012: Sangre derramada.

96 17 3
                                    

Kihyun abrazaba de lado a Moon mientras que Changkyun limpiaba el sudor de su frente con una servilleta blanca como la nieve. Estaba tiritando, su cuerpo inconscientemente daba espasmos. No era la primera vez que controlaba sus sueños, no era la primera vez que mezclaba el pasado con el presente para sacar respuestas, la historia estaba en las noches, en sus sueños, la realidad estaba ahí. No era causa de los medicamentos, los había dejado hace un tiempo, aun así no dejaba de soñar. Kihyun teme que los sueños se vuelvan realidad, que comience con visiones mientras está despierta, se aterra con pensar de que en cualquier momento se vuelva loca a causa de esto.

- Tenemos que ir a verlo. –Ella suspiró–.

- No me parece buena idea, es un loco, un asesino. –Kihyun la miró de lado haciendo que queden a escasos centímetros–. No permitiré que te arriesgues a ello.

- Que nos arriesguemos mejor dicho. –Changkyun soltó entre risas–.

- Eso. –Miró hacia otro lado con el rostro ardiendo–.

- Chicos, ¿puedo ir a buscar mis cosas? Tengo que llevar ropa interior y esas cosas... no quiero que los demás vean esas cosas.

- Yo te acompaño. –Kihyun le tomó la mano para ponerse de pie–.

- Primero pasaré al baño, adelántate, te alcanzo en un minuto. –Ella sonrió–.

- Está bien. –Kihyun caminó hacia la puerta–. Alcánzame rápido que no quiero caminar solo por este pueblo.

- Claro.

Changkyun la miró con desconfianza una vez que Kihyun cerró la puerta tras de él. Ella le sonrió.

- El pasaje cinco está a dos cuadras abajo. ¿Quieres que te acompañe?

- Cuídame la espalda.

- Está bien.

Salieron por la puerta trasera de la casa para no encontrarse con Kihyun en el camino, comenzaron a caminar en silencio, ella unos pasos más delante de él, las luces de las casas estaban mayormente apagadas, la niebla estaba llegando poco a poco haciendo que las luces de las calles pierdan luz, oscureciendo más el camino.

Al llegar al frontis de la casa ella dudó un poco, miró hacia atrás y Changkyun estaba sentado fuera de una casa con luces, fumando un cigarrillo. La mejor forma de pasar desapercibido, ella mofó para su interior y golpeó dos veces antes de sentir unos pasos pesados acercándose a la puerta. Ésta se abrió dejando ver a Greg, el famoso hombre hacha, a pesar de que estaba casi en sus cincuenta, luce exactamente como ella lo recuerda en sus sueños, él la miró con enojo antes de abrir los ojos sorprendido y haciéndola pasar inmediatamente.

- ¿Quieres un té, Madeleine?

- No soy Madeleine, Greg, soy _______, su nieta. –Ella hablaba con dificultad por el miedo–.

- Bien, _______, ¿Quieres un té? ¿Café? ¿Chocolate?

- Un chocolate estaría bien, gracias.

Él desapareció en una habitación que simulaba ser la cocina, si ella no supiera su pasado, si ella no lo conociese tan bien, podría pensar de él como un señor amable, pero no es así. Él es un asesino de armas tomar... es un hombre terrible del que necesitaba su ayuda con urgencia. Miró la casa, tiene una televisión casi-moderna, un dvd y muchas películas a un costado apiladas en el suelo. Tiene fotografías en la pared, fotografías de su infancia, de su adolescencia, en ellas sonreía mucho. ¿Qué lo hizo convertirse en lo que es hoy? En una foto sale con Madeleine, abrazados de lado, ambos sonrientes... de fondo: El asilo.

Sintió ruidos lo que hizo que mirase directamente hacia el lugar proveniente, allí venía Greg con dos tazas blancas y un pocillo con galletas. Dejó las cosas en la mesa de centro y se sentó frente a ella, le agradeció y procedió a tomar la taza de chocolate. Una vez su madre le dijo que no acepte cosas de desconocidos, pero él no es un desconocido, extrañamente confía en él.

- Nunca tuve la oportunidad de agradecerle a Madeleine, por lo que siento que debo darte las gracias a ti. Ella me sacó de esa tortura, Carterbury, ese hijo de puta me hizo la vida imposible.

- ¿James Carterbury?

Él asintió sorprendido.

- Actualmente es profesor de la universidad que está en el edificio, donde voy yo.

- Lo sé, lo supuse... te pareces tanto a ella. –Sonrió con nostalgia luego de beber de su café–. Recuerdo a tu madre, Violet, ella jugaba conmigo, Madeleine la ocultaba en mi habitación para que Warden no se acercara a ella. Sabía que este día llegaría alguna vez, tu madre vino a visitarme hace casi un mes, dijo que vendrías y si descubrías la cosas probablemente vendrías conmigo a pedir mi ayuda, sé todo lo que pasa en esa mierda, sé todo lo que ocultan y lo más importante: sé quién es la zorra Hillson. Hace un rato, mencionaste que necesitabas de mi ayuda.

- ¿Cuándo?

- Haces lo mismo que tu abuela, te metes en los sueños de los demás. –Soltó una nostálgica carcajada–.

- ¿Cómo?

- No tienes tiempo, tu amigo te espera fuera... debe tener frío. –Suspiró evitando la pregunta–. Dijiste que querías que mate a alguien, debes saber que después de todo no lo hago. –Hizo una pausa–. Pero por ti, por Mad y por Violet lo haría... dime qué es lo que necesitas, después tendremos tiempo de hablar mucho. –Sonrió amablemente–.

- Ok, mira, este es el problema. –Tomó una bocanada de aire–. Debes conocer a Calum. –Él asintió–. No sé en qué está metida la profesora Hillson, pero tenemos un presentimiento de que ella lo secuestró, no aparece hace una semana, según mi amigo tienen dos semanas antes de drenar la sangre y esas cosas.

- Está bien, los hueso de oro.

- Sí, la semana entrante hacen un viaje a Nueva Orleans, pero la profesora tiene que ir a Luisiana antes de ir a Nueva Orleans, tenemos que evitar eso a toda costa.

- ¿Sabes que Cal es nieto de Warden? ¿Sabes que pertenece a los Harletts? –Ella negó sorprendida–.

- Cal tiene la sangre de ese malparido, es sangre y hueso potente, una mina de oro para ellos. Años atrás los Harletts asesinaron a sangre fría a un estudiante, fue una ofrenda y unión entre ellos y los hueso de oro, antes era respetado pero una vez que encontraron su relación con Warden se volvió en la mina de oro para ellos, codician su cuerpo. Hay una solución para evitar ese viaje y darles tiempo para ir a Luisiana y sacar a Cal de dónde está, no es fácil llegar al lugar pero afortunadamente lo sé, Madeleine era de los Hueso de oro, ella me contó todos sus secretos y así fue como llegó a manos de los Harletts y su sangre fue derramada, tendremos tiempo para contarte la historia otro día... necesito saber si la hija del director está ahí.

- Se fue pero ha vuelto hace dos días.

- Está bien, necesito que esta noche, tu y tus amigos estén en su habitación, que no salgan, a las 3.45am se debe descubrir. Ve, anda rápido, escóndanse y no salgan. –Se puso de pie para caminar hacia la puerta–.

- Gracias.

- Deja esto en la puerta de Short. –Le tendió un sobre blanco antes de que ella cruce la puerta–. Es de los hueso de oro, sabe que significa esto.

Ella lo recibió antes de salir, él cerró la puerta tras ella, con violencia. Changkyun corrió hacia ella, estaba congelado. Ella le hizo una seña para que no se preocupe que todo iba a estar bien.

- No saldremos hoy, Changkyun, todos debemos quedarnos en las habitaciones.

- ¿Han llegado a un acuerdo?

Ella asintió y Changkyun suspiró en alivio.

***********

Holanda, qué talca?

Disculpen por el atraso, no tengo internet T_T intentaré escabullirme dónde sea para poder subir más capitulos </3 Las amo <3

Halfway - KihyunxReader *TERMINADA*Where stories live. Discover now