CAPÍTULO 81...

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El bosque siempre había representado un enorme misterio para mí, un gran enigma... Aunque sonase estúpido. Parecía tan infinito, a veces tal vez demasiado. Tal calmado, tal silencioso... Solo reinaba la paz entre sus ramas verdes y troncos cafés, solo había paz en aquella tierra hostil. La tierra húmeda y de la cual emanaba aquel olor característico del bosque entero, crujía bajo mis pies con cada paso que ejecutaba, con cada paso que sabía a ciencia propia me acercaría cada vez más hacia mi propia perdición, cada vez más al momento de la infalible verdad. Aún no sabía cómo hallaría las respuestas, apenas si tenía alguna idea del porqué me encontraba entre aquel paisaje inexplicable ¿Cómo se suponía que aquello me brindaría las respuestas que necesitaba? ¿Es que acaso no me encontraría con el simple lugar de mis sueños? ¿De qué serviría esto como llave del laberinto? No poseía ninguna respuesta. Lo único de lo que estaba segura era de que algo o alguien desconocido, y que sin duda pertenecía a mi lado, me estaba jalando lentamente hacia la salida de todo esto... Pero aquel algo o alguien también sacaba sus interrogantes a la luz... ¿Quién o qué era aquello que me conducía ciegamente por las paredes del laberinto?

Le arrebataría la manta a la cobardía, aquella cobardía que se aferraba con sus largas garras a la vergüenza, a la mentira, a la incertidumbre que mantenía los secretos bien guardados en el cofre que no tenía manera de ser abierto.

Hubo un momento en el que pensé, mientras caminaba por las ramas caídas y hojas marchitas que los hijos del Bosque habían dejado caer, que regresar a la casa era la mejor opción. El lugar se estaba tardando en aparecer y yo tenía cosas que cumplir, sueños que realizar, y tal vez vagar sin rumbo fijo por toda la humedad de la corteza de los gigantes del bosque carecía de todo sentido y no ayudaba a cumplir mis metas en la vida. Tal vez estaba desperdiciando la tarde entera cuando debería encargarme de resolver mi maldita y problemática vida.

Me detuve.

El árbol que se encontraba a mi derecha me susurró. Estaba segura de que era él quien lo había hecho. 

Obedecí.

Giré a mi izquierda.

Y allí estaba.

Estaba justo allí, materializándose frente a mis desorbitados ojos.

Verde opaco tornándose a tonos de la violeta, el olor penetró mis poros, mis pupilas se dilataron, conscientes de lo que estaban a punto de recuperar, a punto de contemplar un milagro que parecía ya perdido.

- ¡ES REAL! ¡ES REAL! - gritó mi voz hablándoles a los dioses que se escondían en los troncos huecos.

Los invité a celebrar conmigo, los invité a festejar que no me había vuelto loca presa de mis alucinaciones. Tal vez podía recuperarlo, lo tomaría entre las yemas de mis dedos, lo estrujaría contra mi cuerpo y lo acariciaría, lo disfrutaría hasta la muerte.

- ¡ES REAL! ¡ES REAL! ¿PUEDEN CREERLO? ¡NO FUE SOLO UN SUEÑO! ¡TODO PASÓ! ¡TODO LO QUE CREÍ PERDIDO SIEMPRE EXISTIÓ Y NUNCA SE FUE! ¡VOY A RECUPERARLO! ¡VOY A RECUPERARLO AHORA MISMO! ¡ACOMPÁÑENME!

Eché a correr por el resbaladizo musgo que cubría la tierra. La intensidad del morado iba creciendo y haciéndose más poderosa conforme corría zancadas hacia los helechos.

A punto de alcanzarlo.

Solo unos metros.

Quité los helechos de mi camino con un violento y desesperado manotazo. Me sumergí en las tranquilas y cálidas aguas que El Mar De Los Recuerdos ofrecía amablemente.

Quité mis párpados y abrí mis ojos.

No.

No era posible.

Mi Ángel De Ojos Azules♥ (A Niall Horan Fanfic) {Editando}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora