Odio no poder abrazarte y no estar contigo. Odio también no lograr olvidarte y no dejar de pensar en ti. Odio no poder dormir y llorar tanto por ti.
Lloro todo el tiempo y mi cara se está arrugando. Ya no soy tu chica perfecta, ni siquiera me acerco a tu índice de belleza.
Eres mi amigo y extraño poder caminar a tu lado sin preocuparme de los demás.
Necesito mucho tenerte un día más, un año, una década. Te necesito en mi vida, te quiero tener por siempre porque mi mente no olvida las promesas que hicimos, lo que dijimos o lo que una vez sentimos.
Quiero que me ames de nuevo. Ahora no siento tu amor y eso duele.
Siempre fue un mal momento para decirte lo que sentía. Pero el momento que me confesé, el día que hable sobre todo lo que había ocultado, fue el peor de todos. ¿Por qué? Porque no lo notaste, no lo entendiste. No lo quisiste entender. Por lo menos eso me hiciste creer.
