La vida de Madison Montgomery

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Mi vida no es fácil sabiendo que solo quiero ser una cosa ‘famosa’ y que soy capaz de hacer todo lo posible por cumplir aquel objetivo. No tengo familia, no  tengo un hogar, no tengo nada, por  eso decidí entrar a la academia de señoritas con habilidades extraordinarias en donde sentí que me aceptaron por lo que realmente soy, una  bruja. Esta es mi historia y así comenzaron mis miedos:

 De niña nadie se me acercaba y los pocos que lo hacían sentían miedo, siempre  pensé que mi actitud era lo que los aterraba y alejaba, pero  no era tan así. 

Mi madre jamás me contó la verdadera historia de mi familia, en  realidad de los pocos seres que quedaban en mi familia. Ella era diferente a todos y yo era igual que ella, no  me agradaban las mismas cosas que a todos, no  me agradaba absolutamente nada, solo  había una cosa que me permitía ser quien yo quesera y eso era el cine. La mayor parte de mi vida se basa en recuerdos.

 Cuando era niña recuerdo que le temía a toda clase de monstruos de la noche, aquellos  no eran más que un invento de los adultos para que los niños duerman temprano.  Cuando cumplí 7 años le comente a mi madre sobre las extrañas pesadillas que solía tener durante la noche, ella  solo me dijo que todos los niños las suelen tener y me deseo buenas noches.

 Luego de cumplir 8 años, una  tarde mi madre accedió a mi sueño, el  cual le había comentando unos días antes y me llevo a un casting para una película sobre un grupo de niños prodigios, como  si fuera poco ya de niña sentía que mi vida se basaba en las excentricidades y la historia.

-          Todo saldrá bien, yo te tengo fe Maddie y sé que tu vida a partir de hoy va a cambiar, pero  lo único que deseo es que me perdones por todos los males que he cometido y quiero que sepas que siempre estaré para ti - Me dijo y pude notar a mi corta edad de que algo andaba mal 

-          Mamá gracias por esto - Le dije

-          Montgomery Madison - Me nombro el asistente de producción y mi madre me acompaño.

-           Lo siento señora la niña debe entrar sola - Le dijo a las entradas del teatro.

Mamá beso mi mejilla y me deseo suerte mientras entraba al teatro.

El casting era solo el principio para cumplir mi tan anhelado sueño, pero  todo cambio cuando mi madre nunca llego a buscarme, las horas pasaban y no notaba su presencia. Una mujer al verme llorar accedió a llevarme a mi casa. No tuve tiempo de agradecerle así que me acompaño hasta adentro. Busque por todos lados pero no había rastros de ella, sus pertenencias no estaban, sus fotos tampoco, nada  de ella estaba en la casa, mí   madre me había abandonado como lo había hecho mi padre hace 5 años.  

-          Ella se fue - Le dije a la mujer y ella me abrazo fuertemente

Esa noche llore durante horas y horas; aquella mujer me hizo compañía durante toda la noche y me ofreció un hogar en su casa. Estaba tan agradecida y triste a la vez que acepte y me fui días después sin nada.

La nueva casa era diferente, era  más espaciosa y elegante, como  siempre había soñado. Christine, asi se llamaba la mujer tenia una hija de casi mi edad, era  tan solo un año y medio más chica y un esposo que indicaba ser el padre perfecto. Creí que allí todo podría estar bien, pero  los años pasaron y las cosas cambiaron.

A la edad de 12 años empecé a meterme en problemas y me uní a un grupo de chicos que practicaban la magia negra. Mi nueva familia me obligo a dejar todo, me  obligo a alejarme de aquellas personas que solo intentaban hacerme bien o por lo menos eso pensaba yo.  Furiosa por sus reglas decidí invocar un espíritu maligno para que los asuste, coloque velas en mi habitación, hice un circulo con sal y una estrella inversa, cerré los ojos,y tomándome la cosa en broma desee que las velas se encendiesen,y así fue como sucedió, Sin  fuego lograron encerse,estaba anonadada, no  podía creer l oque estaba viendo ante mis propios ojos, asustada  deshice todo y me acosté, cerré  los ojos con tal fuerza que sentí como el calor inundaba mi cabeza, pero  no era así, estaba  prendiéndose fuego mi habitación,  el miedo solo me permitió gritar unos cuantos segundos que bastaron para que mi actual padre se acercase a ayudarme,instantáneamente Christine llamo a los bomberos, pero  ya todo era tarde el fuego termino no solo con el hogar, si  no con la vida de la familia, todos  habían sido calcinados, todos  ecepto yo.

Llore indignada ante la situación y confundida ante todo. Era la segunda familia que perdía en menos de 13 años. Todavía sentía como sus gritos resonaban en mi cabeza. La policía me pidió que les explicara que sucedió, era  el único testigo que había salido con vida y por supuesto les menti, les dije que las llamas habían comenzado en la cocina por culpa de las velas nocturnas y eso basto para que me llevaran a una casa de niños sin hogar. Estuve dos años allí, nada  fue fácil, pero  nada era imposible para mí. Muchos de allí me tenían miedo, otros  se me acercaban por que me reconocían de algunas publicidades que hice durante mis años de gloria en la familia de Christine.

Una noche recibí una carta, la  cual poseía el nombre de mi verdadera y biología madre, ella  no explicaba la razón por la que decidió irse, pero  si me brindo de sus plegarias y sus disculpas, me dijo que mi verdadero hogar era en una academia para niñas extraordinarias y sin pensar decidí irme esa misma noche. No podía irme sin ser mayor de edad, pero  tenia que encontrar ese lugar y no me quedaba otra cosa que escapar durante la fría noche.

Deambulé por las calles hasta encontrar el lugar, una  gran casa blanca se veía tras un gran portón negro. No entendía por que había llegado a ese lugar pero quería las explicaciones necesarias para poder entenderlo.

La puerta se abrió lentamente y pude divisar la sombra de una mujer que me esperaba en la puerta.

-          Bienvenida a la Academia Miss Robinchaux's, mi nombre es Cordelia Foxx y soy la directora de este lugar - Dijo amablemente mientras me dejaba entrar a la gran mansión.

Al entrar pude observar un gran pasillo, que llevaba a una escalera en forma de caracol, las paredes eran tan blancas como las de un hospital y todo allí lucia increíble.

Nos dirigimos hacia una pequeña oficina en donde tome asiento y Cordelia me invadió de preguntas.

-          ¿Por qué has venido? -  Esa fue la principal pregunta

-          Lo único que tengo es esto - Le dije entregándole la carta de mi madre

-          ¿Sabes? Eres una joven muy especial y este es tu verdadero lugar en el mundo

-          ¿A que se refiere? Mi madre me abandono cuando tenia 8 años, no  tengo nada más que ver con ella y su vida - Le comente con cierta rabia

-          Madison eres una bruja como yo, como  todas en este lugar -

Aquellas palabras cambiaron mis pensamientos totalmente, no conocía la verdadera historia de mi familia pero por alguna extraña razón me ayudo más que ninguna persona en el mundo, Cordelia  Foxx fue la persona indicada en mi vida y la única capaz de ayudarme a controlar mis poderes durante tanto tiempo.

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