Eres mi día 14

Un dia Normal en mi vida

¿Sabéis ese momento del día en el que os replanteáis vuestra vida y odias a todo y a todos? ¿En el que si cualquier persona entrase en la sala le estamparíais algo en la cara? Pues así estaba yo, al escuchar el sonido del estúpido despertador en la mejor parte de mi sueño.
¡Estaba a punto de besarle! ¡A punto!
Furiosa me dispongo a levantarme de la cama, pero me enredo en las sabanas y me caigo de cara al suelo.
¡Estúpido suelo, estúpido despertador y estúpido instituto!
En medio de mi ataque de asco hacia la vida, mi madre entra en mi habitación y trata de no reírse de mi mientras me dice:
- Cariño, deberías vestirte rápido o llegarás tarde
- ¿Enserio? Gracias mamá de verdad, no me di cuenta.
Salió de mi habitación intentando aguantar la risa pero al salir de ella soltó una gran carcajada que aunque no vaya a admitir en alto, también me gustaría haber soltado.

Trato de vestirme con la mayor rapidez posible poniendome el bonito y precioso uniforme que el instituto me obliga a llevar. Mentira,es horrible, horroroso cuál diarrea de bebe.
Voy a la planta de abajo, donde se encuentra La Cocina y veo que mi gran y perfecta madre, la más responsable de todas, se ha quedado dormida mientras cocinaba los huevos fritos.
Busco mi móvil y saco una foto de la cómica situación, muy útil para futuros chantajes.
La despierto con unos suaves (puede que no tan suaves) golpes y después salgo corriendo por la puerta principal, sabiendo que si me quedaba me devolverían esos suaves pero no tan suaves golpes.

Unos minutos después ya me encontraba dentro de la guagua. Conecté los auriculares a mi móvil y la música que mi mejor amiga suele escuchar inundó mis oídos. Admitir que si, que escucho la música que me recomienda, siempre y cuando ella no este presente. Si se entera tendré que pasarme meses aguantando sus constantes abusos hacia mi persona con la excusa de...
- ¡Estás escuchando a Ed-sheeran!
Mierda, ¿que hace esta tan temprano aquí?
- si Marta, estoy escuchando la porqueria de música que tú me mandas, ¿eres feliz con eso?
- ¿Si soy feliz? Me debes la vida, gracias a mi sabes quién es Ed sheeran.
Se sentó al lado mía y me arranco los auriculares de las orejas. Después, me obligo a compartir los de ella para enseñarme más música que fingiré odiar para luego descargarme.
Dato:
(Marta, mi mejor amiga, mi rayo de luz y mi vida entera. Ella junto a Sab(ina) y Eduardo son mi pequeña familia feliz, mi pequeño refugio.)

El viaje se me pasa volando y cuando quiero darme cuenta la guagua ya está aparcando en la entrada del instituto. De repente, su imagen me invade. Le podría describir pero la verdad es que no importa. Solo importa su sonrisa. Esta ilumina mis días y más si son gracias a mi.
Puedo afirmar que lo amo, pero no serviría de nada. Todos estos pensamientos causan que me choque contra algo muy firme. Debería mirar más por donde voy. Levantó la cabeza para encontrarme con lo que menos me esperaba, una columna.
- Enserio, estás fatalisima. Levántate de ahí ya.
Me dijo Marta riéndose de mi.
- cierra la boca y ayúdame a levantarme
Conteste intentando no sonreír
- Uyuy que agresividad
- Lose Marta lose
Nada grave paso después de este pequeño incidente. Las clases transcurrieron normalmente.

A la hora de la salida estaba sola, Marta estaba en refuerzo y Eduardo no cogía la guagua así que me senté en la parte de atrás rezando para tener los dos asientos para mí sola.

Unos minutos después, siento como alguien se sienta al lado mía. Maldigo por dentro a todas y cada una de las personas de este mundo mientras me giro a ver quién es. Cuando le veo, mi cuerpo se paraliza, de repente me pongo muy nerviosa y empiezo a sudar. Trato de que el no sé de cuenta de que le estoy mirando mientras hago más hueco para que esté cómodo, ya que el señor con el récord Guinness del mundo como "el más gordo y apestoso"  se ha sentado a mi lado.
¿Veis porque hay días que no deberíamos ni levantarnos de la cama?

Después del viaje más incomodo de mi vida, llego a casa. Paso el tiempo en mi habitación, fingiendo hacer la tarea mientras juego con mi móvil y pongo cara de interesada cuando entra mi madre al cuarto.

Dos horas, siete fotos en instagram, cuatro partidas del clash royal y una suma después, dejo de estudiar. Me ducho con tranquilidad y me acuesto en mi cama. Justo cuando me estoy quedando dormida suena mi teléfono.
- ¡Seas quien seas te mato!
Le grito a la persona que me ha llamado.
- Vale vale, pero espera a que te cuente esto
Me contesta mi mejor amiga extrañamente feliz.

A partir de esas palabras, mi vida dio un giro de cero grados para seguir tan deprimente como siempre, aunque a la altura de una telenovela.

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