She? »Breddy Meyva«

11

Todo iba bien entre Freddy y la familia de Bryan, se podía decir que habían grandes y fuertes lazos de amistad y confianza entre todos después de todo.

Había pasado un mes ya, Freddy asistía a su último mes de Universidad, ese día no quería hacer absolutamente nada. La noche anterior había tenido una pequeña discusión con el castaño, la verdad había terminado bien pero se sentía fatal.

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("¿¡Fumas!?" Dijo con un tono un tanto sorprendido. "Sí." Dice con sencillez.

Ese noche Freddy se encontraba en la cera de la calle y se encontraba fumando.

"Freddy te harás daño." Dice preocupado.

"Solamente lo hago cuando me siento solo."

"No lo estás." Sonrió.

"También lo hago cuando estoy estresado."

"Deja de hacerlo.

"No."

"Freddy, ¡puedes morir!"

"Pues de ser así seré yo el que resultará muerto no tú."

"Yo..."

"No Bryan, no pidas disculpas por todo, ¡deja de hacerlo! Pareces un niño perdido, pareciera que yo te tuviera secuestrado y te maltratara."

"¡Él me tenía así, secuestrado! ¡Me maltrataba!" Suelta un sollozo. "¡Él fumaba! ¡No quiero que seas igual a él! ¡Tú eres mejor que él!"

Freddy al instante soltó el cigarro.

"Lo siento, sabía que no tenía que gritarte, no me golpees por favor."

"Nunca haría eso." Lo abraza. "Perdóname, no sabía."

"Prométeme que no volverás a fumar."

"Solo si prometes no dejarme."

"Lo prometo."

"Lo prometo.")

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Esa misma noche Freddy le había comprado las botellas de leche de fresa a Bryan que quisiera.

Se levantó perezosamente de la cama, tomó una ducha breve y se vistió. No sentía apetito por lo tanto dejó a un lado la idea de desayunar y salió de su apartamento.

—Freddy.

—Oh, bonjour Ashley. [Oh, hola Ashley.]

—Vaya, haz dominado muy bien el francés.

—Gracias a ti.

—Por favor, basta.

Ambos ríen.

—No, en serio gracias, me ayudaste a pasar la clase.

—Insisto aún en que me pases la presentación.

—Se la pasé a Bryan.

—Bueno pues no la ha compartido.

Freddy ríe.

—Lo hará.

—Eso creo, bueno, debes irte.

—Cierto, adiós.

—Adiós.

Freddy caminaba tranquilamente hasta la Universidad, su caminar se fue deteniendo, sabía que algo andaba mal y tenía que ver con la familia de Bryan, no por nada la hermana del castaño estaría fuera de su departamento.

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Despertó por el ruido de unas cosas caer, salió de su habitación y lo primero que notó fueron demasiadas cajas en el living.

—¿Qué es todo esto?

—Bryan...

—Y-yo no -no quiero irme. No quiero dejar a Freddy yo, no.

—Sabes que tenemos que hacerlo, no estamos seguros.

—Pero Freddy...

—Nos iremos mañana solamente sale el sol y nos vamos.

—Era primera la vez...

—Bry, hay más chicos en el mundo.

—Pero ninguno como él. —Suspira— É-él me quiere, él no me hace daño, yo...yo me enamoré de él.

—El lo entenderá. —Dijo para después irse.

—Era una promesa. —Susurró para sí mismo.

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(...)

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Freddy se encontraba camino a su departamento después de un largo día en la Universidad, solamente quería terminar sus proyectos atrasados y dormir. Bueno, todo quedó en el olvido cuando vio a Bryan sentado en la cera.

—¿Pasa algo? —Dice con una sonrisa en el rostro.

Esta desapareció al ver el rostro de Bryan; ojos rojos, lágrimas sobre sus mejillas y estas sonrojadas.

—¿Qué pasa?

Bryan no dice nada, se pone de pie y lo envuelve en un cálido abrazo, Freddy no tarda en responderselo.

—Y-yo solo -yo quiero decirte que te quiero. —Sorbe por la nariz— Te quiero mucho Freddy.

—¿Q-qué tienes? ¿Pasa algo?

—Freddy, mi -yo solo quiero estar contigo esta noche.

—Está bien, vamos.

Ambos ingresan al departamento del rizado. Un silencio incómodo invadía en la habitación hasta que el castaño habló.

—Freddy.

—¿Hm?

Freddy revisaba sus libretas para asegurarse de que no tuviera demasiados proyectos pendientes y así poder pasar tiempo con el castaño, no era consciente de lo que pasaba en ese momento estaba tan concentrado en sus pensamientos que unas simples palabras lo hicieron salir de ellos.

—¿Qué? R-repitelo por favor.

Bryan se negó.

—Y-yo solo quiero dormir, como en las noches anteriores.

—Bryan...

—Por favor.

—Solamente déjame tomar una ducha y dormimos, ¿sí?

El castaño asiente con un movimiento de cabeza. Freddy, como antes dicho, tomó una breve y se puso su pijama, salió del baño y se dirigió a su cama Bryan se encontraba sentado en el otro extremo de la cama.

—¿Duermes?

Bryan asiente y se recuesta junto a él.

—Sabes que te quiero, ¿no? —Suspira— Y aunque solo nos conozcamos desde hace dos meses, eres muy especial para mí, ¿no?

—Bry, ¿qué pasa?

—Tú solo -solamente prométeme que sin importar nada nunca me olvidaras y que me llevarás en tu corazón.

—Bryan...

—Dímelo Freddy.

—¿Qué cosa?

—Dime lo que sientes por mí.

—Yo...

—Por favor Freddy.

—Todo, me pones nervioso cuando entras a la habitación todas la mariposas cobran vida cuando estoy a tu lado.

Bryan sonríe mientras lágrimas caen sobre sus mejillas.

—¿Por qué lloras?

—Porque te amo, te amo tanto que duele.