Capítulo 1

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—¡¿Ahg, porque no contesta?!

La castaña intentó por última vez y nada. Ya eran quince llamadas perdidas las que tenía el pelirrojo de su única y mejor amiga, la cual lo esperaba en la entrada de la escuela estresada.

—¡Hola!—la chica levantó la mirada y se encontró con el Agreste saludando, un leve rubor se internó en sus mejillas mientras que saludaba con la mano.

Fue en eso cuando dos chicos pasaron a su lado y se dirigieron a él. El rubio comenzó a hablar con ellos y nuevamente pasaron por al lado de la castaña al entrar en el recinto.

—¡Ahg! ¡Odio ser invisible!—bufó ella mientras se sentaba en las escaleras y bajaba la mirada—. ¿Porqué no estas cuando te necesito, Nath?

El timbre se escuchó y eso hiso sobresaltar a Lila. Se levanto con su bolso colgado al hombro y caminó hacía su sala, al llegar se sentó en la última fila, mirando a cada instante al puesto vacío a su lado. Aquel pelirrojo era su única compañía, y le fallaba en un día tan especial como ese.

—Hoy haremos el proyecto del que tanto les he hablado ayer...—anunció la profesora mientras observaba a cada uno de sus alumnos—. Este se hará en parejas...

Muchos festejaron aquello, mientras miraban a la persona a su lado y sonreían.

—Em... Profesora, Marinette aún no ha llegado...—dijo una chica morena mientras hacia un puchero.

—Debido a que Adrien aún no vuelve del baño serás con Nino... y el con...—la profesora se quedo callada al ver a la castaña sola, en la última fila.

Nino ya se había sentado junto a Alya, y Adrien acababa de llegar. Una idea pasó por la mente de la profesora, pero lamentablemente no era la mejor.

—Debido a que usted ha llegado y Marinette no esta... La señorita Rossi será su compañera—anunció la de profesora de ojos celestes mientras invitaba a Lila a sentarse junto al rubio.

El suspiro del rubio se escuchó en todas partes. Mientras la castaña se dirigía al lugar muchos empezaron a murmurar cosas. Nadie la quería, pero tendría que trabajar con el chico "perfecto" de la clase.

—P-pero maestra... ¿Y que hay de Nath?—cuestionó Lila al sentarse junto al de ojos verdes.

—Trabajará con Marinette...

Una sonrisa confiada se dibujo en el rostro de la chica. Cuantas veces había oído ese nombre de parte de su amigo, y aunque a la vez se sintiera celosa... Estaba feliz por lo recién ocurrido.

—Hablen con sus parejas y organicen sus juntas, escribiré los temas en la pizarra y en veinte minutos los elegirán...

Todos asintieron y comenzaron a hablar con sus parejas, excepto Lila y Adrien, los cuales ni siquiera se miraban.

—Escucha... No quiero más mentiras, Lila...—Murmuró el Agreste mientras miraba fríamente a la chica de al lado.

—Y-y no las tendrás...—respondió ella mientras trataba de sonreir.

—Mañana en mi casa, después de las clases... Debes irte a mi casa por tu propia cuenta...—el rubio le dio la espalda a la castaña y se puso a hablar con sus compañeros de atrás.

La Rossi solo miraba la puerta con esperanzas. Tal vez aún podría cambiar de pareja una vez que llegará Nathanaël. A ella aún le gustaba Adrien, pero era invisible para él... y si lo dejaría de ser no sería por un trabajo.

—Vamos, Nath...—Murmuró con un hilo de voz—. Por favor...

(...)

—¡Li! ¡Lila!—gritaba el pelirrojo mientras salía del salón—. ¡Li, vamos!

—¡¿Sabes acaso que es lo que siento en este instante?!—preguntó en un tono de voz alto, mientras bajaba las escaleras con velocidad.

—¡Por favor, hablemos sobre  esto!—el no paraba de seguirla, bajó también las escaleras siguiendo a su amiga.

—¡No... Claro que NO lo sabes! ¡Eres un idiota, un traidor, un mentiroso, solo ilusionas a las personas... Te odio, Nathan...!

Él la agarró del brazo, impidiendo asi que siguiera avanzando. Le dio la vuelta, pero ella solo le lanzó un escupo.

—¡Sueltame!—exigió la italiana mientras forcejeaba con el de ojos claros.

—¡Lila... por favor, perdóname! ¡No quería...!

—¡Todos los chicos son iguales! ¡Ay, es que yo no quería, no es mi culpa... Perdóname "Li"!—dijo la chica mientras imitaba las frases de su acompañante.

Él solo rió, haciendo que la de ojos verdes se enfadara más. De un solo tirón se soltó del agarre del pelirrojo, y comenzó a correr lejos de él.

—¡L-lila!—gritó él antes de verla salir de la Françoise Dupont.

Cuando ya se encontraba solo en el establecimiento se dejo caer en el suelo, tapando su rostro con sus manos.

¿Que hice mal?—se cuestionó, provocando que en otro lado de París un mariposa se posara en esa oscura mano.

—Oh, la culpa y el perder, dos cosas que se relacionan muy bien...—exclamó Hawk Moth cambiando el color de aquella mariposa—. ¡Vuela mi pequeño mi Akuma, y dale a él la oportunidad de ser un héroe!

Mientras tanto el pelirrojo sacaba aquel colgante de su bolso y lo veía triste. Si había un símbolo de amistad entre ambos chicos, era ese, el objeto que tanto como Lila, y ahora, Nathanaël habían usado de mala manera, debido a aquella mariposa malévola.

I'm Not Lying | Nathila |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora