En realidad no me gusta hablar mucho a cerca de mi pero supongo que ésta es una de esas cosas que se tienen que contar. Me llamo Samuel Penisstorm, tengo 16 años y actualmente estudio el bachiller, aunque hace poco salimos a vacaciones. Normalmente muchachos de mi edad estarian de viaje con su familia, descansando o jugando algun videojuego...pero, yo no; gracias a que mis padres no estaban del todo contentos con mis resultados en el colegio, además de que era bastante problemático y ya había mandado a unos cuantos al hospital.
En lo personal nunca me gusto hacer deberes ya que desde pequeño e tenido memoria casi fotográfica por lo que realizar ejercicios de practica se me hacen bastante pesados y aburridos.
Debido a esto mis padres han tomado la drástica decisión de incluirme en un proyecto creado por una fuerza militar que consiste llevar a los jóvenes mas a una edpecie de campento, para disciplinarnos y hacernos ver que la vida no es tan sencilla como nosotros creemos.En fin, mi padre me acompaño hasta una sala bastante grande en la cual estaban dos hombres bastante robustos, uno estaba completamente calvo y carecía de su brazo derecho «preferí no preguntar» y a su lado un hombre que parecía recién ingresado en la armada «la forma en la que le temblaban las piernas lo delataban».
Firmamos unos papeles, me hicieron unas cuantas preguntas y acto seguido, el hombre calvo me dijo-acompañame por este lado- indicando a una puerta que estaba detrás de el.
Me despedí de mis padres y me dirigí con aquel hombre. No paso mucho tiempo para que me diera cuenta que el ambiente que este hombre creaba con su humor era....bastante peculiar; tenia un aire de omnipotencia increíble, su mirada inspiraba confianza en si mismo y pereciera que podría destruir el planeta entero con un solo chasquido de dedos.
-¿que paso con su brazo?- Le pregunte ain pensar realmente en que podria contestar.
-es mi paga por servir a mi pais-
Me quede confundido.
-¿como es que perder el brazo le parece una paga aceptable? No tiene sentido- le dije, y como si ya esperara que contestase eso, agrego -la vida no es sencilla hijo, nada te sale barato, hay que hacer sacrificios si quieres ser feliz...el saber que haciendo lo que hago puedo llevar a millones de personas a vivir en un mundo mejor, y aunque suene irónico...un mundo sin violencia, me da el coraje de seguir adelante y nunca rendirme. Siempre hay que mirar a la vida directamente a los ojos y gritarle "¡vamos! ¡Dame con todo lo que tengas!" y enfrentar lo que ésta te mande, por muy difícil que parezca la situación, recuerda nunca rendirte, es mil veces preferible, intentarlo, perder y aceptar la derrota, a no intentarlo siquiera...pero que te digo, solo eres un jovencito, ni siquiera has de entender lo que quiero decir-
Me quede callado...por primera vez en mi vida, no sabia que contestar.
Paso un buen rato, ninguno de los dos dijo ni una palabra después de aquella corta conversación «que incomodo» era en lo único que podía pensar.-ya casi llegamos- me dijo el hombre, rompiendo el hielo completamente.
-¿porque estas aquí? no pareces la clase de chico que se mete en problemas, así que, ¿que haces aquí?-
Estuvimos hablando durante un buen rato para ponerlo al tanto de la situación, y sin darme cuenta ya habíamos llegado a nuestro destino; era una especie de campamento militar «como era de esperarse» había casas de acampar, provisiones y unas cuantas armas «supongo que tiene sentido, son militares después de todo» dentro de este "campamento" habían bastantes muchachos, de diferentes edades y sexos. Los mas grandes molestaban a los mas chicos mientras que algunos otros permanecían apartados de todo dios.-Bueno, aquí te dejó muchacho, trata de no causar problemas a tus superiores-
El hombre se regreso por donde llegamos. Camine hacia una roca que estaba convenientemente situada al lado de las provisiones, me senté y espere a que dieran alguna indicación.
Me distraje por un momento analizando mi entorno, mujeres mirandose mal unas a las otras, hombres molestándose entre si como animales...todo era tan "mi escuelita", me sentía como en casa.
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Nada es tan sencillo
General FictionSam, es un joven estudiante de 16 años, que tendrá que aprender una que otra lección de vida, sin embargo, no sera un paseito por el parque, ni una experiencia muy agradable.