CAPITULO 1| Correr cansa ¿sabes?

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-Maldito Carlos...- se quejó María mientras se tumbaba en su cama-Joder casi nos pillan,imbecil- dijo mirando a el pelinegro que estaba sentado frente a ella.
-¡Hey! No es mi culpa, no sabía que era un poli-dijo relevandose ante su fallo-Además tampoco es que tu hayas echo mucho para ayudarme- dijo en un susurro casi inaudible.
-Te he oído- dijo la rubia mirándole con cierto enojo, haciendo así que el pelinegro se sobresaltara.
-Vale gatita- dijo burlón-Pero no me claves las uñas ¿vale?-

Si las miradas mataran, Carlos estaría más que muerto sobre el suelo,estaba realmente cansada,casi los pillan, y no podía permitirse repetir este, su último curso de la ESO, sólo tenía que aguantar a los tediosos maestros un año más y después... después sería libre, como ella siempre quiso, no tendrá que aguantar a más adultos entrometidos que piensan que son mejores a ti, mirándote con superioridad y haciéndote la vida imposible con 700 trabajos inútiles que luego, ni siquiera mirarían.

Minutos después de silencio Carlos comprende que Maria quiere pensar, la conocía desde hace demasiado tiempo, no quería ser directa o borde diciéndole algo como "Carlos veté de mi casa ¿quieres?" No, tenía demasiada educación como para hacerle eso a su mejor amigo.
Minutos después Maria estaba dormida, siempre le ocurría y le parecía muy curioso, luego de huir de la policía siempre dormía un rato, correr cansa ¿sabes?

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