JiHan One-shots

Just tonight

— Enciende el auto. 

— Hannie, vamos... — la voz de Joshua delataba cuan ebrio estaba junto con sus acciones, dándose el lujo de tocar el cuerpo de su acompañante, besando su cuello tan descaradamente.

— ¡Enciende el auto y llévame a casa!

Un suspiro exasperado salió de los labios del menor, quien se dejó caer en el asiento, mirando con enojo hacia el frente antes de girar las llaves para poder encender el motor, oyéndolo gruñir hasta que por fin colocó los cambios y aceleró. Jeonghan bajó la mirada hacia sus manos temblorosas, su mirada apenas enfocaba, la cantidad de píldoras lo había dejado tan débil. 

"No vayas a dormir" oyó que le decía, tenía razón... No podía llegar dormido, porque sencillamente no llegaría. El camino era tedioso, tardaban demasiado como para poder aguantar más, no podía controlar sus párpados que se cerraban. Un golpe en su cabeza le hizo cubrirse de pronto, mirando a Joshua.
 —  ¡Te dije que  no te duermas! — gritó, sobresaltándolo. Jeonghan se volvió a acomodar, bajando el rostro, rascándose nerviosamente las manos. Un gruñido se oyó y luego el auto se desvió de pronto, estacionando de la misma manera tan dura, logrando que el de cabellos largos se debiera sostener, teniendo el corazón en la garganta del susto.

  — ¡Ahh! —  gimió al sentir sus hebras ser jaladas con fuerza, siendo brutalmente amenazado por su novio, los gritos descontrolados y los golpes que llegaban, volvían, perdones que intentaban ser oídos y lágrimas que no tenían quien las detenga. Rogando a media voz, Jeonghan solo podía dejarse someter, intentando en vano que semejantes bofetadas dejaran de azotar su rostro, solo cuando Joshua pareció cansarse fue liberado; acurrucado en el asiento, sollozando en silencio se cubría el rostro. ¡Porqué...!

  — Hannie... —  No... No lo digas... —. Hannie, lo lamento... 

Jeonghan giró su tembloroso cuerpo a verlo, ahí estaba... Ebrio, arruinado, desastroso, así como lo estaba él. El menor se acercó más, acariciando las mejillas que él mismo golpeó, besándolas y llegando hacia sus labios.

  — Lo lamento... 

  — Estoy cansado, Shua... —  confesó entre llantos el mayor.

— No, no... Por favor... — Una diminuta distancia se formuló entre ambos, logrando verse a los ojos. Las tenues luces iluminaban aquellos bellos ojos que tanto le gustaban, aquellos ojos que podían trasmitir todo sentimiento y... y eso era lo que transmitían en ese momento: sentimientos.

"Me ama" pensaba, pero podía leer que no era así.

— Te amo...

Y solo pudo guardar silencio, siendo besado una vez más. Tenía razón.

. . . 

— ¿Listo?

Asintió ligeramente con la cabeza, relajándose cuanto pudo al momento de sentir la aguja clavarse en su piel y finalmente aquella droga pasar hacia sus venas. Cerró los ojos, suspirando. Quemaba.

Lo último que recordaba con lucidez era como Joshua lo sostenía entre sus brazos, comiéndolo a besos. El mundo comenzó a movérsele, no sentía el suelo, solo los fuertes brazos de su novio que lo aferraban para subirlo sobre la mesa, obligándolo a separar las piernas para estarse cómodo entre ellas mientras los besos, donde sus lenguas se hallaban, donde solo existían ellos en la desordenada sala de la casa. 

  — Te odio —  susurró entre besos a Joshua, quien solo sonrió y lo mordió con fuerza—. Te detesto...

— Cállate y deja que te coja... —  acalló el menor de ambos, despojando las ropas contrarias, aprovechando su estado de debilidad antes de tomar distancia para poder buscar aquellas píldoras que le gustaba tomar en sus largas sesiones de sexo.