" ¡Feliz cumpleaños! (Parte2) "

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SOUNDTRACK: Stay ~ Rihanna ft. Mikky Ekko

Capítulo 45: "¡Feliz cumpleaños! (Parte2)"

Decir que Dylan tardó poco en comerse toda la bandeja de desayuno era un eufemismo. ¡El chaval había tardado menos de diez minutos en devorar la comida! Solo le faltaba pasar la lengua por el plato.

Nora y yo hablábamos de cosas triviales, anécdotas de ella, algunas mías, momentos de la infancia, a qué edad se nos empezaron a caer los dientes, la mejor navidad que recordamos. Todo esto para esperar a que Dylan se arreglara. Podría haber tardado poco en desayunar pero en vestirse podía tardar fácilmente una hora. Porqué, según él, los hombres guapos no deben ir vestidos como un loco. Otra forma de decir que es un maldito arrogante y egocéntrico.

Aún faltaba un poco para dejar a la pequeña en la casa de mi hermano. Dylan seguía sin saber nada y eso era un punto para mí. Todavía teníamos que darle los regalos y, por lo que había visto, incluso Nora le había hecho algo. No sabía qué pensaría de mi regalo ni de que reacción tendrá pero lo único que espero es que le guste. Con solo saber eso me quitaría un enorme peso de encima.

Sin embargo, esto se podría hacer si a mi arrogante novio le daba la gana de salir. No sé cuánto tiempo necesitaba para arreglarse y hacía más de cuarenta minutos que había entrado al baño. ¡Ni que le fueran a hacer un cuadro!

Además, al lugar dónde vamos a ir no creo que le sirva ir como un pincel. Creo que cuando lleguemos le va a dar un síncope, aunque Dylan es lo suficientemente fuerte como para aguantarlo. Supongo.

— ¿Qué narices haces ahí tanto tiempo? — pregunta la pequeña.

Al parecer a Nora también le parece bastante el tiempo que lleva encerrando en esas cuatro paredes. Y es verdad, no sé lo que le pasa a la sociedad de hoy en día pero tardan más tiempo en pensar si van arreglados que en lo que realmente importa que es vivir el día a día al máximo. Ahora vivimos en un mundo al que le gustan más las apariencias que la belleza interior de un persona.

Porque, vamos a reconocerlo, actualmente nadie le da dinero a una persona que le va mal, si es un vagabundo piensan que está en esa situación gracias a algo malo que ha hecho. Pero, si lo seguimos pensando, mucha gente le prestaría dinero a un hombre rico en lugar de a un vagabundo. ¿Porqué? Pues por que en este mundo valen más las primeras apariencias que la verdad.

— ¡Dylan, amor! No hace falta que vayas muy arreglado. Te lo he dicho antes, con un pantalón cómodo y una camiseta vas perfecto — le vuelvo a explicar por cuarta vez.

La puerta se abre de una vez por todas, y no estoy segura de si soy solo yo pero parece que ahora mismo estuviéramos en uno de esos reality's en el que un familiar ha cambiado de imagen. Excepto por el gran e importante punto de que no estábamos en un show y, admitiéndolo, Dylan no necesita un cambio de apariencia. Está más que perfecto así, aunque nunca se lo admitiría. No hay que subir su ego aún más alto de lo que ya está.

— Ya estoy — confiesa Dylan una vez que sale del baño.

Le sonrío estando de acuerdo al ver la ropa que se había puesto. Un simple pantalón negro y una camiseta blanca de manga corta le bastaba como para verse informal pero no demasiado extravagante.

— ¡Ya era hora! Me voy a hacer vieja de tanto esperar— masculla Nora saliendo de la habitación de su hermano como si no soportara estar un segundo más allí dentro.

— ¿Tanto tiempo he tardado? — pregunta divertido, observando con la mirada los pasos que ha dado su hermana.

— ¿En serio tengo que responder a eso? — le devuelvo la mirada.

No soy la típica chica (U.D.S.#1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora