Sonó el timbre. Era sábado por la tarde, deberían de ser ellos. Se me hizo raro que mi madre no fuera a abrir la puerta, como de costumbre. Sólo... sólo la echaba de menos. Un día se me había hecho eterno sin ella. Me pasaba el rato sola, mi padre trabajaba y yo miraba deseosa de que volviera, la habitación de Ally.
-Hola. Pasad.-Invité a entrar a los dos chicos. Mi padre no estaba, no había nadie en casa.
-Que poco animado está esto... ¿Y tu hermana?-Dijo Logan inocente. En realidad, él no sabía nada de esto, Kendall tampoco se lo habría contado.
-Estoy sola.-Dije ignorando su pregunta. La verdad es que me dolía que hubiera pasado eso.-Hoy tenemos que terminar el trabajo.
-Sí, pasado mañana es la entrega.-Me recordó el rubio.- Bien...
Nos quedamos como dos horas terminando el trabajo, nos costó bastante, pero por fin lo acabamos. Ya no tendría la obligación de quedar con ellos el fin de semana. Aunque sinceramente, no me desagradaba la idea.
-Qué bien...-Suspiré al poner la última letra sobre el folio- Terminamos.-Todos aplaudimos.
-Logan... ¿Y si nos traes unos refrescos de la nevera?-Preguntó Kendall tratando de alejar al moreno para quedarnos solos. Logan había venido a casa varias veces, sabía donde estaba la cocina.- No quiero entristecerte... -Kendall me susurró- ¿Ayer se fueron?-Asentí.-Lo siento (Tn)______...Las volverás a ver, no te preocupes.
-Sí... Pero dentro de tres meses...-Suspiré- Y mi padre nunca está en casa. De hecho, hoy me dijo que se iba y no volvería hasta mañana...-Le sonreí contenta. Ya teníamos plan para la noche.
-¿Estos os gustan?-Logan nos interrumpió mostrándonos dos latas de naranjada.
-Sí.-Respondimos a coro. Logan los dejó sobre la mesa y se sentó en el sillón.
-Bueno, Romeo...-Kendall habló- ¿No nos vas a contar nada sobre tu nueva novia?
-La conocí hace unos días.-Sonrió- Iba a comprar unas cosas que mi madre necesitaba para la comida, y me la encontré en el súper. Ella compraba colonia, y tenía el carro lleno de cosas de maquillaje.-Kendall soltó una carcajada- Se le cayó un bote de cristal, pero antes de que tocara el suelo, lo cogí al vuelo y se lo devolví. Estubo tan agradecida que me persiguió todo el día, siendo sincero, era agotadora. Hasta que la conocí bien y me gustó su forma de ser. Y nos hicimos novios.
-Vaya, vaya, vaya... Nos escondías toda una historia, ¿Eh?-Dijo Kendall divertido.
-Bueno, pero lo importante es que estamos juntos.-Logan se acomodó mejor en el sillón. Bebió un trago de refresco y lo volvió a dejar sobre la mesa.
-Cuéntanos algo de ella.-Exigió Kendall. ¿No estaba siendo muy cotilla?
-¿Qué quieres que cuente? Se llama Erin, tiene dieciocho años, su color favorito es el morado... y ya no sé más.-Rió.
-Oh, qué experto eres con tu novia...-Kendall rodó los ojos. No sé como salen si apenas se conocen.
-También dice saber mucho sobre cant...-Su teléfono lo interrumpió- Lo siento, chicos, debo atender.-Logan descolgó el móvil y lo trajo hacia su oreja- Sí. No, no estoy con ella.-Se metió la mano en el bolsillo.- Claro. ¿No puede ser más tarde?-Se le veía conversar con alguien- Bueno está bien. Sí. Claro que se me da bien. Tranquila, no pasa nada, no te pongas nerviosa. Sí. Yo también te quiero.-Colgó y guardó su móvil.- Era mi madre. Quiere que vaya a casa, al parecer, mis abuelos han ido a cenar, y quiere que le ayude con la comida. Me tengo que ir.-Se levantó y yo repetí sus actos para besarle en la mejilla. Abrazó a Kendall y salió por la puerta.
-Nos quedamos solos.-Dijo el rubio con una media sonrisa.-¿Qué quieres hacer?
-¿Quieres decir...?-Asintió- No sé Kendall, creo que es un poco pronto.-En realidad, sólo estábamos saliendo dos semanas.
-No pasa nada... Si no te sientes preparada, lo comprendo.-Se pasó la mano por su cuello, pareciendo ofendido, pero en relidad, estava avergonzado.
-Kendall...-Suspiré- Soy virgen.-Abrió los ojos a tope para después dedicarme una dulce sonrisa.
-Oh, bonita, yo también lo soy.-Ja, ja, ja... ¿En serio? No era creíble.
-Si claro...-Reí- Como lo vas a ser teniendo ese culo.-Señalé su trasero soltando una carcajada.
-Hablo en serio...-Abrí la boca. ¿Era verdad?- Nunca he tenido novia aparte de Samantha, cosa que no me pareció hacer nada... Y no voy tirándome a todas las chicas de la discoteca.
-Vaya... Pues entonces... -Recapacité en mi cabeza. La verdad... No estaría nada mal divertirme un poco- Noche de adolescentes.-Sonreí pícara.
-¿Segura?-Preguntó frunciendo el ceño. Quería asegurarse de que estuviera bien antes de hacer nada. Asentí.-Oye, lo digo de verdad, si no te sientes preparada, te esperaré todo lo que haga falta...
-Kendall.-Lo paré.-Noche de adolescentes.-Repetí y salió una sonrisa victoriosa de su boca.
Quería que mi primera vez fuera con una persona que me amara de verdad, y sin duda, Kendall era el indicado. Perdería mi virginidad por él, igual que perdí mi primer beso por él. Era tan dulce... Hacía lo imposible para no lastimarme. Nuestros labios se unieron, y después de un buen largo rato de besos, lo conducí hasta mi dormitorio.
-No quiero hacerte daño...-Susurró a mi oído.
-Confío en ti.-Sonreí mientras besaba su cuello desnudo.-Te amo.
-Yo te amo más.-Y ahí fue justo cuando empezó la noche de adolescentes. Una noche sin control.
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Juntos hasta el fin (Kendall Schmidt, Logan Henderson & tú)
Romance(Tn)_______ llega a Minnesota, la nueva ciudad donde le obligan a ir a vivir. Muy descontenta, deja a sus amigos y demás, pero... conoce a dos personas maravillosas. Uno es Logan Henderson, el chico rebelde que saca a su padre de las casillas, y el...