Capítulo Quince

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Austin

Me suelto rápidamente de Lucas con una desesperación incontrolable y me echo a correr en la misma dirección en que lo vi irse. No quiero ni imaginar en lo que habrá pensado. Sabía que no era buena idea venir aquí, pero quería simplemente pasar un tiempo con él y agradecerle todo lo que ha estado haciendo por mí.

Luego de empujar a más de dos docenas de personas, sigo sin poder encontrarlo. El aire comienza a hacerse muy pesado para respirar y ya no escucho los sonidos, ni la música, ni las voces; simplemente los oigo como un silbido taciturno. De repente siento que alguien me toma del hombro mientras paso como un misil por al lado de una de las barras y escucho que gritan mi nombre demasiado fuerte.

— ¡Hey, Austin! ¡Te estoy llamando! —insiste Caroline a unos metros de mí.

— ¿C-Caroline? —Digo articulando mucho su nombre para que pueda leerme los labios y no tener que gritar por encima de la música.

Abre los brazos y esboza una gran sonrisa en señal de saludo y me veo obligado a arrastrar mi cuerpo para abrazarla, aunque termina siendo bastante incómodo. Lentamente me despego y no puedo contener las ganas de mirar hacia atrás otra vez.

— ¿Ya lo has visto, verdad? —chilla en mi oído.

— Acompáñame afuera —respondo tomándola del brazo.

— ¡Me están preparando un trago!

— Es urgente.

Cuando logramos salir de aquel caldero, sigo caminando con muchísima prisa, todavía arrastrando a Caroline detrás de mí.

— ¿¡Me puedes decir a dónde mierda me estás llevando!? —insiste mientras se desengancha de mi mano.

— Lo he visto, Car. Salió corriendo hecho una furia.

— ¿¡Qué le has hecho!? —dice frunciendo el ceño.

— Nada, no le he hecho nada. Vio cómo Lucas me abrazaba y se ha imaginado lo peor.

— Tú sí que te mereces el premio al idiota del año —suelta y se acomoda el vestido. ¡Lo que más quería Ayden era verte aquí y tú la has cagado otra vez!

Su confesión me deja un poco atónito.

— ¿De verdad? ¿Te lo ha dicho?

— No. No me lo ha dicho. Pero he visto cómo ha parado las orejas desde que le pregunté si tú vendrías. ¿Qué diablos te pasa, Austin? ¿Por qué siempre tienes que embarrarla hasta más no poder?

— No quería venir aquí. Necesitaba distraerme un poco. No creí que Ayden vendría. Ya sabes, él no es muy amante de estas fiestas —respondo un poco avergonzado.

— Ya. Cállate —dice poniendo la palma de su mano en frente de mis ojos—. ¿Quién coño es Lucas?

— Es mi amigo. Me conoce desde que era un crío. Él y su novia me han prestado lugar para dormir todos estos días.

Haciendo caso omiso a mis palabras, Caroline toma el móvil y marca su número.

— Apagado. —Dice sin levantar la vista de la pantalla.

— ¿Qué diablos hacemos ahora?

Se da vuelta y comienza a caminar hacia la residencia otra vez.

— ¿¡A dónde vas!?

— Iré a preguntar si lo han visto salir —contesta sin darse la vuelta mientras sigue caminando.

Mi Casualidad Eres TúWhere stories live. Discover now