Magia, magia para esto, magia para aquello, la respuesta a cualquier problema siempre tiene que ser magia, ya estaba cansada de todo esto, mis problemas habían comenzado por la magia, claro, hay cosas de las que no me arrepiento para nada, pero en este momento... no puedo recordar ninguno de esos "hermosos" momentos. Mi hijo ha sido secuestrado y al momento de que lo encontramos... o más bien, él nos encontró, la oscuridad ya se había apoderado de él.
-Rumple, hay que detenerlo, hay que hacerlo entrar en razón.
-No se puede hacer entrar en razón a alguien que ha sido absorbido en su totalidad por la oscuridad.
-¡Claro que se puede!, ¡hay que intentarlo!, ¡es nuestro hijo de quien estamos hablando!
-¡Precisamente por eso no me hará caso! ¿Has olvidado quién soy y todo lo que hice?
-¡Tu pudiste encontrar la luz en tu peor momento de oscuridad! ¡Si tu pudiste, él también!
-Belle -susurró- ¿es que acaso no recuerdas como me miraba? -sus ojos estaban anegados de lágrimas- ¡me odia! ¡mi propio hijo me odia! -una lagrima silenciosa resbaló por su mejilla- ahora también le he perdido.
Lo abracé con fuerza mientras las lágrimas resbalaban por mis también mejillas.
-No puedo hacerlo Belle.
-Claro que puedes, aparte, no estarás solo cuando hables con él.
Nos separamos y nos dispusimos a mirarnos a los ojos.
-No quiero perderte.
Le sonreí de la manera más tranquilizadora que me era posible.
-Y no lo harás.
-No... y de eso voy a asegurarme.
Se incorporó con rapidez y comenzó a poner un hechizo de protección por toda la tienda.
-¿Rumple? -no contestó- Rumple, para -siguió ignorándome- ¡He dicho que pares!
Le sujeté el brazo. Él terminó de colocar los hechizos y tomó mis manos, en ese preciso momento hizo que nos apareciéramos en la biblioteca del pueblo, le lancé una mirada de incomprensión.
-La tienda será el primer lugar que revise si viene por ti -soltó un suspiro- Con suerte esto los detendrá, pero, por si se dan cuenta... -comenzó a lanzar hechizos de protección en la biblioteca, traté de detenerlo, pero era el oscuro contra una mortal, no podía hacer nada más que reprochar y demorarlo-. Lo siento Bella, no quiero perderte a ti también.
Terminó de colocar los hechizos, sacó la daga de su gabardina y la colocó frente a mi escritorio.
-Ya sabes como se usa, si están demasiado cerca me invocas.
-No lo haré, no pienso hacerlo, ¡puedo defenderme por mi cuenta Rumpelstiltskin!
-Eso lo se querida, pero no pienso poner en riesgo tu vida.
Y dicho esto desapareció en su típica nube de magia.
Llevé mis manos a mi cabeza, soltando un grito de rabia, posteriormente traté de buscar una salida de ese lugar.
Era inútil, de nuevo estaba compitiendo con magia. Miré la daga de Rumple y una loca idea me vino a la cabeza.
"Si no puedes contra la magia, se parte de ella".
Corrí a buscar un libro que había descubierto hace bastante tiempo y que había guardado para que nadie supiera de su existencia, al encontrarlo, tomé la daga y llevé también el libro directo al asensor, cerré los ojos por un momento, tenía que hacerlo, por mi hijo, para demostrarle a Rumple y a todo el mundo de que yo era capaz de muchas cosas, de que yo no era una damisela en apuros y podía defenderme sola.
Cerré las puertas del ascensor, me senté y comencé a hacer los preparativos, si Excalibur podía contener a dos oscuros, la daga también.
...
La puerta del ascensor se abrió y Gideon pudo entrar.
-¿Madre?
No había nadie dentro, solo un libro viejo y quemado, el joven frunció el ceño.
-¿Mamá?
-¿Si?
Él se sobresaltó y rápidamente se dio la vuelta encontrándose con una mujer vestida de cuero negro, un cinturón azul marino, al igual que una chaqueta corta negra con detalles en azul del mismo tono que el cinturón. Su cabello estaba recogido en un chongo despeinado con mechones colgando junto a sus orejas con puntas azules, sus ojos estaban delineados con negro y un ligero toque azul, sus labios eran rojo escarlata.
-Esto es imposible...
Ella alzó las cejas.
-¿Lo es?
-¿Porqué hiciste esto?
Una tenebrosa carcajada salió de sus labios.
-¿De verdad? ¿Precisamente tú me lo estás preguntando a mi? -Gideon se había quedado helado-. Porque ya estoy harta de quedarme detrás, de ver como los demás salvan al mundo mientras yo me siento una completa inútil, miserable y mortal.
-Esta no eres tu, ¿es que no lo ves? La oscuridad está hablando por ti.
-Oh, pero claro que no, de hecho, mi objetivo es el más inocente que puedas pensar -se comenzó a acercar a él-, y por si te lo preguntabas, si, tu padre fue en parte culpable de mi decisión, pero también lo fuiste tu.
Sus palabras daban la sensación de ser dulces a simple vista, pero estaban sutilmente inyectadas de veneno. Sin más que decir, se desvaneció de ahí envuelta en una nube de magia azul.
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Beautiful Darkness [One-Shot]
FanfictionTodos tenemos luz y oscuridad en nuestro interior, sólo debemos escoger con mucho cuidado la correcta, eso fue lo que siempre me dijeron, una princesa siempre de ser buena, noble y bondadosa. Siempre creí que si hacía el bien me pasarían cosas buena...