Prólogo

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Abro los ojos lentamente.

Hay una luz muy intensa que no me deja ver con claridad. De pronto, me doy cuenta de que estoy dentro de un túnel. Uno muy largo. La luz intensa está al final del mismo.

Me giro para ver qué hay detrás de mí. Nada, solo oscuridad. El único camino es seguir hacia la luz...

Pero al llegar al final del túnel, ahí donde la luz intensa está, empiezo a escuchar mucho ruido, como un pitido que cada vez se hace más intenso. Eso me hace distraerme y cuando me doy cuenta, la luz se ha ido.

Me quedo parado ahí, al final del túnel sin saber que hacer. A oscuras.

Mi corazón empieza a acelerarse. Estoy asustado.

Me giro cuando siento que alguien toca mi hombro, y al hacerlo caigo. No sé a dónde, ni siquiera me había percatado de que existiera un límite en el piso. Grito demasiado asustado. Simplemente sigo cayendo.

Cierro los ojos por lo que creo son solo segundos. Cuando los vuelvo a abrir estoy parado en medio de una habitación.

De nuevo me giro para observar todo a mí alrededor. No conozco este lugar.

Hay un espejo en una de las paredes, camino hasta ahí para verme.

Es mi reflejo, pero acabo de darme cuenta que no recordaba como era mi rostro. Llevo una mano a mi mejilla. Ladeo la cabeza. Soy lindo. Debo admitir que me siento satisfecho con mi aspecto. Me veo de arriba abajo.

Estoy vistiendo un uniforme de escuela. Debo tener 16 o 17 años. Tomo la etiqueta que está sobre mi pecho. Frunzo el ceño al ver que alguien, tal vez yo, la ha dañado escribiendo encima simplemente "Wonu".

Intento limpiarla para leer el nombre debajo, pero no puedo.

¿Wonu? ¿Me llamo Wonu?

De nuevo me giro cuando escucho que la puerta de la habitación en la que estoy se abre. Un chico de pelo negro y piel muy pálida entra cargando una maleta. Camina directamente hacia mí.

— Lo mejor es que descanses, la Universidad puede esperar unos días más – el chico dice.

— Tengo que hablar con el profesor de microbología, no he entregado un trabajo que debí haber hecho hace una semana...- alguien le contesta desde afuera.

Abro la boca para decir algo cuando veo que el chico sigue caminando hacia mí. Sin inmutarse. Va a chocar conmigo y...

¡Ah! ¿Qué ha pasado?

Me giro rápido para ver al chico detrás de mí. Bajo la mirada para revisar mi cuerpo. ¿Cómo hizo eso? Ha pasado a través de mí. Y sigue sin verme. ¿Por qué? ¿Por qué no me ve?

— ¡Hey! – le hablo moviendo mi mano frente a él.

— ¿Dijiste algo? – la persona afuera de la habitación pregunta.

— ¿Yo? No, ¿Por qué? – el chico dentro de la habitación contesta y de nuevo pasa a través de mí y sale.

Me quedo parado en medio del cuarto. No me ha visto. Pasó a través de mí...

Me giro para verme de nuevo al espejo. De pronto mi reflejo empieza a verse un poco tenue. Levanto mis manos para verlas. Parecen normales, pero por momentos se desvanecen un poco.

¿Qué está pasando?

¿Qué me ha pasado? ¿Acaso yo...?

¡¿Soy un fantasma?!

Alma EnamoradaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora