Mi nombre

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Escucho un grito. Un viento fuerte cubre mi cuerpo, siento frio, estoy helada... De repente se oye un golpe, seguido por un crack
Susurros, sollozos, un nombre es gritado, ruedas son deslizadas por un piso de finas baldosas, sangre, mucha sangre, dolor, palabras sin sentido, luz blanca iluminando mi rostro... Y luego, nada más que silencio.

Luego de un tiempo, nose cuanto en realidad, logro oir voces a lo lejos. Una discusión para ser exacta

- ¿Que vamos a hacer? Sabes que si pasa algo estamos muertos!

- ¿No te preocupa ella en lo más mínimo? ¿Me estas jodiendo verdad? ¡¿Acaso no ves lo que paso? ¡lo que ocasionamos¡ por dios no sé quién eres... -intento abrir los ojos y no lo logro, intento moverme y nada, siento un gran cansancio y termino por vencerme ante el.

Abro los ojos lentamente, tratando de adaptarme a la luz del lugar y lo primero que veo es un techo liso color blanco, giro lentamente la cabeza y me arrepiento al instante. Estoy en una camilla, tumbada boca arriba, en mi brazo derecho tengo inyectando una especie aguja conectada a un tubo y un montón de cables en mi cuerpo que conectaban con unos aparatos que se encontraban a mis costados. Estoy en un hospital... ¿Pero qué hago aquí?
Comienzo a moverme con mucho esfuerzo, mi cuerpo duele con cada pequeño movimiento. Intento reincorporarme trato de hablar, mi garganta está seca, giro despacio y me encuentro con tres personas mirándome a la expectativa de algún movimiento.

-XIOMARA-grita la mujer causando que mi cabeza duela y tape mis oídos al instante

-Por dios! Llama al doctor ¡Ahora!- esta vez dice el hombre a un muchacho que en cuestión de instantes corre y se pierde tras la puerta. Mi pregunta es ¿Quiénes son? Cuando intento decir algo, ella se acerca y con lágrimas en los ojos, se abalanza sobre mi causándome gran dolor

-Oh Xio, pensé...Y-yo pensé que... Dios mio, gracias- murmuraba mientras me abrazaba, no sabía que hacer.

-Hija yo...- el hombre se quiebra y se une al abrazo de la señora y yo no pude pasar por alto la palabra, acaso me dijo ¿hija? Sus brazos envueltos en mi persona se sentían raros, conocidos, pero fríos. La puerta de la habitación fue abierta y de ella entraron varias personas

-Despacio, pueden lastimarla- Dice el doctor que acaba de entrar con dos enfermeras y el chico que salió hace instantes

-¿Como te encuentras Xiomara?-pregunta
-Temo que tendrán que retirarse, ella necesita descansar y tendremos que hacerle un chequeo- ahora habla una de las enfermeras

-No, no la dejaremos. Entiende Micgel, ella acaba de despertar.-dice la mujer dirigiéndose al Dr. -Solo queremos hablar con ella un rato porfavor

-Deben entender que ella necesita descansar y nosotros necesitamos cerciorarnos de que ella este bien. Aún faltan pruebas, y necesitamos atenderla- No entiendo nada de lo está pasando mi cabeza da vueltas

-Lo sentimos, cariño tiene razón, debemos dejar que ellos se encarguen. Después de todo ya despertó, nuestra hija está bien. Nuestra Xio esta con vida dejémoslos trabajar. -Esta vez habla el hombre y yo no comprendo

-¿Quiénes son?- Mi pregunta hace que todos se callen de repente y me miren sorprendidos

-Xiomara, soy yo...- habla el mismo con lágrimas en los ojos al ver mi cara de confusión, el chico por su parte empalidece y tapa su boca en señal de no creer lo que acabo de preguntar, lo miro extraña...

-¿Xiomara?- pregunto-¿Quién es Xiomara?



ConociéndomeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora