Se Condenadamente Mio...

Parte 1

En esta historia cambié totalmente la personalidad de Yukina, en pocas palabras, no es el chico amable que conocen jeje...Espero les guste esta historia, es la primera vez que escribo esta clase de genero súper erótico así que no se si va a salir bien...Disfruten.
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Kisa

Mi nombre es Kisa Shouta tengo 30 años de edad, debido a que mi vida se volvió un desastre gracias a las malas decisiones que tomé, no terminé mis estudios, vivo solo en un departamento que prácticamente se está pudriendo, tengo que trabajar en un bar que tiene mas cara de prostíbulo que de bar, para pagar la renta y apenas alimentarme, además hay ocasiones en las que me acuesto con clientes para obtener dinero extra, pero eso solo lo hago cuando quedo sin un peso y sólo con hombres que tengan lindo rostro.

Aunque suene desastroso y no paguen mucho ya me e acostumbrado a este trabajo, llego, sirvo algunas o varias cervezas, coqueteo, limpio mesas y en ocasiones me dejo manosear por uno o dos pervertidos que se pasa de copas.

-Kisa, ¿Cuándo vas a empezar a trabajar de verdad?-

-Lo estoy haciendo- ¿Acaso no ve que estoy limpiando la barra?

-No hablo de ese tipo de trabajo-

Suspire al caer en cuenta. -Subaru, no voy a hacer ese tipo de cosas, al menos no hoy-

-¿Y por que? Yo que estaba tan ansioso por verte en acción-

-Pues que lástima, porque no creo tener la necesidad de hacer eso por un tiempo-

-Y si lo haces solo por diversión?-

-Mm, podría ser-

-Sería genial si aceptaras hacerlo conmigo- Tomó mi mentón y se acercó peligrosamente a mis labios.

-No es tan divertido si no gano nada con ello-

-¿Que tal una noche de sexo realmente placentero?- Deslizo su mano por mis caderas hasta llegar a mi tercero y luego le dio un buen apretón.

-¿Tendría sentido hacerlo contigo, seras capaz de satisfacerme?-

-Hay que averiguar- Escuchar eso me hizo sonreír.

-Si no me lo garantizas creo que paso, pero gracias por tan excitante oferta- Bufé antes de besarlo rápidamente y continuar con mi trabajo.

-¿Cuándo me dejarás follarte?-

-¿Quien sabe?-

--Oigan ustedes ¿Cuantas veces tengo que decirles lo mismo? No se puede coquetear entre compañeros de trabajo, ni mucho menos cuando estamos a unos minutos de abrir--

-Lo siento Kirishima-san- Dijimos al unisono.

...

Por fin, hora de cerrar, me acerque a la puerta para apagar el letrero, pero no pude hacerlo gracias a que un chico con traje de ejecutivo entró.

-Lo siento pero ya cerramos- Wa que atractivo...

-Yo veo el letrero encendido aún- Dijo sentándose en la mesa que estaba hasta al fondo. -Traeme una copa del mejor vino que tengan- Pero su actitud acaba de arruinarlo.

-Que ya cerramos-

-Traeme el vino- ¿Que se cree, solo porque tiene un lindo traje piensa que tiene derecho hacer y pedir lo que se le de la gana? -¿No me oíste?-