomas entrecerró los ojos
- ¿y mis citas? – me taladraba con los ojos
- Mi querido Thomas tu mencionaste que yo llevaba una vida aburrida si solo me limitaba a la recamara, te estoy dando la oportunidad de que aproveches todos los lugares de la ciudad para no tener una aburrida vida sexual con todas tus z.... chicas – le sonreí por el golpe bajo que le acababa de dar.
- ¿Porque haces esto Lina?- frunciendo el ceño- eres una mujer que no necesita llamar la atención de ningún hombre porque eres hermosa y si tu esposo no te ve como lo que eres es porque es un total imbécil – recostándose en la silla y sin dejar de verme a los ojos.
¨ vaya no solo yo lo veo guapo así que para Thomas también soy hermosa ¨ pensé.
- Porque lo amo Thomas y no dejare que otra mujer me arrebate al hombre de mi vida – dije apartando un mechón de cabello que el viento movió en mi cara.
- ¿Estás muy segura que el tal Rubén es el hombre de tu vida? – me pregunto desafiante.
ESTÁS LEYENDO
La Otra©
RomantikCarol esta desesperada por salvar su matrimonio que se está derrumbando con apenas un año. Ella sospecha que hay una tercera persona que le esta robando el amor de su esposo y los sueños que tenia, se da cuenta que la famosa frase "vivieron felices...