Krystal

16 2 0
                                    


  Me llamo Jung Soo Jung, o como siempre me llaman mis padres, Krystal. Soy la menor de un gran linaje de vampiros. El famoso linaje Jung es una gran familia pero con un problema, las niñas escaseaban. Desde que comencé a recordar, siempre estaba rodeada de primos. Pero me sentía sola porque nunca entendía sus juegos. No entendía por qué les divertía ensuciarse o gastar bromas a los mayores sabiendo que la consecuencia era una bronca y semanas de castigo sin salir. Entre aquella soledad había una excepción, y esa excepción era mi hermana mayor Jessica. Desde muy pequeña era ella quien me acompañaba y cuidaba cuando nuestros padres no estaban. De hecho, casi nunca estaban. Siempre estaban ocupados con reuniones entre amigos, fiestas o trabajo. Cuando era más pequeña solían estar en casa y mimarme como una princesita con vestiditos de todo tipo, cualquier juguete que se me antojaba o todo lo que yo pidiera. Pero a partir de que cumplí 4 años cada vez pasaban menos tiempo en casa y mi única compañía y consuelo era mi hermana Hessica. Ella siempre jugaba conmigo a lo que quería y hacía todo lo que podía pir hacerme sonreir. El tiempo que pasaba con ella era el tiempo más feliz de mi infancia. Pero esto no duró mucho ya que cuando cumplí 6 años todo cambió. Recuerdo perfectamente ese día. Era un día de invierno poco antes de Navidad. Aquel día como uno cualquiera me encontraba en mi gran cuarto jugando con ella cuando de repente y sin previo aviso unos hombres inrrumpieron en la habitación. Me asusté y me escondí detrás de ella por el miedo. No sabía cúal era la intención de aquellos hombres pero me suponía de que no eran buenas. Antes de que pudiera reaccionar, vi que se estaban llevando a Jess.

-"No os llevéis a mi unnie!! SOLTADLA!!"-

Gritaba e intentaba hacer frente a aquellos hombres pero mis esfuerzos eran en vano. Grité, sollocé, supliqué y lloré para que no se la llevaran pero al final vi cómo se la llevaban mientras uno de ellos me agarraba para que no pudiera hacer nada. A partir de ese día no la volví a ver ni pude saber nada de ella. Le pregunté incluso a mis padres y la única respuesta que obtenía era:

-"Allí estará muy bien. No tienes que preocuparte por ella."-

Poco a poco, me rendí al saber que no iba a obtener otra respuesta. Pero en el fondo la extrañaba mucho. Recordando por las noches aquella escena en la cual no podía hacer nada, decidí volverme más fuerte. Me encerré en mi habitación y comencé a aprender poderes a través de los libros que tenía. Y para ponerme a prueba, salía al bosque cuando todo el mundo dormía. Y así pasé los siguientes 11 años de mi vida. En estos 11 años además de haberme hecho más fuerte, durante mis entrenamientos en el bosque rescaté varios animales los cuales adopté como mascota. Entre ellos Luna y Kira. Luna es una mini-guepardo de las nieves que se alimenta de veneno y solo es algo más grande que la palma de mi mano. Kira es un pequeño zorro blanco que se puede transformar en un mini-kitsune en caso de peligro.
Todo este tiempo encerrada y practicando hizo que no fuera muy buena relacionándome con la gente. Sobre todo con los chicos. Había estado alejada de ellos desde mi infancia y aunque haya crecido no sabía cómo estar con ellos y cada vez que estaba frente a un chico me ponía muy nerviosa y hablaba con un hilo de voz. Todo esto hizo que tuviera una personalidad tímida en introvertida.

Mi rutina de estar siempre en mi habitación o en el bosque cambió cuando poco después de mi decimoséptimo cumpleaños escuchara a unas criadas mencionar el nombre ta extrañado de mi hermana, Jessica. Usé mis poderes para ocultarme y así escuchar su conversación. Lo único de lo que me enteré fue que al parecer ahora ella se encontraba en un lugar llamado "Monster Institute".

Tras meditarlo mucho decidí ir a aquel instituto. Pero decidí hacerlo a escondidas y sin avisar a mis pades para así, vivir la vida. Me inscribí en aquel lugar e hice las maletas. Y en una noche oscura, escapé de casa rumbo hacia aquel lugar desconocido.
Y aquí estoy,en frente de la gran puerta negra que separa mi antigua vida de la nueva. Paré durante unos minutos para contemplar la grandeza de aquel lugar y tras inspirar profundamente, cogí las maletas y di un paso hacia delante cruzando aquel portón. Emprendiendo así un nuevo y largo camino llamado vida.  

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jan 14, 2017 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

KrystalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora