Falling In Love |H.S|

Veintitrés

Harry.

-Vamos Harry -gruñe Kendall mientras rueda los ojos -Al menos esfuérzate ¿No?

-Te dije que no sabía bailar -me defiendo tratando de coordinar mis pasos.

Hemos estado tratando de bailar por casi veinte minutos, claro por insistencia de Kendall ya que yo me negaba rotundamente, nuestros padres decidieron hacer una pequeña fiesta antes de irnos así que ahora estamos aquí.

Zayn juega con la música y me pregunto si habrá sido un DJ o algo parecido en el pasado, una canción lenta comienza a sonar e instantáneamente miro a Kendall negando con la cabeza, ella hace pucheros tratando de persuadirme.

-Ven -me toma de la mano y sonrío por la sensación.

Toma mi otra mano y la coloca en su cintura mientras que ella entrelaza su otra mano en mi cuello, comienza a balancearse lentamente y no puedo evitar sonreír de medio lado, la amo con locura, la atraigo hacia mí y pego nuestros cuerpos, me acerco a su mejilla depositando un pequeño beso y escucho como suelta una pequeña risita.

-No creo poder mantener en secreto lo nuestro por mucho tiempo -admito en su oído y ella se apreta más contra mí.

-Sólo resiste cariño -susurra y me mira de esa manera tan vulnerable que me provoca abrazarla y no soltarla jamás.

Así que lo hago, la estrecho entre mis brazos e inhalo el dulce aroma de su cabello.

-¿Vamos por pizza? -me separo de ella antes de que nos vean.

-Sí -sonríe y yo lo hago también.

(...)

-Bien, creo que es todo -sentencio metiendo la última maleta al auto.

Ayer después de la fiesta, Kendall se quedó dormida en mis brazos mientras le contaba algunas historias cómicas de cuando era niño, nos quedamos un gran rato en la cama hablando y después se quedó dormida en mi pecho así que decidí no despertarla, apagué la luz y mientras acariciaba su cabello pensando en cosas irrelevantes, me quedé dormido yo también.

Ahora ya había amanecido y estábamos casi por irnos, Kendall entra en el auto y se despide de mí ya que yo me voy con mis padres, Zayn y sus padres entran entonces preguntándonos que si está todo listo así que me temo que ya Kendall y yo no podremos hablar más.

El viaje de vuelta a casa es aburrido sin ella, luego de una hora no aguanto más los párpados y me quedo dormido. Cuando abro los ojos me encuentro en frente de mi casa, volver de nuevo se siente tan extraño, es como si se hubiese roto la magia y hubiese vuelto a la realidad, a la cruda y dura realidad.

(...)

El sol del atardecer se filtra por la ventana y calienta mi cuerpo desnudo, recién salí de la ducha y me encuentro con esta tarde maravillosa, me pongo un bóxer y una pantaloneta para tirarme en la cama y caer de estómago con los brazos abiertos, se siente tan bien volver a casa, aunque todo vuelva a ser como antes.

Unos golpes en la puerta me sacan de mis pensamientos y miro en dirección hacia la puerta.

-Adelante -exclamo perdido en algún punto de la habitación.

Cuando la veo entrar mi corazón se acelera de sobremanera, es como una luz hermosa que ilumina toda la habitación.

Y volvemos a los viejos tiempos.

-Hola -me sonríe quedándose en una esquina de la habitación.

-Ven aquí nena -sonrío ampliamente y palmeo la cama a un lado de mí para que se siente.